martes, 24 de diciembre de 2013

Valencia 2 - 3 R.Madrid: Derrota injusta antes de Navidad

Es difícil estos días contar algo positivo en el seno valencianista, uno se marea constantemente con la información recibida, uno intenta ver fútbol y sobretodo disfrutar de él pero no lo consigue, bien porque los jugadores se limitan a interpretar danzas demoníacas en el césped en lugar de jugar al noble juego del balompié o bien porque la actualidad social de la entidad supera con creces lo que en el estadio se disputa cada domingo. Así pues, por unas cosas o por otras nos hemos plantado en Navidad con unos registros de pena, con tan solo 20 puntos en la tabla y situados en el puesto 11 de la clasificación.


Mi deseo era intentar contar el partido contra el R.Madrid de el pasado domingo, pero como estamos inmersos en unas fechas navideñas en las que tenemos muchas cosas mejores que hacer que leer sobre derrotas, atracos mesetarios y que nos cuenten aquello de jugamos como nunca, perdimos como siempre, porque esto ya aburre, pues lo haré cortito. El caso es que nuestros futbolistas juegan cuando quieren y yo escribo lo que quiero, faltaría más.

En cuanto al partido en sí, eludiendo el injusto resultado, el resumen es que el Valencia hizo su mejor partido de su peculiar e irregular competición, con un técnico suplente y con fecha de caducidad que no dudó en dar un gran ejemplo de como se debe plantear un partido contra un grande, de como situar a sus hombres, de como dar la cara hasta el pitido final y de como morir deportivamente con dignidad y la cabeza bien alta, haciendo que dejarse la garganta en la grada sirva para algo. Chapó por Nico Estévez.

En cuanto a los jugadores lo mismo, lo dejaron todo en el campo, presionaron y corrieron como deberían hacer siempre, pusieron al Madrid contra las cuerdas, incluso llegando a embotellarlo en su área por momentos y tuvo que ser la típica actuación arbitral interesada, la falta de pegada valencianí y la cantada de Guaita, lo que nos impidiera acabar el año sacando algo positivo contra el imperio blanco. La nota positiva del choque fue haber presenciado la mejor versión de la defensa del Valencia, pese a los 3 goles encajados, tanto en su sistema como a nivel individual con un Mathieu fortísimo que incluso firmó el segundo tanto de los suyos y con un Bernat que se quitaba los complejos y se atrevía a emular al mítico Vicentín con su 14 a la espalda.

Del resto, poco más que destacar, pese al nefasto árbitro y la diferencia de calidad de una plantilla que marcó una vez más la diferencia en ambas porterías. De esta forma, la parroquia ché llenando las gradas del viejo Mestalla pudo contemplar un buen partido, vibrante y digno de una liga de primera división y pudo animar a un equipo que mostró la cara que se espera siempre de él, la cara valiente y sin complejos de un equipo que tiene que dar siempre el máximo en cada partido que como mínimo tiene que competir con sus armas, la motivación, la entrega física y la concentración.

Visto lo que nos deja el fútbol en el 2013 es hora ya de felicitar la Navidad y las fiestas de fin de año a todos aquellos que se lo merecen, a los jugadores que hayan dado todo por los colores que visten, alguno habrá con la conciencia tranquila, pues a ese va mi felicitación. A los técnicos que han trabajado y han aportado todos sus saberes con la intención de despertar a un gigante dormido y que no han conseguido su objetivo, porque lo han hecho con sus mejores intenciones, a ellos va mi felicitación. A los directivos que luchando en un terreno lleno de fango en forma de prestamos y avales, en unas trincheras llenas de ratas devoradoras de comisiones y de indemnizaciones millonarias por contratos inmerecidamente blindados, han podido hacer valencianismo, algunos habrá y a ellos va mi felicitación. Felicito a aquellos periodistas que sin intereses y amiguismos de por medio han contado la actualidad valencianista sin tergiversaciones malintencionadas, haciendo gala de valencianismo y de criterio periodístico imparcial, algunos habrá, y a ellos va mi felicitación. Y ya para acabar el post navideño, dejo los miles de felicitaciones que me quedan en el saco de Papa Noel a aquellos valencianistas de corazón, fieles asistentes a un Mestalla desangelado, fieles seguidores del devenir blanquinegro, fieles twitteros que pierden su tiempo en esperanzadores debates sobre el incierto futuro de nuestro club. Y como no podía ser de otro modo, mi felicitación especial a aquellos sufridores y valientes que se atreven a entrar en este rinconcito ché y que hacen que el tiempo dedicado a la escritura sirva de algo. Para todos ellos dejo mi videoclip navideño, que de navideño tiene bien poco pero es una de las mejores canciones de la historia, el gran Freddie Mercury os recompensa vuestro valencianismo con un temazo.

Feliz Navidad 

Foto extraída del facebook oficial del Valencia CF

lunes, 16 de diciembre de 2013

At. Madrid 3 - 0 Valencia: Se cumple el guión

La tímida reacción de un equipo tuvo su máximo logro en la victoria cosechada por 3 - 0 ante el Osasuna, en casa y con la ventaja de la pronta expulsión del jugador rojillo Puñal, acción que sin duda facilitó la tarea al Valencia CF. Con esta clara victoria y con el buen resultado obtenido contra el Swansea en UEL, había la mínima esperanza de que Djukic salvara otro match ball, encontrara su famosa tecla y consiguiera por fin hacer funcionar a su Valencia.


Sin embargo nada más lejos de la realidad, bastó la llegada de la copa, un enfrentamiento contra un segunda B del montón, para dejar en evidencia la poca profesionalidad y valía de una plantilla venida a menos por el paso de los años, carente de calidad y de pundonor, que ante rivales fuertes nada tiene que hacer y ante los débiles ni siquiera demuestra su superioridad más allá de ganar la posesión del balón. El Nástic de Tarragona sin matarse, fue claro merecedor de la victoria, todo ello ante el equipo titularísimo de Djukic, aquel en el que el serbio ha depositado toda su fe y confianza para que le permitan seguir ocupando el banquillo Ché y que lamentablemente no lo han conseguido, no han sabido, no han podido o no han querido.

El triste empate en Tarragona no pasaría de mera anécdota copera - una de tantas en los últimos años - si no fuera por que el equipo arrastra un sin fin de despropósitos en la presente temporada, una actuación muy irregular, donde lo único regular resulta ser los propios errores defensivos, la inoperancia ofensiva en los últimos metros y la facilidad con que cualquier rival te crea peligro en cualquier perdida de balón. Un equipo que se empeña en mantener la posesión sin la mínima profundidad, sin verticalidad y que conforme avanza el partido pierde fuelle y con ello la poca contundencia defensiva que posee.

Todos los defectos comentados se pudieron ver en la esperada derrota sufrida ayer contra el Atlético de Madrid de Simeone. El equipo blanquinegro empezó bien, con intensidad, frenando las aspiraciones colchoneras e incluso en los primeros 10 minutos se pudieron ver acciones mínimamente inteligentes de los hombres de Djukic, con jugadas rápidas, al primer toque y rescatando la típica pared - triangulación entre lateral y extremo que deja con ventaja a uno de ellos para un posible centro o internada en el área -. Incluso el espectador ché podía permitirse el lujo de soñar con sacar algo positivo del fortín en el que se ha convertido el Calderón, al ver que el Valencia no sufría demasiado atrás y llevaba por ocasiones el control del partido.

A la postre, todo fue un espejismo en el desierto valencianí. La segunda parte del partido fue un monólogo del equipo de moda de la liga contra un débil Valencia. que se limitó a aguantar las embestidas de los jugadores rojiblancos sin crear una sola ocasión de peligro en el área defendida por Courtois. Y el principal problema además de los fallos defensivos individuales o grupales, es esa, el poco rendimiento de nuestros delanteros, la falta de jugadas trenzadas que surtan de balones con posibilidades en el área rival. Ayer veías al Valencia tocar en el centro - lo único que ha conseguido Djukic de su equipo - y veías la imposibilidad de marcar gol, ni por el centro ni por las bandas ni siquiera de disparo lejano.

Mientras termino de escribir estas palabras que por repetitivas - ya que uno se cansa de explicar los mismos fracasos deportivos - me salen solas pero con desgana, se está produciendo la destitución de Miroslav Djukic, algo que no sorprende en absoluto. Algunos llevan esperando a que suceda desde la jornada 4. Otros lo hemos defendido casi hasta el final. No hay mucha diferencia al fin y al cabo, pero a mi me gusta tener argumentos fiables para decidir si me gusta o no un entrenador. Las últimas 2 semanas han sido la confirmación de la incapacidad del técnico para hacerse con un vestuario indolente. Djukic ha tenido el apoyo casi incondicional de la directiva y de gran parte de la afición y para desgracia del valencianismo no ha sido capaz de que su discurso cuaje en la plantilla, se ha visto desbordado por la situación, se le ha visto cabizbajo y temeroso en la banda sin ejercer de líder fuerte y sin carácter para expolear a un grupo de niñatos mimados que juegan cuando quieren y ahora ni cuando tienen ganas saben jugar.

Muchos esperábamos que Djukic fuera nuestro Simeone particular y paradójicamente tuvo que ser el argentino el verdugo del serbio, negándonos así la posibilidad de que nuestro gigante dormido despertara. El partido de ayer se convierte así en el epílogo de Djukic como entrenador del Valencia CF. Ahora, los valencianistas de corazón, que sentimos como propias las humillaciones sufridas por el equipo en cada campo, nos encontramos con un equipo sin calidad, sin alma, sin orgullo propio e indignos de esta afición. También nos encontramos con un club endeudado y que es un juguete en manos de políticos y banqueros y con un futuro tan incierto como desolador. En fin, malos tiempos para el valencianismo.

foto extraída de la web oficial del Valencia CF.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Valencia 3 - 0 Osasuna: Victoria a placer


Todo este tiempo de sufrimiento en el que el Valencia no encontraba la tecla para jugar bien y ganar y en el que los partidos siempre se torcían en la segunda parte ha sido mínimamente recompensado en una cómoda victoria contra Osasuna por 3 goles a 0. De este modo la parroquia ché pudo presenciar un partido en el que su equipo gozó del dominio en todas las facetas del juego y esta vez por fin los goles llegaron con un hat trick de Jonas que vuelve a demostrar que hoy por hoy es el delantero valencianista con más olfato goleador.

Dentro de un periodo convulso en el club donde Rufete se ha hecho cargo del puesto de manager general deportivo de la entidad y con la cabeza del entrenador siempre en la cuerda floja era importantísimo sumar puntos cuanto antes para alejarse de la temible zona de descenso y acercarse a la disputa por los puestos europeos. El jueves se le ganó al Swansea en su casa con demasiado sufrimiento para el juego desplegado, pero ayer el equipo tuvo la suerte por fin de que todo le saliera rodado, el Osasuna se quedó con 10 al cuarto de hora de partido por una dura entrada de Puñal sobre Parejo que el árbitro no dudó en sancionar con roja directa. Jugando con superioridad el juego de toque característico del equipo de Djukic se impuso y pese a que el primer gol se resistió, una vez abierta la lata la sentencia no se hizo esperar. Dos goles más de Jonas, golazos por cierto, permitieron al Valencia jugar a placer y dominar con una posesión de escándalo sin sufrir ninguna contra de peligro que pudiera dar el mínimo susto a la afición.


La pieza clave de la mejoría puede estar en la incorporación de un Oriol Romeu que con una forma física superior a lo visto al inicio de la temporada, se ha adueñado del control del centro del campo, aportando una variante ofensiva con buen criterio en la conducción y el pase, sumado a las prontas recuperaciones cuando se pierde el balón, emulando la mejor versión de Albelda. Con este centro del campo acompañado de Parejo que se ha convertido en titular indiscutible por delante de Banega, los centrales Victor Ruiz y Mathieu afrontan el partido mucho más tranquilos y se imponen de momento como titulares. De esta forma el francés adquiere protagonismo vistiendo el brazalete de capitán y quitándoselo de momento a Ricardo Costa.

Otra de las claves que quiero apuntar de esta mejoría es la mayor contundencia del equipo en la recuperación del balón. Ayer, además de dominar como es costumbre en la posesión de la pelota, se conseguía recuperar el balón rápidamente cuando se fallaba el pase o el Osasuna conseguía robar. Las recuperaciones se conseguían o bien con oportunas faltas que cortaban probables contras peligrosas o con cortes no menos oportunos como los realizados por Oriol deslizándose por el césped con clase para hacerse con el esférico.
Es lo que venía demandando desde hacía tiempo, un mayor oficio, no pecar de blandos, algo que de haberse producido en otros partidos habría disminuido drásticamente la sangría de goles encajados sufrida hasta ahora.
Importante también es la participación de Barragán que con 2 asistencias de gol a Jonas, muestra su mejor versión. El lateral está cuajando su mejor temporada en el Valencia e incluso se lo está poniendo muy difícil a su compañero Joao Pereira que tendrá que demostrar su superioridad si quiere recuperar la titularidad. Lo bueno de esto es que la competencia aumenta, algo siempre bueno para el grupo.

Ahora no queda otra que seguir en esta buena línea de juego y construir un Valencia fuerte que no se venga a bajo ante el primer contratiempo y que sepa controlar el tempo del partido, cuando hay que darle velocidad al juego y cuando dormir el partido, cuando aplicar un plus de agresividad y presión y cuando saber guardar las naves atrás y saber defender juntitos. Ahora nos viene la copa del Rey, con un partido ante el Nastic que hay que sacar adelante. Estos partidos, como siempre digo, no te dan la gloria pero hay que ganarlos. Si ganas no pasa nada pero si pierdes es un fracaso. Es importante mantenerse vivo en todas las competiciones y la victoria daría continuidad a una buena racha para afrontar con confianza los duros partidos ligueros contra el Atleti y el Real Madrid.

Fotos extraídas de la web oficial del Valencia CF

lunes, 25 de noviembre de 2013

Elche 2 - 1 Valencia: Injusto pero cierto


Después de 2 semanas de parón liguero, no por ello de escasez informativa, ya que mucho se ha hablado de temas extra futbolísticos, como el tema del aval, la nueva dirección deportiva, el proyecto Gloval, la presentación del re diseño del proyecto del estadio nuevo, etc. pues había ganas de que el equipo diera una renovada imagen en el terreno de juego. Queríamos ver que Djukic había sido capaz de enmendar errores tácticos y de dotar de mayor seguridad la zaga ché. Sin embargo el derbi contra el Elche nos ha dejado una nueva derrota que sumar a la pésima trayectoria de resultados negativos y nos ha dejado con las mismas ganas que teníamos de disfrutar de una victoria reconfortante.

Uno se plantea como debe afrontar una crónica del partido sin tener que calcar lo repetido en muchas ocasiones en los últimos tiempos, y es que el cansancio aparece cuando ves que tienes que exponer una y otra vez los mismos errores defensivos, la endeblez del sistema, y sumar además una nueva carencia más, la escasez de puntería, la falta de gol alarmante. Si ya cuesta ganar debido a la sangría de goles encajados, la cosa se afea si encima lastras una infinidad de ocasiones durante el partido. Ayer salió a relucir la palabra suerte a la finalización del encuentro, concretamente la falta de suerte. Algo que estamos acostumbrados a que suceda cuando un equipo acarrea una mala racha, empiezas encajando goles por errores propios, luego a fallar penaltis y al final te sale todo mal. No quiero excusar al equipo con la suerte, ya que esta hay que buscarla. Se puede empezar siendo fuertes abajo, presionando más al rival cuando tiene la pelota, siendo más duros y contundentes y no dudando tanto. Hay una falta de confianza que da miedo, jugadores como Canales o Jonas muy por debajo de su nivel, reflejando el desquicio que sufre hoy en día la plantilla y causando que se elija mal la definición de muchas jugadas durante el partido. Por poner la nota positiva del día, mencionaré a Parejo que es el único que está rindiendo a buen nivel.

El máximo responsable del banquillo, Miroslav Djukic, que ha sido muchas veces reafirmado en su puesto por el consejo y por Amadeo Salvo como máximo exponente de su defensa, está agotando su crédito y pocos son los que mantienen la confianza en sus posibilidades de revertir la situación deportiva. Hay que añadir los problemas institucionales que derivan de la mala situación económica, con constantes noticias dubitativas acerca del futuro del aval y de las posibilidades de mantenimiento económico de la entidad. Algo que hace difícil la incorporación de medidas para mejorar el equipo, como podrían ser fichajes de jugadores solventes y decisivos que te aseguraran goles, o lo que es peor, tampoco tienes el poder para contratar a un entrenador sustituto de garantías con la experiencia necesaria para llevar al equipo hacia arriba.

La última novedad ha sido la de Francisco J. Rufete para liderar la parcela deportiva que pasa a ser el responsable de la continuidad o no de Djukic al frente del equipo. Podríamos seguir hablando de la conveniencia de este cambio que por otra parte deja huérfana la dirección de la recién renovada escuela valencianista (la academia Golval). Para bien o para mal nos viene un periodo con muchos partidos de por medio y tendremos la oportunidad de valorar muchas cosas. Así que para no cansar al personal ni cansarme yo mismo, acabo aquí el repaso de actualidad esperando poder contar cosas más positivas en los próximos días.

 foto extraída del facebook oficial del Valencia CF

lunes, 11 de noviembre de 2013

Valencia 2 - 2 Valladolid: Inocentes en defensa y en ataque



Pabón, el fichaje estrella de la temporada, intenta alzarse sobre la defensa rival para cabecear a portería. Ayer desperdició dos oportunidades de anotar sendos goles que de haber tenido puntería a la hora de rematar con la testa hubieran cambiado el resultado final, Banega falló un penalti en el minuto 3 del partido que le hubiera dado quizás otro color al duelo, Parejo tuvo su ocasión de falta directa pero el balón se topó con el larguero impidiendo otro gol, Alcácer que yo mismo, cuya titularidad yo mismo defendía, intervino poquísimo y la única y clara ocasión de que dispuso se disipó con un disparo cruzado que atajó el meta vallisoletano. Son ocasiones que evidencian la inexistencia de un futbolista capaz de marcar la diferencia siendo decisivo de cara a puerta, un 9 solvente o un punta que te garantice un número determinado de goles y aproveche las pocas ocasiones que puedas crear en 90 minutos.

En defensa, tenemos a Mathieu, lateral reconvertido en central que pese a haberse adaptado bien al puesto rara es la vez que no deja alguna perla en forma de cagadita, la de ayer fue en el segundo gol del equipo pucelano, al despejar un balón con el pompis que Gilberto García no dudó en aprovechar para hacer el segundo de su equipo y poner al conjunto visitante de nuevo por encima en el marcador. Por su parte, un Ricardo Costa siempre implicado había cometido su error habitual en el primero de la noche al no despejar por alto un balón que Javi Guerra cabeceó anotando un golazo por la escuadra donde Guaita era incapaz de llegar. En los laterales se ha impuesto Bernat por la izquierda casi como única alternativa aún sabiendo todo el mundo que si vale para algo es para ser interior o extremo pero que la defensa no es su fuerte y por último nos queda Barragán por el flanco derecho, un jugador que está teniendo sus oportunidades gracias a las lesiones de Joao Pereira y que las está aprovechando para jugar sus mejores partidos desde que viste la elástica blanquinegra, algo que no es suficiente para atajar las internadas que se producen muchas veces en el area valencianista por su lado, aunque en ataque vaya haciendo sus pinitos.

Los problemas en la definición y los errores individuales atrás, se suman a los problemas derivados de un sistema de juego basado en la posesión que es incapaz de hacer bien la transición ataque-defensa una vez se pierde la pelota, dejando en muchas ocasiones una defensa poco poblada, desguarecida. A esto sumémosle la poca agresividad a la hora de recuperar balones, haciendo poquísimas faltas y aderecémoslo con una poca profundidad en el juego por el centro que no encuentra espacios para ser aprovechados por la delantera ché, haciendo más patente la poca efectividad de la misma. Un Banega que no acaba de arrancar, que le falta velocidad, que incluso se le ve apático, que falla penaltis. Un Parejo que se ha convertido en lo mejor de este equipo, cuando hace un año era suplente. Son síntomas de los problemas del proyecto de Djukic. Falta de calidad, falta de oficio, inocencia y buenas intenciones que lastran la idea futbolística del Serbio. Un simple planteamiento defensivo del rival, juntando líneas atrás y saliendo rápido a la contra sirve para hacer mucho daño a este Valencia, que ve además como cada vez que le llegan le marcan y tiene que ir a remolque el resto del encuentro y hacer un sobre esfuerzo para conseguir cada gol.

Ayer como tantas otras veces  esta temporada acabas teniendo más ocasiones para ganar el partido que el rival, son datos objetivos que sirven como un halo de esperanza al que aferrarse de cara a confiar en el proyecto, pero tan objetivas son las estadísticas positivas como las pruebas de las carencias en el juego colectivo y en las cualidades individuales de cada futbolista. Las voces críticas con Miroslav se multiplican y no seré yo el que lo vaya a exculpar de todo, ya he comentado los errores que observo en el juego valencianista, pero de momento no se le puede echar la culpa de la falta de calidad y las equivocaciones de unos futbolistas que muestran demasiados signos de debilidad. Sí se le pueden pedir responsabilidades por no conseguir formar un conjunto más serio, más contundente en defensa y que deje de ser un coladero. La pregunta radica en si será capaz de enmendar los defectos y hacer un equipo serio o sucumbirá por el camino. Dicen los más críticos, que incluso tenemos más puntos de los merecidos, yo no diría tanto, incluso creo que con poco más de fortuna estaríamos casi en puestos europeos. De los 20 equipos de primera, quitas a 4 y todos son similares, mediocres en muchos aspectos, irregulares como el que más, ahora hace falta quizás saber si nosotros no somos mucho más mediocres en plantilla que hace dos o tres años. Yo creo que sí lo somos.


Foto extraída del facebook oficial del Valencia CF

viernes, 8 de noviembre de 2013

St Gallen 2 - 3 Valencia: Sufrimiento, primera remontada y clasificados



El Valencia consiguió la clasificación para la siguiente fase de la Europa League con más sufrimiento del que tocaba esperar. Este equipo está nervioso aún, temeroso del fracaso y eso lo transmite a los aficionados. ¿Quién ha podido ver  tranquilo el partido hoy? Pocos habrán visto este partido sin sufrir, porque pese a ser superiores, tener más oportunidades y finalmente conseguir remontar un partido que se había puesto cuesta arriba, este equipo es aún muy flojo como bloque, como equipo que se debe imponer a las adversidades.

En un inicio de temporada donde el fútbol no da tregua, los hombres de Djukic están intentando encontrar una identidad propia que pueda ser identificada por la parroquia ché a la vez que lucha por salir de las mini crisis de resultados que está cosechando en este inicio dubitativo de campaña. El técnico, esta vez con apoyo de la directiva, está poco a poco buscando la tecla que otorgue a este equipo la solidez necesaria para poder competir como se espera de un grande y aspirar así a disputar todas las competiciones con garantía de cosechar algún éxito. Se puede decir que el Valencia en estos momentos está en una etapa de crecimiento, está entrando en la adolescencia y arrastra las inseguridades propias de alguien que se enfrenta al cambio que provoca la madurez. Todos queremos ver a un Valencia maduro capaz de actuar como aquel que fue, el que ganaba ligas a los galácticos, pero para ello tendremos que ser pacientes y aguantar partidos difíciles como el de ayer, en el que por fin el equipo remontó un resultado que se había puesto en contra y logró reaccionar superando los numerosos problemas que surgieron durante el choque.

No se si será falta de oficio como comentábamos en pasados partidos o es la seña de identidad de un equipo que pretende ser muy fiel al fair play, pero este equipo no pega, no comete faltas tácticas y es muy blando en la defensa, fruto de ello vinieron los problemas que propiciaron la momentánea remontada del flojo St Gallen, primero con un gol calcado al que encajó el equipo en Bilbao y segundo con una contra que no se supo tampoco cortar a tiempo jugándose una tarjeta que hubiera evitado un mal mayor, el gol del rival.
Si a esto añadimos las dudas en determinados momentos donde no se elige bien el pase o se pierde el balón por arriesgar en el regate o ralentizar el juego cuando hay que darle velocidad tenemos los puntos débiles de este equipo a medio hacer, al cual se le puede sumar la falta de puntería para sentenciar algunos partidos como el de anoche y el de Almería, donde de haber aprovechado mejor las ocasiones se hubiera sumado puntos vitales.

Comentados los puntos negativos a grandes rasgos pasamos a numerar las mejoras y puntos fuertes que se van afianzando. Ayer como decimos el Valencia reaccionó a un resultado en contra, aunque fuera contra un equipo menor que jugaba con un hombre menos tras la expulsión que provocó Jonas y que supuso también la oportunidad fallada por el brasileño al no transformar el lanzamiento de penalti. Además el 7 ayer no tuvo el día y fue quizás el que peor partido disputó de los once blanquinegros junto con Postiga. El portugués no está fino habiendo mostrado su mejor cara tan solo el día del Barsa, ayer quizás era momento de confiar de nuevo en Alcácer que a la postré acabó disputando los últimos minutos. Una de las asignaturas pendientes del entrenador puede ser la de ser algo más justo en la continuidad de aquellos que se la ganan, aunque hay que reconocer la dificultad de dosificar el protagonismo en una plantilla tan extensa.
En cambio podemos hablar de la recuperación de hombres para la causa. El primero a destacar es sin duda Piatti que marcó 2 de los 3 goles del Valencia y completó sus mejores minutos como valencianista, el segundo por orden de importancia se lo daría a la buena actuación de un muy mejorado Barragán que se ha convertido como quien no quiere la cosa en sustituto de garantías del lesionado Joao Pereira. Por su parte, Canales también cuajó un partido muy completo, lanzó dos faltas magistralmente que solo el poste de la portería impidió que acabasen dentro de la red y marcó el gol de la remontada final con un zurdazo colocado al palo derecho de la portería defendida por Lopar.

Del sufrimiento de ayer me quedo con  el respiro que dio la victoria que da tranquilidad para afrontar los dos partidos restantes de la fase de grupos sin la urgencia de ganar para pasar, ya que matemáticamente el pase es seguro, me quedo con la sensación de que la plantilla se va enchufando al completo sumando efectivos como Oriol Romeu, otro jugador destacado en el encuentro que mostró una mejor forma física y capacidad para dotar de consistencia al juego y a la vez mover el balón con criterio, o fortaleciendo la imagen de futbolistas cuasi defenestrados como Victor Ruiz o los mismos Piatti o Barragán. Al menos empezamos a tener recambios para los titulares que hace bien poco eran indiscutibles y eso es bueno.
Veremos también si se es capaz de tapar las brechas en defensa y subir un nivel en agresividad a la hora de atajar las contras y estos jugadores pasan poco a poco de ser bebes a ser futbolistas con oficio. Para ello estas victorias ayudan y mucho y ahora toca solventar el próximo compromiso contra el Valladolid para seguir en la buena línea. ¿Seguiremos con el trivote?

Foto extraída del facebook oficial del Valencia CF

domingo, 3 de noviembre de 2013

Getafe 0 - 1 Valencia: La importancia del oficio



Los valencianistas estábamos nerviosos ante otro partido más que la #LigaDeMierda comandada por los derechos de televisión se empeñan en hacednos tragar. Aún con los ojos legañosos hacía fuerza mental para levantarme del confortable sueño de una noche de sábado y contemplar si el dios del streaming lo permitía una nueva aventura de nuestro Valencia CF. Con mi somnolencia pasé los primeros 5 minutos sin saber si había visto bien la alineación, jugaban un trivote con Parejo y Banega junto con Fuego y arriba Alcacer en punta asistido por bandas con Pabón por la derecha y Piatti a su izquierda. Estas eran las novedades impuestas por Djukic para intentar atajar la mala racha de resultados que había puesto al técnico en la cuerda floja.

Esta vez la suerte acompañó al equipo que consiguió una victoria balsámica, aunque no exenta de contratiempos que convirtieron el partido en un clásico bronco y copero, con lesiones, polémicas y mucho sufrimiento para amarrar los 3 puntos más que necesarios. Hasta 3 valencianistas cayeron lesionados en el choque. Diego Alves volvió a resentirse y Guaita tuvo que sustituirle de nuevo, esta vez manteniendo la puerta a 0 no sin problemas, ya que para ello necesitó sacar su mejor arma, las salidas de puños para evitar lo que pudo haber sido algún susto en los minutos finales del encuentro. Un final trepidante donde Mathieu con una cojera que apenas le permitía arrastrarse por el campo fue el fiel representante de la diferencia entre esta victoria casi pírrica y la derrota contra el Almería y esa diferencia que ya apuntábamos el otro día es sin duda el oficio. El Valencia esta vez no estaba dispuesto a dejar escapar el triunfo que tanto necesitaba para espantar viejos fantasmas y primó el esfuerzo físico a la filigrana futbolística, se vació en el terreno de juego exprimiendo su fondo físico para sumar ayudas a cada compañero que perdía un balón, mostró más intensidad en la disputa de los balones divididos y como último recurso sacó la mala leche representada en la reacción algo desmedida de Guaita en una disputa con Alexis donde se refleja sin duda el miedo a perder que tiene este equipo. Algo que si bien es negativo porque implica inseguridad, también tiene su nota positiva ya que si algo parece estar demostrándose es que este grupo de jugadores no están dispuestos a tirar la toalla, van todos a una y cuando están con el agua al cuello saben reaccionar.

En el apartado individual podemos destacar a Barragán que suplió a Joao Pereira más que aceptablemente confirmando su mejor nivel desde que viste la zamarra blanquinegra, el buen papel de Paco Alcácer que en mi opinión es el delantero que más en forma tiene este Valencia. Hoy no marca gol, el larguero se ocupó de evitarlo, incluso el egoísmo de Fede en los minutos finales, pero sus movimientos en ataque son mucho más interesantes que lo visto por los demás puntas hasta ahora. También resurgió Pabón con un auténtico golazo desde fuera del área que ojalá sirva para empezar a disfrutar de sus mejores atributos a partir de ahora y vimos a un Piatti cumplidor cuanto menos que no dudó en presionar incluso con una evidente cojera hasta que fue sustituido por quizás el más mejorable en el día de hoy, un Sergio Canales que debe dar algo más para convertirse en referente de este equipo. Para finalizar destaco la labor de Parejo que junto a Banega sacó su mejor versión, la que debe tener continuidad a mi modo de ver.

Veremos si tengo razón y con una pizca de suerte se encadenan de nuevo una serie de buenos resultados que reafirmen el juego del equipo. Veremos si el 4-3-3, sistema para mí ideal para minimizar las carencias de la plantilla y maximizar las virtudes de nuestros atacantes ha llegado para quedarse, estaremos atentos a la gestión del vestuario llevada a cabo por Djukic después de su último respaldo recibido por Amadeo Salvo. Tiene una oportunidad de oro que no debe dejar escapar para como ya aconsejé en mi último post, llegar hasta el dinal fiel a su estilo, a sus ideales. Puede que para ello debamos ser algo permisivos y tener más paciencia que el Santo Job, permitiendo al menos el beneficio de la duda para ver si los errores o carencias del sistema van desapareciendo junto con las pruebas fallidas vistas hasta ahora. Otros probaron hasta el final, hasta 4 años de probaturas, Djuka lleva 12 partidos en los que con algo más de suerte hubiera conseguido más, no ha estado del todo bien ni del todo mal. Lo que está claro es que si queremos ser un club serio no podemos alzar el grito en el cielo cada vez que un equipo en construcción encadene dos malos partidos ni creer que todo se arregla cambiando a la mínima de entrenador.

Una nota curiosa para aquellos que aprovechan cualquier oportunidad para proponer sustitutos, los mismos nombres que sonaban en un artículo leído el otro día -lleno de incongruencias por cierto- sonaban en Sevilla en la derrota sufrida por el equipo de Unai en la noche de ayer. Al menos que tengan un poquito más de imaginación.

Foto extraída del facebook oficial del Valencia CF

jueves, 31 de octubre de 2013

Valencia 1 - 2 Almería: Noche de miedo en Mestalla


Otra noche en la que la palabra final volvía a adquirir un significado triste y poco ilusionante donde la importancia recaía en que el Valencia frenara de nuevo la mala racha de resultados para bien de Djukic y para la tranquilidad de la afición. La rueda de prensa previa del serbio en una especie de pronóstico maldito presagiaba que el partido podía convertirse en una trampa. El rival era muy débil, venía colista y además sin saber lo que era ganar en liga, datos que nunca me gustan porque suelen añadir más presión a los futbolistas, algo que aún sin ser una excusa válida, se suele repetir en muchas ocasiones.

La trampa a la que hacemos alusión lamentablemente se dio y el Valencia pese a empezar ganando se desmoronó al mínimo contratiempo regalando una remontada al Almería que se encontró sin apenas creerlo con la primera victoria de la temporada, algo que por supuesto no estaban dispuestos a dejar pasar y para ello sacaron un aspecto futbolístico que aún se está esperando en nuestro equipo, una cualidad importantísima llamada oficio. El oficio es lo que permite que un equipo tan necesitado de sacar sus primeros 3 puntos en un partido pierda el tiempo que haga falta para no dejar escapar su primera victoria, el oficio es lo que le falta a un equipo que era claramente superior en el partido y tenía todo a favor para matar el partido y dudó en aplicar un plus de agresividad para rematar al colista de primera. El 1 a 0 momentáneo no se supo convertir en el 2 - 0 de la tranquilidad y cuando sobrevino el empate almeriense los fantasmas de la inseguridad hicieron su presencia en Mestalla, la noche de Halloween se adelantó y Djukic supo lo que es pasar miedo cuando de nuevo la falta de oficio permitió que una arrancada en velocidad de Aleix Vidal pareciera una cabalgada más digna de genios del balón como Maradona que de un jugador de un recién ascendido. Una simple falta de Joao Pereira hubiera evitado la derrota, pero inexplicablemente el oficio no existe en esta plantilla.

La presencia de la Guadaña se intuía en el santuario como posible verdugo del entrenador, aunque de momento el serbio consigue engañar al encapuchado esta vez protegido por una grada que clamó antes contra Braulio que contra el serbio, sabedora de que la destitución del técnico, de momento no garantiza una mejora sustancial si no se remedian antes los defectos de una planificación caótica o al menos se evita su postergación, con un conveniente relevo en la dirección deportiva encabezada por el último representante del llorentismo, . Las razones son evidentes, si para buscar las claves de las carencias en el funcionamiento del equipo hay que desviar la mirada hacia su máximo responsable en el banquillo, el entrenador, para exigir responsabilidades sobre los errores del técnico hay que subir la mirada y centrarla en la dirección deportiva, en este caso Braulio Vázquez, quién a su vez se convierte en el centro de las críticas por su cuestionado buen hacer en la confección de la plantilla.

Con todo esto, Salvo quien se encontraba la noche de ayer en Singapur en viaje de negocios, es decir, trabajando para el Valencia CF, parece ser que confirma la confianza en su entrenador. No sabemos si será tan solo una prorroga que ofrezca tiempo extra para solucionar la situación negativa del equipo y que permita en caso de fracaso, buscar a un buen sustituto para la banqueta blanquinegra , pero de momento Salvo demuestra tener cojones valentía en sus decisiones aunque estas puedan estar respaldadas más en la fe que en lo visto en el terreno de juego hasta ahora. Así pues, parece claro que Djukic volverá a estar al frente del equipo el próximo domingo en Getafe donde volverá a disponer de una nueva oportunidad para que sus jugadores muestren que asimilan por fin sus ideas.

Hoy por hoy Getafe aspira a ser la segunda intentona para conseguir el Montjuic particular de Miroslav Djukic que ya tuvo su primera oportunidad contra el Sevilla en Mestalla. Aquella vez el equipo respondió pero olvidó rápido su misión, esta vez la afición espera lo mismo de los suyos pero sin olvidar la misión, ya que de no repetirse la jugada, los valencianistas empezaremos a recordar tiempos muy negros que solo rememoramos en nuestras peores pesadillas.

Personalmente y siendo consciente de que Djukic ha tenido todo a su favor para demostrar su valía, como ya hice en alguna ocasión antes de inminentes destituciones de pasados entrenadores, daré mi consejo al técnico, esperando a que no caiga en saco roto. Le recomiendo que muera con sus ideas, si estas son las de tener el balón y llevar la iniciativa en ataque que convenza a los suyos de que son capaces y que disponga a los hombres más aptos para llevar a cabo su planteamiento, sin temor, sin agachar la cabeza en la banda, mostrando su valor a la plantilla, gritando si es necesario, haciendo el payaso al estilo Unai si no hay más remedio. si ha de morir que lo haga con las botas puestas. Quizá el problema no esté en que la plantilla no pueda desempeñar tal o cual sistema, sino en que no está convencida de ello. Muestra de la incredulidad de los futbolistas es la duda que transmiten en determinados momentos del juego, donde la inseguridad defensiva refleja el no saber si presionar como mercenarios o sacar el balón jugado como un equipo de la playstation. Es necesario jugársela a doble o nada, la cagada ya está hecha, no hay tiempo para dudar sino para actuar. 

Mi opinión es que más allá de la falta de calidad en algunos futbolistas o de la elección más o menos acertada en la alineación, la clave está en la desconfianza de los futbolistas. He repasado estadísticas, algo raro en mí, y éstas evidencian que no es solo un problema de inoperancia total como otras veces así ha sido. Esto solo se ha dado en determinados encuentros, Bétis, Español y poco más. El resto se ha perdido por no tener claro que hacer en cada momento. Se podría poner como símil el boxeo donde un rival puede ganar por puntos pero de nada sirve si el adversario te vence por K.O dando los golpes más fuertes. Y es que golpes damos pocos, faltas escasas, cuando estas podrían salvarte de recibir más de un K.O. Así que puede que la tecla que busca Djukic pase por convencer a los suyos de que crean en su juego porque las estadísticas reflejan que son capaces pero que por falta de pegada no han conseguido aún el cinturón que los acredite para ser un verdadero aspirante.

Foto extraída del facebook oficial del Valencia CF

domingo, 27 de octubre de 2013

Villareal 4 - 1 Valencia: varapalo al proyecto de Djukic



A pesar de la contundente victoria frente al St. Gallen en Europa League, todos teníamos dudas de si este Valencia iba a poder superar a un rival directo como es el Villareal de Marcelino. El juego del equipo era sobre todo dubitativo hasta la fecha, ya que si bien Djukic parecía haber establecido una idea de jugar al toque y tener la posesión, este sistema no parecía ser asimilado del todo por una plantilla que aunque no exenta de calidad ofrece muchas muestras de lo mal planificada que está. Los resultados tampoco animaban, ya que solo se había iniciado una tímida recuperación contra equipos de bajo nivel y mostrando pocos argumentos más allá de una solidez defensiva que se convertía en eficaz únicamente por la sencillez de su planteamiento, es decir, renunciando a cualquier signo de filigrana con el balón y centrándose en la contundencia en la presión y en juntar las líneas evitando contras mortales del rival

Este Valencia basaba el crecimiento del equipo en la unión del grupo, encabezada por la avanzadilla lusa que era comandada por las fotos de Joao y los testarazos de R.Costa que además de capitán parece haberse impuesto antes como delantero titular que los llamados a ser sustitutos de Soldado y Valdés. Quizá sea esto un síntoma más del desbarajuste general del Valencia donde Djukic no ha conseguido aclararse sobre quién debe jugar en cada posición ni está siendo fiel a su propia filosofía pregonada una y otra vez en rueda de prensa. Yo he mantenido la fe en el serbio, algo demostrado en este mismo blog, pero ciertamente si sigue así ni a mi me quedarán motivos por los que defenderle. Una pena, porque su discurso de grandeza me había calado hondo.

Hoy otra oportunidad perdida para el triunfo del grupo sobre el individualismo, el Valencia tenía la misión impuesta por su técnico de dar un golpe encima de la mesa y lo que ha conseguido es romper el escritorio que sostenía las tareas a medio hacer. Esta vez no vale la escusa de que el perro se ha comido los deberes. Se pidió un cambio de actitud y se consiguió, se echo a Ramí y los jugadores iban ganando en entrega y en confianza. Los menos habituales comenzaban a entonarse, pero esto de nada sirve si no se les a continuidad, y hoy chirriaban las ausencias de Parejo viendo la poco defendible presencia fija en el once de Ever Banega, también se entendía bien poco la ni siquiera convocatoria de un Paco Alcacer que ha aprovechado más los minutos que los demás delanteros que si cuentan con la confianza del técnico. Hay jugadores que empiezan a tener oportunidades desmedidas como Pabón. Esto solo puede traer consigo una consecuencia, la de la desconfianza de los jugadores hacia su técnico que pueden interpretar que no se premian los méritos a la hora de hacer alineaciones.

Todo esto no tendría importancia si se viera un estilo definido y si los resultados dieran la razón a Djukic, algo que no se da. No quisiera sentenciarlo definitivamente ya que he sido siempre partidista de mantener la confianza en un proyecto a largo plazo antes de estar alerta permanentemente a cualquier síntoma precoz de fracaso, pero no puedo negar que hay cosas que empiezo a no entender. Algo que por otra parte me ha sucedido con la mayoría de los últimos entrenadores del Valencia, en menor medida con Valverde sí pero no por ello me gustaban sus decisiones al 100%. Cierto es que también me guardo cosas que se van enmendando, se va imponiendo Bernat por delante de un desangelado Guardado y quizás esas oportunidades inmerecidas para algunos lleguen a su fin después del varapalo de hoy, otra abultada derrota por 4 a 1. El problema es que la situación del club es cada vez más delicada, no hay dinero para enmendar las carencias de una planificación desacertada, el cambio de cromos en la dirección del banquillo está demostrado que no es una solución segura y solo cabe esperar que la cosa cambie el rumbo apocalíptico que viene llevando y que nos tiene acostumbrados a escribir siempre crónicas derrotistas o cuanto menos más negras de lo que desearíamos. A este paso, hasta yo corro el riesgo de no acordarme de dar argumentos positivos. Es por eso que necesito un descanso mental. Dejar de pensar por un momento en posibles soluciones y reservar las pocas energías que me quedan por si al final todo queda en un obstáculo más en el camino. Es el momento de que el equipo, Djukic y Salvo solucionen de una vez la situación. La afición no puede hacer más.

Si tuviera que elegir casi preferiría echarme a dormir y despertarme por allá por el mes de marzo y ver si milagrosamente la situación se ha revertido con éxito o si por el contrario las voces apocalípticas han triunfado y esto va a peor. Así que no me queda otra que esperar a ver los acontecimientos sin muchas esperanzas positivas al respecto. Hoy si me veo invadido por el pesimismo, Qué le vamos a hacer.

foto extraída del facebook oficial del VCF

viernes, 25 de octubre de 2013

Valencia 5 - 1 St. Gallen : Empezamos a funcioanar



Si lo hubiera planeado detenidamente no hubiera acertado tanto. Un alineamiento de los astros extraño y oculto ha debido ser el responsable de que en una noche como la de ayer haya sido posible acudir al santuario acompañado de mi hermana y mis padres, todos en familia, para disfrutar un partido que prometía victoria pero no estaba asegurada del todo. Y vaya si lo disfrutamos, sobre todo mi madre que aprovechó la ocasión y estuvo animando casi casi con la misma euforia que cualquier joven de la Curva Nord.

Dejando a un lado las cuestiones personales, el partido de ayer fue de esos que se convierten en una fiesta del fútbol al poco de empezar a rodar el esférico por el césped. Era muy importante sacar los 3 puntos para encarrilar la liguilla que semanas atrás se había complicado con la dura derrota contra el Swansea y el equipo fue consciente de ello. Así pues, con una alineación que introducía unas lógicas rotaciones, se cuajó un partido serio desde el inicio y pronto se encarriló la victoria con un tempranero gol de Paco Alcacer que aprovechó otra oportunidad para seguir sumando motivos por el que confiar en el torrentino.  A partir de ahí el festival comenzó y el primero en sumarse a la fiesta fue Fede Cartabia marcando los dos siguientes goles no sin la ayuda del portero rival que fue una amigo para los valencianos. El canterano argentino cuajó de nuevo una actuación perfecta demostrando que el chaval se ha convertido en el jugador más desbordante del equipo en poco tiempo y haciendo ver que hay que saber atarlo para que no se convierta en otro caso Isco. La sentencia llegó con el gol de Ricardo Costa después del lanzamiento de un corner que anotó el cuarto de la noche con un remate de cabeza precedido de un buen pase también con la cabeza de Víctor Ruiz.

El cómodo resultado de 4-0 apenas transcurrida la media hora de juego cubrió a la noche con la vestimenta perfecta para que los chés se lucieran, cogieran confianza y los menos rodados pudieran demostrar que tienen hueco en el equipo de Djukic. Esto bien lo aprovechó el protagonista del quinto y último gol del Valencia, un Sergio Canales que completó su mejor partido de la temporada dando muestras de lo que se espera de este jugadorazo y bordando su papel con un excelente lanzamiento de falta que se coló pegado al palo izquierdo del portero suizo. Canales acompañó tanto en ataque como en defensa la mayoría de jugadas del equipo, pero aún quedan nombres que destacar de la noche europea. Oriol Romeu, muy cuestionado por su bajo estado de forma en anteriores comparecencias también se le vió más fino y acertado cumpliendo con su deber de contención y repartiendo el balón conforme convenía en cada caso. Le falta chispa aún y no alcanza el nivel que posee en estos momentos Javi Fuego pero sin duda es una buena noticia que el chaval sume su candidatura a la causa y ponga las cosas difíciles al mister. Y es que parece que poco a poco la competencia surge en la plantilla, tal y como demuestra también Dani Parejo quien está aprovechando también los pocos minutos que ha disputado para intentar quitarle el puesto al por ahora indispensable para el míster Ever Banega, aunque yo particularmente soy de los que piensan que nuestros dos centrocampistas más jugones tienen también cabida como complementarios uno del otro, al menos en ciertos escenarios.

Veremos que nos depara el derbi del domingo, que con la dosis de moral conseguida en Europa League se antoja más igualado de lo que cabía esperar unas pocas jornadas atrás. La afición ya comienza a debatir sobre posibles onces y esto es síntoma de que poco a poco se empieza a hablar más de fútbol y menos de la apatía e indolencia que los chicos mostraban al inicio de la temporada. No son pocos los debates candentes que conciernen al posible once titular para el choque ante el Villareal. La duda entre mantener a Guaita en portería o la vuelta del recuperado Diego Alves, la decisión de quién merece ocupar la punta de ataque, si Alcacer o Postiga y sobre todo quienes han de ser los protagonistas por banda izquierda, donde más dudas hay. Contra el St Gallen creo que quedó bien demostrado que Bernat está bastante mejor que Guardado para ocupar el puesto o bien de lateral o bien de extremo y viendo la carencia de laterales izquierdos lo lógico sería ver al de Cullera defendiendo el costado izquierdo con la incertidumbre de quién debe ser el acompañante en ataque, donde Pabón tampoco ha rendido como es debido. Puestos a buscar una solución mi opción sería disponer a Fede en banda izquierda por delante de Bernat y dejar en banda derecha a Feghouli que dicho sea de paso parece estar entonándose poco a poco con lo que no debería desentonar demasiado.


Poco más que añadir y a la espera del importante duelo del domingo no quisiera terminar la entrada sin hacer alusión a la nota emotiva de la noche y que evocó en mí recuerdos imborrables de tiempos pasados difícilmente igualables. Hablo por supuesto de la presencia del Piojo López en las gradas de Mestalla. Imposible no emocionarse cuando el estrenado videomarcador del estadio emitía las imágenes de los mejores momentos del eterno 7 argentino. El Piojo volvía a la que siempre será su casa y también como mi familia no podía haber elegido mejor ocasión para volver a visitar el estadio valencianista. Seguro que se llevará un grato recuerdo del cariño de la gente, ayer traducido en numerosos cánticos dedicados a la figura del que para un servidor es la figura más grande del valencianismo moderno junto a Mendieta y unos pocos elegidos con respeto de Kempes y otras míticas glorias del valencianismo. Piojo, Va por tí.


Fotos extraídas del facebook oficial del Valencia CF.

domingo, 20 de octubre de 2013

Valencia 1 - 2 R.Sociedad: Olvidemos el partido


Después de dos semanas de parón liguero que frenaba la buena racha valencianista y su recuperación casi milagrosa me invadía un inusual mono valencianista que me hacía desear ver seguir la buena racha y comprobar que lo que empezó a verse en el nuevo San Mamés era realmente un atisbo de cambio en el juego del equipo y no únicamente un episodio aislado de buena interpretación futbolística.

El partido contra la Real se había hecho esperar mucho y además venía precedido de un sentimiento de necesidad de venganza que no suele ser buena compañía y que acostumbra más a desequilibrar y enturbiar el ambiente que a templar los ánimos para la ocasión. Esta vez quería presenciar bien el choque y ante la imposibilidad de asistir al santuario me preparé para ver el encuentro cómodamente sentado en mi bar de confianza. Durante los 90 minutos no perdí la concentración más allá de los tragos al botellín de cerveza que calmaban la sed de contemplar una victoria que unira buen juego y resultado y se convirtiera en el trampolín hacia el despegar definitivo del equipo. El árbitro pitaba el final y junto a mi padre que había sido el compañero de fatigas ideal debatíamos de camino a casa lo injusto que es a veces el fútbol. El Valencia no había estado brillante, eso no cabe duda, pero la Real se había llevado un premio que ciertamente poco mereció.

A veces me siento solo cuando trato de defender la actuación del Valencia en determinadas situaciones y no hablo de sentirse solo ante los rivales o los garrulos de turno que solo intentan burlarse, crear gresca o alabar a sus equipos frente a los demás. Lamentablemente me siento solo ante la mayoría de compatriotas valencianos que viven en un derrotismo continuo. Este derrotismo puede estar bien justificado por todos estos años de sinsabores, por la situación del club en lo financiero y la inseguridad que ello crea ante un futuro incierto, pero no debe ser la excusa para verlo todo siempre negro haciendo de cualquier tropiezo el pretexto de mezclar churras con merinas. Yo mismo caigo a veces en el pesimismo, de hecho ultimamente más de lo que acostumbra a ser sano, algo que se agrava con la crisis general que se vive en el país, pero aún así considero vital hacer un esfuerzo en dosificar las críticas y en establecer las mismas cuando más oportuno es y más justas son y justamente en este partido sobran muchas de ellas.

Hablando del partido en concreto, por supuesto que hay cosas mejorables y por lo tanto criticables, pero uno lee críticas que parecen algo ya manido, más común de un tópico que de una realidad momentánea. Nos podemos quejar de la falta de calidad del equipo, de las carencias en algunas fases del partido en cuanto a la creación de peligro o de ocasiones claras de gol. Podemos opinar del técnico, de los hombres elegidos en cada posición o de los cambios realizados. Nos podemos quejar de muchos asuntos en un partido pero no entiendo como lo que muchos veían luces en el equipo en su empate contra el Bilbao hoy se tornan en sombras y tinieblas en la derrota frente a la Real. Lo que parecía como un resurgir del buen juego en tierras vascas hoy se convierte en un paso atrás frente a un rival directo y de Champions. ¿Es que acaso se jugó mucho peor ayer que hace dos semanas? Si es así yo he visto otro partido y el que he revisado esta mañana ha sido amañado por completo.

Yo vi un partido en el que claramente se dominó, no cabe duda de esto al menos hasta el gol realista, me puedo apoyar incluso en las estadísticas, posesión, remates, corners, todos ellos datos que benefician al Valencia CF. El equipo intentó llevar el peso del partido y buscar la victoria hasta el final. La Real defendió soberbiamente a un Valencia que le sobraron imprecisiones sobre todo en el último pase o centro al área y donde los hombres de arriba, Postiga y Jonas fallaron demasiado. Sería injusto por otra parte no citar el gol anulado del brasileño que hubiera significado probablemente otro desenlace y nótese que no me quiero justificar con la actuación arbitral aunque esta haya sido bastante nefasta. Se ha atacado a Banega una vez más y he de decir que estuvo casi perfecto hasta el segundo gol de la noche cuando esta vez sí, el Valencia se sintió más tocado y con menos ideas, incapaz de encontrar la solución para atravesar una férrea defensa del equipo rival. Quizás el cansancio de los compromisos internacionales hiciera mella en el argentino, pero estuvo más atinado en los pases, renunció a la conducción innecesaria y mantuvo la posición que mejor le va al equipo, situarse justo por delante de los centrales para construir el juego desde atrás con criterio. Su sustituto fue Parejo que dispuso argumentos para poder demandar más minutos en el campo. Sería también faltar a la verdad si no admitiera que la Real pudo matarnos en las contras pero fueron momentos aislados, nunca tuvo la decisión de ir al ataque, se encontró con un resultado buenísimo y supo como mantenerlo a la perfección.

Para el resto de los nombres propios del partido toca citar a Djukic, el otro gran atacado de la noche incluso precozmente sentenciado en muchas ocasiones. Y es que al serbio se le pueden achacar fallos, pero no darle el tiempo justo para enmendarlos sería no tolerar ahora lo que tanto hemos aguantado en otros técnicos desde la triste marcha de Benítez. Venía un tiempo criticando la labor por la banda de Pabón y su cambio de posición en la segunda parte convertido en punta de lanza del equipo puede que sea la nota final que haga reflexionar de una vez al mister. La asignatura pendiente que le achaco aún sigue siendo la elección de las piezas para componer la banda izquierda, donde Guardado no me termina de convencer y Bernat debería ser más protagonista. También se le puede reprochar su falta de confianza en Alcacer viendo que Postiga no atraviesa su mejor momento, con un delantero más acertado el resultado podía haber sido otro. No obstante, todas estas decisiones siguen sin ser suficientes por ahora para que deje de confiar en las posibilidades de Djukic al frente del equipo. Si por el contrario queremos valorar la planificación de la plantilla, el debate hay que alejarlo de una mera crónica post partido ya que si no caeremos de nuevo en el error de mezclar demasiados conceptos y olvidarnos del objetivo.

Hace un mes pedíamos tan solo que el equipo le echara huevos y cambiara de actitud para mantener nuestra confianza y animarles sin tregua, el equipo respondió bien. Hace dos semanas pedíamos ver algo más de fútbol y no solo defenderse con uñas y dientes, esto surgió en Bilbao. Bien, si ahora que el equipo está respondiendo reprochamos que lo intente aunque no se consiga una victoria quizás tenemos que decidir que es lo que esperamos de nuestro equipo antes de pedir explicaciones. Se acepta debate si no estáis de acuerdo.

foto extraída del facebook oficial del Valencia CF.

martes, 8 de octubre de 2013

Athletic 1 - 1 Valencia: Apareció el buen juego



El Valencia visitaba el nuevo San Mamés con la intención de seguir en la buena racha que viene acompañando al equipo desde la victoria contra el Sevilla. En poco más de una semana se habían conseguido 9 puntos y remontar el vuelo en Europa, aunque para ello se ha tenido que sufrir viendo al equipo sacrificar el buen trato con el balón por la contundencia defensiva y el juego directo. Un sacrifico que se antojaba necesario si se quería salir del pozo de mediocridad en el que Djukic y los suyos se metían irremediablemente.

Bilbao se había convertido en la plaza ideal para sacar a relucir un juego más sólido y vistoso y mostrar así argumentos de peso que permitieran creer realmente en las aspiraciones del equipo. Quizás la confianza que da sentirse más alejado de la zona de peligro en la clasificación y la posibilidad de acercarse al objetivo de puestos europeos haya sido la clave para que por fin los valencianistas gozáramos de un partido con sabor a fútbol donde volvieron a brotar buenas combinaciones con el balón jugado, posesiones más prolongadas y una estrategia más depurada en cuanto a colocación y movimientos de los nuestros.

El 1-1 conseguido contra el equipo del ex-técnico valencianista Valverde suma solo un punto que sabe a poco después de la imagen mostrada por el Valencia en tierras vascas. La puntería de cara a puerta falló para matar un encuentro en el que en el cómputo general  fue mejor el Valencia que creaba mayor sensación de peligro cuando tenía la pelota y a su vez dejaba pocas opciones al rival cuando no gozaba de ella. Lástima el fallo defensivo en el gol de Mikel Rico que supuso el empate final.

Sin embargo más allá de los puntos la mejoría en el juego fue evidente y las críticas del partido son positivas con unanimidad. Se vió un Valencia más serio, con las ideas más claras y sin perder de vista ese espíritu de unión en el vestuario que poco a poco parece cuajar en la plantilla, donde el grupo prima sobre el jugador aún habiendo mejora también a nivel individual, como es el caso de Feghouli y el otrora secundario Barragán. Ambos completaron una buena actuación por la banda derecha. El argelino provocó el penalti sensacionalmente transformado por Banega y el gallego estuvo preciso para tapar las internadas del Athletic por su banda a la par que tuvo en sus botas el que hubiera sido el gol de la victoria. Sin llegar al nivel del lesionado Joao Pereira pero si cumplió perfectamente incluso dicho por él mismo, es el mejor partido de Barragán con el Valencia CF.

Por último, los otros nombres destacables son el de Mathieu, muy sólido atrás y sacando el balón con precisión y soltura, Jonas que no consiguió marcar pero estuvo muy activo tanto en la recuperación como en el ataque sacando dos magníficos disparos que atajó el meta bilbaíno. Banega que mejoró respecto a lo visto últimamente aunque sigue abusando en la conducción lo que provocó de nuevo algunas pérdidas inoportunas. Javi Fuego que se consagró como líder del centro del campo, siendo imprescindible en la destrucción del juego rival y sería injusto no alabar el debut liguero del chaval de la casa Paco Alcacer que lamentablemente no gozó de oportunidades claras de marcar pero rindió a un buen nivel digno de merecer más oportunidades como esta.

Quizás la nota negativa pueda estar en la banda izquierda donde no termina de convencerme Pabón y donde Guardado tuvo serios problemas para defender su banda. El colombiano se le ve demasiado anclado a su posición sin apenas desborde y sin la posibilidad de explotar su velocidad, en mi opinión rendiría mejor en punta. Djukic tendrá que pulir el once decidiendo que hombres son los ideales para ese lateral y extremo zurdos del equipo. Así que a la espera de ver como va creciendo el equipo y deseando que siga la mejoría me despido hasta la vuelta del parón liguero. Llega la hora de la selección pero yo ya tengo ganas de descubrir si por fin podremos disfrutar de un equipo aguerrido y con personalidad que nos sacie las ganas acumuladas de ver buen fútbol.

Fotos extraídas del Facebook oficial del Valencia CF

viernes, 4 de octubre de 2013

Esos partidos rusos de Uefa


Si por algo me disgusta esta competición no es por que la considere una copa menor, en mi opinión disputar cualquier torneo y más europeo es sinónimo de alegría, y cuando digo disputar me refiero a jugar con posibilidades reales de llevarte el trofeo o al menos de disputarlo dignamente. Lo que realmente me disgusta es el largo, tortuoso y poco agradecido camino que trae consigo el llegar a las fases importantes del campeonato. Ese camino implica inexorablemente jugar partidos como el de hoy, llamémosles rusos, muy típicos de Uefa, ahora llamada Europa League. Porque no nos engañemos, en días como hoy es donde se reconoce a un valencianista de verdad, se lo descubre intentando sintonizar un enlace válido en su ordenador, si antes no se ha vuelto loco intentando averiguar la hora del partido, o recorriendo miles de quilómetros para ver a su equipo, dejando así estampas de auténtico fervor por unos colores (véase la foto inferior). Y no nos engañemos tampoco, estos partidos feos han existido siempre, incluso en tiempos de dobletes y de Benítez. Si ganas no pasa nada, todo OK pero sin halagos, si pierdes es el apocalipsis.


Siguiendo mi costumbre evitaré hacer una crónica al uso del partido del Valencia en tierras rusas, de todas formas, bastante castigo es tragarse 90 minutos de un juego insulso y meramente eficaz de nuestro Valencia como para además intentar desgranarlo técnicamente y aborrecer más si cabe a los pobres incautos lectores. Comentaré lo que para mi más relevante ha sido empezando cómo no por el resultado y los 3 puntos conseguidos para seguir con las aspiraciones de pasar de ronda.

El 0-2 final a favor de los ches deja otras conclusiones positivas que esconden las carencias del juego del equipo. Por una parte tenemos los goles, marcados por Paco Alcacer y por Feghouli, dos chicos que necesitaban el premio del gol para coger confianza en ellos mismos. Del que más me alegro es por el torrentino, un chaval que no ha gozado de oportunidades en minutos oficiales y que después de empezar como suplente ha conseguido perforar la portería rival en la primera ocasión que se le ha puesto por delante. Cierto es que fue un regalo del meta Benelov pero no por ello menos importante para el canterano. El segundo gol anotado por el argelino de falta directa con ayuda también del hoy amigo portero ruso puede servir y ojalá para ver de nuevo la cara buena de Feghouli.
Piatti que sorprendentemente fue titular estuvo regular como casi siempre. Sería bueno recuperarlo para la causa pero creo sinceramente que pocas opciones le quedan si no demuestra pronto que es capaz de algo más.

Más allá de los goles destacar el valor de dejar la puerta a 0 por tercera vez consecutiva. Hoy el encargado de guardar la portería fue otro torrentí. Vicente Guaita cumplió con el poco trabajo que tuvo sin fallo alguno y además tendrá el premio de demostrar que es tan válido o más que Alves como titular los próximos partidos, debido a la lesión del brasileño.  Puede que la casualidad haga algo pero el síntoma de mejoría en defensa es palpable con un sistema más ordenado atrás o más concentrado en su papel o como lo quieran explicar los expertos en fútbol. Lo que es un hecho es que se ha superado el primer escollo en la temporada, la primera crisis, y aunque no estemos curados, tenemos las medicinas necesarias. Solo debemos pues, adivinar la dosis correcta y administrarlas bien.

Ahora todos nos preguntamos si seguiremos viendo el juego gris pero eficaz que nos ha llevado a ganar los últimos partidos o si a raíz de la confianza adquirida llegará el buen juego. El Athletic será la próxima prueba de nivel a la que se enfrentará este Valencia. Quién sabe si veremos un partido entretenido que refleje un cambio real en el equipo más allá del resultado o presenciaremos otro partido frío y soporífero como el de hoy. Un partido de esos rusos.

Fotos extraídas del Facebook oficial del Valencia CF

miércoles, 2 de octubre de 2013

Recuperando la autoestima



Después de la mala racha de juego y de actitud mostrada por el Valencia hasta el día del Sevilla, tocaba refrendar el cambio que se observó en la forma de encarar ese partido vital para los intereses del equipo y que supuso la victoria frente al equipo hispalense.

En una liga tan absurdamente organizada que nos dejó la pasada semana once días seguidos sin pausa, el Valencia pudo sacar beneficio y registró dos nuevas victorias por la mínima ante Granada y Rayo Vallecano, algo que ha servido para lavar la cara de indolencia que habían estado mostrando hasta ahora y empezar a dirigirse por el buen camino que lleva a cualquier éxito deportivo. 9 puntos conseguidos de 9 posibles, no sin sufrimiento ni dificultades de por medio pero que alejan momentáneamente viejos y nuevos fantasmas del horizonte valencianista y afianzan los cimientos del proyecto de Djukic.

Ante dos equipos a priori inferiores se optó por disponer un juego poco vistoso pero más seguro y menos temerario que en anteriores ocasiones. Se prefirió poner hincapié en la robustez defensiva y la presión y desplegar un juego más directo y rápido aún con el riesgo de perder posesión y calidad en el manejo del balón. Digamos que el entrenador y los jugadores han decidido empezar la casa desde los cimientos (defensa, mantener la puerta a 0), aprendiendo a ir al choque, a no dejar enormes espacios entre líneas, no arriesgando en la salida de balón y mostrar una entrega, concentración y actitud que se echaba muy en falta en el conjunto blanquinegro. Un conjunto de ideas que son la base de lo que significa unión en el grupo. Algo que si se consolida puede dotar de una mayor confianza para alcanzar el segundo nivel deseado, el buen juego.

Por supuesto que se echa de menos el toque de un equipo que debe exponer más argumentos que los mostrados en estos 3 últimos compromisos. Tiempo habrá de debatir sobre el sistema o los hombres que deben jugar en el equipo pero este cambio de actitud y la racha de resultados puede hacer posible que se enfrenten las cosas con un optimismo nuevo. Esperemos que sea así y no se abandone esa base de unión y compromiso, venciendo de una vez por todas oscuras teorías de camas hechas y dejando en la cuneta  a esas ovejas negras que solo restan como es el caso de Adil Ramí y su polémico comportamiento.

Dejémonos guiar por el espíritu de unión y de piña que representan las fotos de Joao Pereira y sumemos el mayor número posible de efectivos a la causa y pronto podremos hablar y debatir únicamente de aspectos futbolísticos. Consigamos parar los intentos de desestabilizar el club, no le hagamos caso a esos periolistos que desde su posición privilegiada hacen poco favor al equipo, buscan hacer daño aprovechando cualquier excusa hurgando en la herida si es necesario. Unámonos por la causa y seamos conscientes de lo duro que es para los nuevos representantes del club luchar por que todo siga adelante dadas las circunstancias adversas. Seamos críticos pero con argumentos realistas. Vivimos en un entorno en el que antiguos dirigentes urden desde la sombra estratagemas para volver al poder y eso son escollos para el porvenir del club. Ahora la Curva Nord, componente esencial en la fuerza de la grada de Mestalla se debilita internamente. Ojalá supere sus problemas y siga animando con sus cánticos incansables a un equipo histórico como el nuestro.

Mañana tendremos otro partido importantísimo para avanzar en Europa League. el rival será el ruso Kuban Krasnodar y del resultado conseguido dependerán las opciones de seguir vivos en la competición. El equipo contará con nuevas caras que suplan las últimas lesiones y las rotaciones que establece el mister. Por mi parte solo pienso en que el equipo mantenga esa actitud de lucha en común y que se consiga la cuarta victoria consecutiva.

Fotos extraídas de la web de Superdeporte y del Facebook oficial del Valencia CF

lunes, 23 de septiembre de 2013

Valencia 3 - 1 Sevilla: El Valencia reacciona



Por fin se frenó en seco la caída libre que venía sufriendo el juego y los resultados del Valencia CF y lo hizo en el momento más necesario, en un partido que se intuía clave para el futuro de Djukic y para las aspiraciones del equipo en general. Los jugadores se pusieron el mono de trabajo, se vistieron de jugadores de fútbol y actuaron como tal, como la grada venía exigiendo, como exige el vestir una camiseta con el escudo del murciélago.

Los futbolistas tachados de niñatos por mi mismo el pasado jueves, actuaron esta vez como lo que se espera de un profesional, mostraron actitud desde el inicio y mantuvieron la concentración hasta el pitido final. No fue un partido perfecto, siguen existiendo errores y cosas por mejorar. Tácticamente se puede mejorar pero el camino a seguir se ha descubierto y espero que se abandone en lo que resta de temporada.

El 3 - 1 conseguido contra el Sevilla de Unai Emery viene de perlas para que sea el punto de inflexión que signifique un cambio de mentalidad y de manera de actuar sobre el césped. Los aficionados lo esperamos con más ansia que nunca. Necesitamos que sea así, que no se quede nuevamente en anécdota y que el miércoles, contra el Granada, se repitan las buenas sensaciones asentando las bases de una fuerte recuperación del Valencia enfermo que se ha visto en el inicio de temporada.

La victoria del Valencia demostró además que la afición es más sabia de lo que desde fuera de Valencia quieren hacer creer a España. Como muestra tan solo hay que fijarse en la animación desplegada por la Curva Nord, unos chicos que incondicionalmente animan durante todos los encuentros, apoyando al equipo en los mejores y en los peores momentos, siendo capaces de ser críticos cuando es necesario y de centrar esas críticas acertadamente sin dejar de estar al lado del equipo cuando más los necesita.


Quizás lo más importante más allá de los tres puntos conseguidos sea la comunión entre grada, jugadores y cuerpo técnico, clave esencial para conseguir cualquier éxito deportivo. Esa comunión se mantendrá de hacerlo también la actitud positiva de los jugadores. Como ya he comentado en más de una ocasión, la calidad no es el problema de este equipo, pese a no contar con craks mediáticos, hay madera de sobra para construir buen juego se elija un sistema u otro para ello.

De hecho, entre lo positivo de la jornada, podemos destacar los destellos de calidad del canterano Fede Cartabia que ocupando el carril derecho cuajó una excelente actuación, desbordando a rivales con un desparpajo más propio de jugadores contrastados que de jóvenes de su edad. Al chaval únicamente le faltó el gol para culminar el partido perfecto (pero que no se le suba a la cabeza). Por su parte, los laterales estuvieron a la altura, tanto Guardado como Joao Pereira, dos tipos que siempre dan el callo y que en el caso del portugués fue un peligro constante por la banda acompañando perfectamente en las internadas al joven Fede. La defensa cumplió individualemente, salvo algún error como el del gol de Gameiro. A falta por supuesto de defender mejor en bloque, sobre todo en las contras rivales. Banega mejoró de su letargo y contrarestó sus  pérdidas en ataque con una destacable labor defensiva. Jonas volvió a ser letal en el área convirtiéndose en el ariete que facilitó el triunfo y Fuego se consagró como pieza imprescindible de contención en el bloque que está construyendo el entrenador. Incluso Victor Ruiz que tuvo que salir de imprevisto para suplir la baja por lesión del capitán Ricardo Costa gozó del premio del gol cerrando el marcador con el tercer gol valencianista y recobrando así parte de la confianza que necesita para ser de nuevo un jugador importante en este Valencia.


Cierto es que falta mucho por mejorar y no podemos pensar que todo está solucionado. Los signos evidentes de recuperación se verán en Granada y contra el Rayo, donde se comprobará si estos jugadores han asimilado la filosofía de Djukic y la saben aplicar correctamente. Esperemos que así sea. Nosotros hemos hecho lo posible para mostrarles el camino y saben que tienen a la afición con ellos a la mínima que nos den motivos para animarlos.

Importante destacar además la valentía de Amadeo Salvo quien no dudó en confirmar a la finalización del partido que pase lo que pase Djukic terminará la temporada sentado en el banquillo Che. Quizás esta confianza y determinación del presidente hacia el técnico, sea la tecla que faltaba apretar para que la plantilla reaccionara y comprendiera que no queda otra que unirse por un interés común que será positivo para todos. Esperemos que este sea el inicio del despertar de un gigante dormido.

Fotos extraídas de la página de Facebook oficial del Valencia CF

viernes, 20 de septiembre de 2013

Valencia 0 - 3 Swansea: Somos un desastre. parte II


La foto de cabecera muestra a un Djukic pensativo, algo abatido, dudando en como revertir la situación en la que se está metiendo el equipo. Dudando de si será capaz de que los suyos le entiendan y den la cara por él en el momento más delicado. Esas mismas dudas las tenemos todos y por desgracia solo podemos establecer hipótesis subjetivas, divagar acerca de soluciones mágicas o las que creemos mejor dentro de nuestros cerebros de entrenador que todos llevamos dentro.

El pasado martes apuntaba tres posibles teorías sobre el mal del Valencia, las desgrané brevemente con mi escasa información, alejada del contacto más directo que poseen los periodistas, como un simple aficionado que soy. Con mi eterno pero cada día más cuestionado optimismo, esperaba que el debut europeo disipara dudas y sirviera como bálsamo a un equipo instaurado en el caos futbolístico. Sin embargo la esperada reacción no llegó, simplemente se agravó la situación, sumando una nueva y contundente derrota contra otro equipo de medio nivel que desató los ánimos de una grada que lleva mucho tiempo cansada de desilusiones.

De entre todas las teorías, la que suma fuerzas es la de la cama y sobre ella no diré mucho más que lo expuesto en mi anterior post. Como complemento añado que sigo sin creer demasiado en la certeza de tal teoría. Los jugadores son unos niñatos, en su gran mayoría, cierto. Pero esto es lo que lleva consigo el fútbol moderno. Ellos no tienen la culpa de lo que cobran. Tienen el deber de ser profesionales, pero el que es responsable de que en un equipo haya profesionales es el que los elige y creo que ese (?Braulio?) no lo hace muy bien.

Tenemos una plantilla con calidad, no demasiada, pero la hay, otra cosa es que esa calidad fotbolística, de toque de balón vaya acompañada con calidad de inteligencia futbolística, de carácter ganador, de amor propio, de orgullo deportivo. Y estos últimos atributos son una utopía dentro de este grupo. De entre sus componentes nadie es ganador, no ya tan siquiera de títulos en su palmarés, es que ni siquiera muestra el espíritu de conseguir alguna vez alguno. No hay líderes que empujen al resto, que los espoleen para remontar el vuelo. De esos futbolistas con coraje, con garra y valentía solo hay uno y no es ni siquiera un Carboni, ni un Ayala ni un Pellegrino (jugador) ni un Djukic (jugador), este líder no es otro que un portugués llamado Ricardo Costa, cuya calidad no es nada del otro mundo pero cuya actitud sobresale del resto, siendo el único hoy por hoy merecedor del brazalete con el escudo del murciélago. Un hombre que sale y da la cara él solito, ante una afición descontenta que canta contra los suyos y los tilda de mercenarios.

Ojalá fuesen mercenarios. Estos se dejan la piel por dinero y no sienten otro color que no sea el del papel moneda de turno, pero ojo!, van a por todas, no se dejan vencer por nadie sin presentar batalla, mueren con las botas puestas y no bajan los brazos al mínimo tropiezo que encuentren en su camino.
No señores, no son mercenarios. Un mercenario puede ser Messi o CR7 quienes cobran cifras desorbitadas pero hacen de su oficio su máximo objetivo vital. Dan todo y no se rinden jamás. En el césped no permiten que nadie les haga sombra, aunque fuera de él no pasen de actuar como el ser humano medio, ser simples mortales con poca ambición filosófica, más allá de gastar sus millones en coches caros y seduciendo top models.

Nosotros tenemos a un grupo de niños mimados que nunca han luchado por algo grande ni han tenido la necesidad o simplemente no la han sentido y se conforman con pasar por la vida sin pena ni gloria pero con la cartera llena. Son futbolistas pero no aman su profesión, al menos no la mayoría de ellos.

Así pues si su meta es la de echar al técnico, esto será lo único que puedan lograr con esa actitud, solo tienen que actuar igual el domingo y con suerte si Salvo cede a la solución fácil, el lunes tendrán un nuevo dirigente en los entrenamientos. ¿Que es lo que habrán ganado con ello? - pues con suerte un técnico estilo Unai, de los que imponen poca disciplina en el equipo y digo con suerte porque lo más seguro es que el que venga sea un hombre curtido en el arte de entrenar craks o semi craks como los nuestros, que no se deje amedrentar por cuatro niñatos y que en tres partidos estos pijitos tengan que lidiar con la duda de si continuar andando por el campo o madurar un poco y ponerse el traje de profesionales o de mercenarios como ellos prefieran.

Personalmente creo que lo único que tienen que ganar haciendo la cama es seguir arreglando las sábanas jornada tras jornada hasta que su andadura por el mundo del fútbol pase a ser mera anécdota estadística y algunos - los menos - acaben en algún club donde esta vez sí, se les exija correr y no arrastrarse por el verde.

¿ Creen ustedes, que Barragán o Víctor Ruiz tienen mucho que ganar haciendo camas a entrenadores, que a Banega le interesa perder el poco crédito que había ganado en los últimos partidos? Que Míchel, Fuego u Oriol quieren un técnico menos exigente, cuando necesitan por fin explotar en este oficio y demostrar que son capaces de alcanzar alguna portada histórica de este deporte?
¿ Ven a Guardado o a Bernat que no se dejen la piel por ser titulares, aunque no acierten en el centro, en la cobertura o en el momento oportuno en el que chutar de fuera del área?
¿Os imagináis a Parejo o Rami fichados en Junio por un grande más rico que el Valencia CF? O a Postiga o Pabón encandilados por algún jeque árabe para ser los arietes de su nuevo equipo juguete?
Pensáis que Guaita o Álves dejan perforar su portería para llegar a tener algún día un puesto en su selección o conseguir un nuevo fichaje millonario?

En fin, podría seguir lanzando pregunta tras pregunta, pero para no cansar más, ¿qué motivos reales pueden tener estos jugadores para querer cambiar tan pronto de jefe en el banquillo? No será más una cuestión de autoestima y aquí si que tiene culpa Djukic de no saber levantar la moral de los suyos, de no saber educar a niños malcriados y de no aplicar terapias de psicólogo en lugar de planteamientos tácticos propios de niveles más avanzados de confianza grupal.

Espero que pronto se vea a estos jugadores en los que habíamos puesto nuestras últimas esperanzas jugando al fútbol con todo lo que ello implica y que empecemos a funcionar como equipo. Se ha puesto difícil pero yo no me rendiría tan pronto ni tiraría por el camino fácil. Son solo 4 descalabros y uno de ellos contra Barcelona, de acuerdo 4 despropósitos uno detrás de otro, pero 4 partidos al fin y al cabo. Exijamos pero tengamos paciencia.

PD: Como dijo la chica a R. Costa. "Echadle cojones, no os pedimos más"

foto extraída de https://www.facebook.com/ValenciaCF/photos_stream










martes, 17 de septiembre de 2013

Betis 3 - 1 Valencia: Somos un desastre



Domingo 15 de septiembre, después de dos semanas de parón liguero, rojadirecta en mi navegador y yo buscando como loco un enlace en el que descubrir lo que había evolucionado el juego del Valencia después de los compromisos internacionales de muchos de los jugadores ches. Y es que parece mentira pero esos chavales que se arrastraban por el campo del Benito Villamarín son en su mayoría futbolistas que defienden los colores de selecciones de la talla de Argentina, Portugal o Francia entre otras.

No es de estañar si confieso que desde la intimidad del sofá de mi casa, fui capaz incluso de sentir vergüenza ajena del baile que los verdiblancos nos estaban dando. Del partido, poco que contar, poco bueno, porque errores y desatinos todos los que quieran mencionar. Por salvar algo positivo, las paradas del portero Diego Alves que nos salvó de una goleada mucho mayor, dejando el resultado final en un simple mal partido y escondiendo la realidad de una actuación como las peores que se le recuerdan a este Valencia.

Después de la última derrota contra el FC. Barcelona no dudé en defender al equipo debido sobretodo a la altura del rival y a la reacción que se vio en el césped en el que cuanto menos hubo una disputa por intentar la hazaña de conseguir una victoria épica. Sin embargo lo mostrado por esos mismos jugadores en Sevilla no es excusable de ninguna manera y después de 4 jornadas disputadas de competición liguera, la afición nos preguntamos cuáles son las causas del mal funcionamiento del equipo que solo ha conseguido 3 puntos de 12 posibles y que realmente no ha merecido ninguno más.

Teorías al respecto se barajan varias y voy a intentar opinar sobre algunas de ellas.

La teoría de hacerle la cama al entrenador

Esta ha sido una de las explicaciones que he escuchado más como rumor cíclico que surge en las malas rachas de resultados que porque realmente hayan pruebas al respecto.
Como causa es posible, nadie está enterado al 100% de lo que pasa por la cabeza de los futbolistas valencianistas ni de lo que se cuece en el vestuario. De hecho, han habido demasiados momentos en el que ésta ha sido la teoría que más fuerza ha cobrado para explicar antiguos descalabros y crisis de resultados. Crisis que acabaron como es común en cambio de entrenador y que no siempre, por no decir, casi nunca acaba siendo un revulsivo satisfactorio.
A favor de esta teoría podemos achacar la aparente dura disciplina que pueda ejercer Djukic a una plantilla que lleva demasiado tiempo acomodada y no quiere aceptar la exigencia que demanda un club grande a sus figuras. Si es así, choca radicalmente contra lo que afirman en rueda de prensa los jugadores incluyendo los capitanes quienes siendo preguntados al respecto no dudan en hacer autocrítica y asegurar que están con el técnico.
No tendría mucho sentido tampoco teniendo en cuenta que estos jugadores no pueden o no deberían estar acomodados por sus dilatados palmarés deportivos ya que estos brillan por su ausencia. Digamos para ser claros, que la triste imagen ofrecida en Cornellá y más visiblemente negativa en Sevilla, nada favorece a sus intereses si lo que pretenden es aumentar su cotización de mercado. 
El único motivo lógico que apoyara tal dejadez sería la intención de cargarse al técnico por preferir una figura más moldeable y con menor carácter que pudieran dominar a su antojo. Esto se solucionaría con un apoyo incondicional por parte del presidente a Djukic que dotara de mayor confianza si cabe al técnico y avisando de paso al personal de que si se cambiara de entrenador no se haría por nadie que no fuese al menos igual de duro o más que el actual entrenador.

La teoría de la culpa es del entrenador (que le viene grande el Valencia)

Como es lógico y habitual cuando los resultados no acompañan y no se ve evolución ni dirección clara en el equipo, se empieza a mirar al banquillo y más concretamente al entrenador, si éste es nuevo, con más motivo aún. Aunque de momento no hay un revuelo considerable de gente pidiendo la cabeza de Djukic, algunos, los más impacientes, empiezan a dudar de la capacidad del serbio para llevar a cabo el nuevo proyecto. 
Personalmente, no me parece que Djukic esté falto de carácter para llevar al grupo, considerando su manera de expresarse en prensa y los valores que supuestamente aplica al equipo.

Todos, hasta los más optimistas tenemos dudas, es normal. Sin embargo, no hay motivo para pensar que por culpa de Djukic profesionales del balompié realicen tal despropósito futbolístico en el césped. ¿O sí? 
Según comentan los periodistas, aquellos que siguen los entrenamientos y la actualidad diaria del equipo, no parece que sea culpa de los métodos de entrenamiento como tal. El mal podría estar en el sistema empleado, algo así como que los jugadores no se adaptan a él y no funciona con esta plantilla, lo que nos lleva a la tercera y última teoría.

La teoría de la falta de calidad y otros culpables

Si hablamos de que el sistema no es entendido por la plantilla, o de que no tenemos jugadores para jugar a lo que quiere Djukic, obviamente tenemos que hablar de calidad de jugadores, de técnica, de planificación de plantilla y esto donde nos lleva...inevitablemente es a pronunciar el nombre de Braulio, el máximo responsable de la dirección deportiva del club y que por tanto debería ser el encargado de elegir tanto los fichajes como la identidad gloval que ha de presentar el equipo, eso que demandamos desde hace tiempo de que el equipo tenga una personalidad nítida, que sepamos a que juega nuestro Valencia.

Si por mi fuera este personaje estaría fuera del club hace tiempo, pero es una de esas herencias que nos ha dejado Lolo y su séquito. No pretendo tampoco cargar toda la culpa ni mucho menos a Braulio, de hecho no creo que se pueda decir que no hay calidad para jugar al toque, por ejemplo. Una cosa es que no puedas igualar en calidad a un Barsa o un Madrid pero creo sinceramente que calidad hay de sobra para desempeñar muchos estilos de juego.

Lo que no me acaba de convencer es la planificación de la plantilla y aquí se repartirían las culpas entre Djukic y Braulio, dependiendo de la cuota de poder que tenga cada uno en la elección final de los fichajes o ventas.
Es de dominio público el rumor de que Braulio pinta muy poco en el actual proyecto de Amadeo Salvo y que Djukic tiene más poder de decisión. Sinceramente, no lo se, de momento corto aquí, no pretendo divagar más y espero que en el debut europeo se vayan arreglando las cosas y descartemos teorías de por medio.
foto extraída de https://www.facebook.com/ValenciaCF/photos_stream

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