jueves, 31 de octubre de 2013

Valencia 1 - 2 Almería: Noche de miedo en Mestalla


Otra noche en la que la palabra final volvía a adquirir un significado triste y poco ilusionante donde la importancia recaía en que el Valencia frenara de nuevo la mala racha de resultados para bien de Djukic y para la tranquilidad de la afición. La rueda de prensa previa del serbio en una especie de pronóstico maldito presagiaba que el partido podía convertirse en una trampa. El rival era muy débil, venía colista y además sin saber lo que era ganar en liga, datos que nunca me gustan porque suelen añadir más presión a los futbolistas, algo que aún sin ser una excusa válida, se suele repetir en muchas ocasiones.

La trampa a la que hacemos alusión lamentablemente se dio y el Valencia pese a empezar ganando se desmoronó al mínimo contratiempo regalando una remontada al Almería que se encontró sin apenas creerlo con la primera victoria de la temporada, algo que por supuesto no estaban dispuestos a dejar pasar y para ello sacaron un aspecto futbolístico que aún se está esperando en nuestro equipo, una cualidad importantísima llamada oficio. El oficio es lo que permite que un equipo tan necesitado de sacar sus primeros 3 puntos en un partido pierda el tiempo que haga falta para no dejar escapar su primera victoria, el oficio es lo que le falta a un equipo que era claramente superior en el partido y tenía todo a favor para matar el partido y dudó en aplicar un plus de agresividad para rematar al colista de primera. El 1 a 0 momentáneo no se supo convertir en el 2 - 0 de la tranquilidad y cuando sobrevino el empate almeriense los fantasmas de la inseguridad hicieron su presencia en Mestalla, la noche de Halloween se adelantó y Djukic supo lo que es pasar miedo cuando de nuevo la falta de oficio permitió que una arrancada en velocidad de Aleix Vidal pareciera una cabalgada más digna de genios del balón como Maradona que de un jugador de un recién ascendido. Una simple falta de Joao Pereira hubiera evitado la derrota, pero inexplicablemente el oficio no existe en esta plantilla.

La presencia de la Guadaña se intuía en el santuario como posible verdugo del entrenador, aunque de momento el serbio consigue engañar al encapuchado esta vez protegido por una grada que clamó antes contra Braulio que contra el serbio, sabedora de que la destitución del técnico, de momento no garantiza una mejora sustancial si no se remedian antes los defectos de una planificación caótica o al menos se evita su postergación, con un conveniente relevo en la dirección deportiva encabezada por el último representante del llorentismo, . Las razones son evidentes, si para buscar las claves de las carencias en el funcionamiento del equipo hay que desviar la mirada hacia su máximo responsable en el banquillo, el entrenador, para exigir responsabilidades sobre los errores del técnico hay que subir la mirada y centrarla en la dirección deportiva, en este caso Braulio Vázquez, quién a su vez se convierte en el centro de las críticas por su cuestionado buen hacer en la confección de la plantilla.

Con todo esto, Salvo quien se encontraba la noche de ayer en Singapur en viaje de negocios, es decir, trabajando para el Valencia CF, parece ser que confirma la confianza en su entrenador. No sabemos si será tan solo una prorroga que ofrezca tiempo extra para solucionar la situación negativa del equipo y que permita en caso de fracaso, buscar a un buen sustituto para la banqueta blanquinegra , pero de momento Salvo demuestra tener cojones valentía en sus decisiones aunque estas puedan estar respaldadas más en la fe que en lo visto en el terreno de juego hasta ahora. Así pues, parece claro que Djukic volverá a estar al frente del equipo el próximo domingo en Getafe donde volverá a disponer de una nueva oportunidad para que sus jugadores muestren que asimilan por fin sus ideas.

Hoy por hoy Getafe aspira a ser la segunda intentona para conseguir el Montjuic particular de Miroslav Djukic que ya tuvo su primera oportunidad contra el Sevilla en Mestalla. Aquella vez el equipo respondió pero olvidó rápido su misión, esta vez la afición espera lo mismo de los suyos pero sin olvidar la misión, ya que de no repetirse la jugada, los valencianistas empezaremos a recordar tiempos muy negros que solo rememoramos en nuestras peores pesadillas.

Personalmente y siendo consciente de que Djukic ha tenido todo a su favor para demostrar su valía, como ya hice en alguna ocasión antes de inminentes destituciones de pasados entrenadores, daré mi consejo al técnico, esperando a que no caiga en saco roto. Le recomiendo que muera con sus ideas, si estas son las de tener el balón y llevar la iniciativa en ataque que convenza a los suyos de que son capaces y que disponga a los hombres más aptos para llevar a cabo su planteamiento, sin temor, sin agachar la cabeza en la banda, mostrando su valor a la plantilla, gritando si es necesario, haciendo el payaso al estilo Unai si no hay más remedio. si ha de morir que lo haga con las botas puestas. Quizá el problema no esté en que la plantilla no pueda desempeñar tal o cual sistema, sino en que no está convencida de ello. Muestra de la incredulidad de los futbolistas es la duda que transmiten en determinados momentos del juego, donde la inseguridad defensiva refleja el no saber si presionar como mercenarios o sacar el balón jugado como un equipo de la playstation. Es necesario jugársela a doble o nada, la cagada ya está hecha, no hay tiempo para dudar sino para actuar. 

Mi opinión es que más allá de la falta de calidad en algunos futbolistas o de la elección más o menos acertada en la alineación, la clave está en la desconfianza de los futbolistas. He repasado estadísticas, algo raro en mí, y éstas evidencian que no es solo un problema de inoperancia total como otras veces así ha sido. Esto solo se ha dado en determinados encuentros, Bétis, Español y poco más. El resto se ha perdido por no tener claro que hacer en cada momento. Se podría poner como símil el boxeo donde un rival puede ganar por puntos pero de nada sirve si el adversario te vence por K.O dando los golpes más fuertes. Y es que golpes damos pocos, faltas escasas, cuando estas podrían salvarte de recibir más de un K.O. Así que puede que la tecla que busca Djukic pase por convencer a los suyos de que crean en su juego porque las estadísticas reflejan que son capaces pero que por falta de pegada no han conseguido aún el cinturón que los acredite para ser un verdadero aspirante.

Foto extraída del facebook oficial del Valencia CF

domingo, 27 de octubre de 2013

Villareal 4 - 1 Valencia: varapalo al proyecto de Djukic



A pesar de la contundente victoria frente al St. Gallen en Europa League, todos teníamos dudas de si este Valencia iba a poder superar a un rival directo como es el Villareal de Marcelino. El juego del equipo era sobre todo dubitativo hasta la fecha, ya que si bien Djukic parecía haber establecido una idea de jugar al toque y tener la posesión, este sistema no parecía ser asimilado del todo por una plantilla que aunque no exenta de calidad ofrece muchas muestras de lo mal planificada que está. Los resultados tampoco animaban, ya que solo se había iniciado una tímida recuperación contra equipos de bajo nivel y mostrando pocos argumentos más allá de una solidez defensiva que se convertía en eficaz únicamente por la sencillez de su planteamiento, es decir, renunciando a cualquier signo de filigrana con el balón y centrándose en la contundencia en la presión y en juntar las líneas evitando contras mortales del rival

Este Valencia basaba el crecimiento del equipo en la unión del grupo, encabezada por la avanzadilla lusa que era comandada por las fotos de Joao y los testarazos de R.Costa que además de capitán parece haberse impuesto antes como delantero titular que los llamados a ser sustitutos de Soldado y Valdés. Quizá sea esto un síntoma más del desbarajuste general del Valencia donde Djukic no ha conseguido aclararse sobre quién debe jugar en cada posición ni está siendo fiel a su propia filosofía pregonada una y otra vez en rueda de prensa. Yo he mantenido la fe en el serbio, algo demostrado en este mismo blog, pero ciertamente si sigue así ni a mi me quedarán motivos por los que defenderle. Una pena, porque su discurso de grandeza me había calado hondo.

Hoy otra oportunidad perdida para el triunfo del grupo sobre el individualismo, el Valencia tenía la misión impuesta por su técnico de dar un golpe encima de la mesa y lo que ha conseguido es romper el escritorio que sostenía las tareas a medio hacer. Esta vez no vale la escusa de que el perro se ha comido los deberes. Se pidió un cambio de actitud y se consiguió, se echo a Ramí y los jugadores iban ganando en entrega y en confianza. Los menos habituales comenzaban a entonarse, pero esto de nada sirve si no se les a continuidad, y hoy chirriaban las ausencias de Parejo viendo la poco defendible presencia fija en el once de Ever Banega, también se entendía bien poco la ni siquiera convocatoria de un Paco Alcacer que ha aprovechado más los minutos que los demás delanteros que si cuentan con la confianza del técnico. Hay jugadores que empiezan a tener oportunidades desmedidas como Pabón. Esto solo puede traer consigo una consecuencia, la de la desconfianza de los jugadores hacia su técnico que pueden interpretar que no se premian los méritos a la hora de hacer alineaciones.

Todo esto no tendría importancia si se viera un estilo definido y si los resultados dieran la razón a Djukic, algo que no se da. No quisiera sentenciarlo definitivamente ya que he sido siempre partidista de mantener la confianza en un proyecto a largo plazo antes de estar alerta permanentemente a cualquier síntoma precoz de fracaso, pero no puedo negar que hay cosas que empiezo a no entender. Algo que por otra parte me ha sucedido con la mayoría de los últimos entrenadores del Valencia, en menor medida con Valverde sí pero no por ello me gustaban sus decisiones al 100%. Cierto es que también me guardo cosas que se van enmendando, se va imponiendo Bernat por delante de un desangelado Guardado y quizás esas oportunidades inmerecidas para algunos lleguen a su fin después del varapalo de hoy, otra abultada derrota por 4 a 1. El problema es que la situación del club es cada vez más delicada, no hay dinero para enmendar las carencias de una planificación desacertada, el cambio de cromos en la dirección del banquillo está demostrado que no es una solución segura y solo cabe esperar que la cosa cambie el rumbo apocalíptico que viene llevando y que nos tiene acostumbrados a escribir siempre crónicas derrotistas o cuanto menos más negras de lo que desearíamos. A este paso, hasta yo corro el riesgo de no acordarme de dar argumentos positivos. Es por eso que necesito un descanso mental. Dejar de pensar por un momento en posibles soluciones y reservar las pocas energías que me quedan por si al final todo queda en un obstáculo más en el camino. Es el momento de que el equipo, Djukic y Salvo solucionen de una vez la situación. La afición no puede hacer más.

Si tuviera que elegir casi preferiría echarme a dormir y despertarme por allá por el mes de marzo y ver si milagrosamente la situación se ha revertido con éxito o si por el contrario las voces apocalípticas han triunfado y esto va a peor. Así que no me queda otra que esperar a ver los acontecimientos sin muchas esperanzas positivas al respecto. Hoy si me veo invadido por el pesimismo, Qué le vamos a hacer.

foto extraída del facebook oficial del VCF

viernes, 25 de octubre de 2013

Valencia 5 - 1 St. Gallen : Empezamos a funcioanar



Si lo hubiera planeado detenidamente no hubiera acertado tanto. Un alineamiento de los astros extraño y oculto ha debido ser el responsable de que en una noche como la de ayer haya sido posible acudir al santuario acompañado de mi hermana y mis padres, todos en familia, para disfrutar un partido que prometía victoria pero no estaba asegurada del todo. Y vaya si lo disfrutamos, sobre todo mi madre que aprovechó la ocasión y estuvo animando casi casi con la misma euforia que cualquier joven de la Curva Nord.

Dejando a un lado las cuestiones personales, el partido de ayer fue de esos que se convierten en una fiesta del fútbol al poco de empezar a rodar el esférico por el césped. Era muy importante sacar los 3 puntos para encarrilar la liguilla que semanas atrás se había complicado con la dura derrota contra el Swansea y el equipo fue consciente de ello. Así pues, con una alineación que introducía unas lógicas rotaciones, se cuajó un partido serio desde el inicio y pronto se encarriló la victoria con un tempranero gol de Paco Alcacer que aprovechó otra oportunidad para seguir sumando motivos por el que confiar en el torrentino.  A partir de ahí el festival comenzó y el primero en sumarse a la fiesta fue Fede Cartabia marcando los dos siguientes goles no sin la ayuda del portero rival que fue una amigo para los valencianos. El canterano argentino cuajó de nuevo una actuación perfecta demostrando que el chaval se ha convertido en el jugador más desbordante del equipo en poco tiempo y haciendo ver que hay que saber atarlo para que no se convierta en otro caso Isco. La sentencia llegó con el gol de Ricardo Costa después del lanzamiento de un corner que anotó el cuarto de la noche con un remate de cabeza precedido de un buen pase también con la cabeza de Víctor Ruiz.

El cómodo resultado de 4-0 apenas transcurrida la media hora de juego cubrió a la noche con la vestimenta perfecta para que los chés se lucieran, cogieran confianza y los menos rodados pudieran demostrar que tienen hueco en el equipo de Djukic. Esto bien lo aprovechó el protagonista del quinto y último gol del Valencia, un Sergio Canales que completó su mejor partido de la temporada dando muestras de lo que se espera de este jugadorazo y bordando su papel con un excelente lanzamiento de falta que se coló pegado al palo izquierdo del portero suizo. Canales acompañó tanto en ataque como en defensa la mayoría de jugadas del equipo, pero aún quedan nombres que destacar de la noche europea. Oriol Romeu, muy cuestionado por su bajo estado de forma en anteriores comparecencias también se le vió más fino y acertado cumpliendo con su deber de contención y repartiendo el balón conforme convenía en cada caso. Le falta chispa aún y no alcanza el nivel que posee en estos momentos Javi Fuego pero sin duda es una buena noticia que el chaval sume su candidatura a la causa y ponga las cosas difíciles al mister. Y es que parece que poco a poco la competencia surge en la plantilla, tal y como demuestra también Dani Parejo quien está aprovechando también los pocos minutos que ha disputado para intentar quitarle el puesto al por ahora indispensable para el míster Ever Banega, aunque yo particularmente soy de los que piensan que nuestros dos centrocampistas más jugones tienen también cabida como complementarios uno del otro, al menos en ciertos escenarios.

Veremos que nos depara el derbi del domingo, que con la dosis de moral conseguida en Europa League se antoja más igualado de lo que cabía esperar unas pocas jornadas atrás. La afición ya comienza a debatir sobre posibles onces y esto es síntoma de que poco a poco se empieza a hablar más de fútbol y menos de la apatía e indolencia que los chicos mostraban al inicio de la temporada. No son pocos los debates candentes que conciernen al posible once titular para el choque ante el Villareal. La duda entre mantener a Guaita en portería o la vuelta del recuperado Diego Alves, la decisión de quién merece ocupar la punta de ataque, si Alcacer o Postiga y sobre todo quienes han de ser los protagonistas por banda izquierda, donde más dudas hay. Contra el St Gallen creo que quedó bien demostrado que Bernat está bastante mejor que Guardado para ocupar el puesto o bien de lateral o bien de extremo y viendo la carencia de laterales izquierdos lo lógico sería ver al de Cullera defendiendo el costado izquierdo con la incertidumbre de quién debe ser el acompañante en ataque, donde Pabón tampoco ha rendido como es debido. Puestos a buscar una solución mi opción sería disponer a Fede en banda izquierda por delante de Bernat y dejar en banda derecha a Feghouli que dicho sea de paso parece estar entonándose poco a poco con lo que no debería desentonar demasiado.


Poco más que añadir y a la espera del importante duelo del domingo no quisiera terminar la entrada sin hacer alusión a la nota emotiva de la noche y que evocó en mí recuerdos imborrables de tiempos pasados difícilmente igualables. Hablo por supuesto de la presencia del Piojo López en las gradas de Mestalla. Imposible no emocionarse cuando el estrenado videomarcador del estadio emitía las imágenes de los mejores momentos del eterno 7 argentino. El Piojo volvía a la que siempre será su casa y también como mi familia no podía haber elegido mejor ocasión para volver a visitar el estadio valencianista. Seguro que se llevará un grato recuerdo del cariño de la gente, ayer traducido en numerosos cánticos dedicados a la figura del que para un servidor es la figura más grande del valencianismo moderno junto a Mendieta y unos pocos elegidos con respeto de Kempes y otras míticas glorias del valencianismo. Piojo, Va por tí.


Fotos extraídas del facebook oficial del Valencia CF.

domingo, 20 de octubre de 2013

Valencia 1 - 2 R.Sociedad: Olvidemos el partido


Después de dos semanas de parón liguero que frenaba la buena racha valencianista y su recuperación casi milagrosa me invadía un inusual mono valencianista que me hacía desear ver seguir la buena racha y comprobar que lo que empezó a verse en el nuevo San Mamés era realmente un atisbo de cambio en el juego del equipo y no únicamente un episodio aislado de buena interpretación futbolística.

El partido contra la Real se había hecho esperar mucho y además venía precedido de un sentimiento de necesidad de venganza que no suele ser buena compañía y que acostumbra más a desequilibrar y enturbiar el ambiente que a templar los ánimos para la ocasión. Esta vez quería presenciar bien el choque y ante la imposibilidad de asistir al santuario me preparé para ver el encuentro cómodamente sentado en mi bar de confianza. Durante los 90 minutos no perdí la concentración más allá de los tragos al botellín de cerveza que calmaban la sed de contemplar una victoria que unira buen juego y resultado y se convirtiera en el trampolín hacia el despegar definitivo del equipo. El árbitro pitaba el final y junto a mi padre que había sido el compañero de fatigas ideal debatíamos de camino a casa lo injusto que es a veces el fútbol. El Valencia no había estado brillante, eso no cabe duda, pero la Real se había llevado un premio que ciertamente poco mereció.

A veces me siento solo cuando trato de defender la actuación del Valencia en determinadas situaciones y no hablo de sentirse solo ante los rivales o los garrulos de turno que solo intentan burlarse, crear gresca o alabar a sus equipos frente a los demás. Lamentablemente me siento solo ante la mayoría de compatriotas valencianos que viven en un derrotismo continuo. Este derrotismo puede estar bien justificado por todos estos años de sinsabores, por la situación del club en lo financiero y la inseguridad que ello crea ante un futuro incierto, pero no debe ser la excusa para verlo todo siempre negro haciendo de cualquier tropiezo el pretexto de mezclar churras con merinas. Yo mismo caigo a veces en el pesimismo, de hecho ultimamente más de lo que acostumbra a ser sano, algo que se agrava con la crisis general que se vive en el país, pero aún así considero vital hacer un esfuerzo en dosificar las críticas y en establecer las mismas cuando más oportuno es y más justas son y justamente en este partido sobran muchas de ellas.

Hablando del partido en concreto, por supuesto que hay cosas mejorables y por lo tanto criticables, pero uno lee críticas que parecen algo ya manido, más común de un tópico que de una realidad momentánea. Nos podemos quejar de la falta de calidad del equipo, de las carencias en algunas fases del partido en cuanto a la creación de peligro o de ocasiones claras de gol. Podemos opinar del técnico, de los hombres elegidos en cada posición o de los cambios realizados. Nos podemos quejar de muchos asuntos en un partido pero no entiendo como lo que muchos veían luces en el equipo en su empate contra el Bilbao hoy se tornan en sombras y tinieblas en la derrota frente a la Real. Lo que parecía como un resurgir del buen juego en tierras vascas hoy se convierte en un paso atrás frente a un rival directo y de Champions. ¿Es que acaso se jugó mucho peor ayer que hace dos semanas? Si es así yo he visto otro partido y el que he revisado esta mañana ha sido amañado por completo.

Yo vi un partido en el que claramente se dominó, no cabe duda de esto al menos hasta el gol realista, me puedo apoyar incluso en las estadísticas, posesión, remates, corners, todos ellos datos que benefician al Valencia CF. El equipo intentó llevar el peso del partido y buscar la victoria hasta el final. La Real defendió soberbiamente a un Valencia que le sobraron imprecisiones sobre todo en el último pase o centro al área y donde los hombres de arriba, Postiga y Jonas fallaron demasiado. Sería injusto por otra parte no citar el gol anulado del brasileño que hubiera significado probablemente otro desenlace y nótese que no me quiero justificar con la actuación arbitral aunque esta haya sido bastante nefasta. Se ha atacado a Banega una vez más y he de decir que estuvo casi perfecto hasta el segundo gol de la noche cuando esta vez sí, el Valencia se sintió más tocado y con menos ideas, incapaz de encontrar la solución para atravesar una férrea defensa del equipo rival. Quizás el cansancio de los compromisos internacionales hiciera mella en el argentino, pero estuvo más atinado en los pases, renunció a la conducción innecesaria y mantuvo la posición que mejor le va al equipo, situarse justo por delante de los centrales para construir el juego desde atrás con criterio. Su sustituto fue Parejo que dispuso argumentos para poder demandar más minutos en el campo. Sería también faltar a la verdad si no admitiera que la Real pudo matarnos en las contras pero fueron momentos aislados, nunca tuvo la decisión de ir al ataque, se encontró con un resultado buenísimo y supo como mantenerlo a la perfección.

Para el resto de los nombres propios del partido toca citar a Djukic, el otro gran atacado de la noche incluso precozmente sentenciado en muchas ocasiones. Y es que al serbio se le pueden achacar fallos, pero no darle el tiempo justo para enmendarlos sería no tolerar ahora lo que tanto hemos aguantado en otros técnicos desde la triste marcha de Benítez. Venía un tiempo criticando la labor por la banda de Pabón y su cambio de posición en la segunda parte convertido en punta de lanza del equipo puede que sea la nota final que haga reflexionar de una vez al mister. La asignatura pendiente que le achaco aún sigue siendo la elección de las piezas para componer la banda izquierda, donde Guardado no me termina de convencer y Bernat debería ser más protagonista. También se le puede reprochar su falta de confianza en Alcacer viendo que Postiga no atraviesa su mejor momento, con un delantero más acertado el resultado podía haber sido otro. No obstante, todas estas decisiones siguen sin ser suficientes por ahora para que deje de confiar en las posibilidades de Djukic al frente del equipo. Si por el contrario queremos valorar la planificación de la plantilla, el debate hay que alejarlo de una mera crónica post partido ya que si no caeremos de nuevo en el error de mezclar demasiados conceptos y olvidarnos del objetivo.

Hace un mes pedíamos tan solo que el equipo le echara huevos y cambiara de actitud para mantener nuestra confianza y animarles sin tregua, el equipo respondió bien. Hace dos semanas pedíamos ver algo más de fútbol y no solo defenderse con uñas y dientes, esto surgió en Bilbao. Bien, si ahora que el equipo está respondiendo reprochamos que lo intente aunque no se consiga una victoria quizás tenemos que decidir que es lo que esperamos de nuestro equipo antes de pedir explicaciones. Se acepta debate si no estáis de acuerdo.

foto extraída del facebook oficial del Valencia CF.

martes, 8 de octubre de 2013

Athletic 1 - 1 Valencia: Apareció el buen juego



El Valencia visitaba el nuevo San Mamés con la intención de seguir en la buena racha que viene acompañando al equipo desde la victoria contra el Sevilla. En poco más de una semana se habían conseguido 9 puntos y remontar el vuelo en Europa, aunque para ello se ha tenido que sufrir viendo al equipo sacrificar el buen trato con el balón por la contundencia defensiva y el juego directo. Un sacrifico que se antojaba necesario si se quería salir del pozo de mediocridad en el que Djukic y los suyos se metían irremediablemente.

Bilbao se había convertido en la plaza ideal para sacar a relucir un juego más sólido y vistoso y mostrar así argumentos de peso que permitieran creer realmente en las aspiraciones del equipo. Quizás la confianza que da sentirse más alejado de la zona de peligro en la clasificación y la posibilidad de acercarse al objetivo de puestos europeos haya sido la clave para que por fin los valencianistas gozáramos de un partido con sabor a fútbol donde volvieron a brotar buenas combinaciones con el balón jugado, posesiones más prolongadas y una estrategia más depurada en cuanto a colocación y movimientos de los nuestros.

El 1-1 conseguido contra el equipo del ex-técnico valencianista Valverde suma solo un punto que sabe a poco después de la imagen mostrada por el Valencia en tierras vascas. La puntería de cara a puerta falló para matar un encuentro en el que en el cómputo general  fue mejor el Valencia que creaba mayor sensación de peligro cuando tenía la pelota y a su vez dejaba pocas opciones al rival cuando no gozaba de ella. Lástima el fallo defensivo en el gol de Mikel Rico que supuso el empate final.

Sin embargo más allá de los puntos la mejoría en el juego fue evidente y las críticas del partido son positivas con unanimidad. Se vió un Valencia más serio, con las ideas más claras y sin perder de vista ese espíritu de unión en el vestuario que poco a poco parece cuajar en la plantilla, donde el grupo prima sobre el jugador aún habiendo mejora también a nivel individual, como es el caso de Feghouli y el otrora secundario Barragán. Ambos completaron una buena actuación por la banda derecha. El argelino provocó el penalti sensacionalmente transformado por Banega y el gallego estuvo preciso para tapar las internadas del Athletic por su banda a la par que tuvo en sus botas el que hubiera sido el gol de la victoria. Sin llegar al nivel del lesionado Joao Pereira pero si cumplió perfectamente incluso dicho por él mismo, es el mejor partido de Barragán con el Valencia CF.

Por último, los otros nombres destacables son el de Mathieu, muy sólido atrás y sacando el balón con precisión y soltura, Jonas que no consiguió marcar pero estuvo muy activo tanto en la recuperación como en el ataque sacando dos magníficos disparos que atajó el meta bilbaíno. Banega que mejoró respecto a lo visto últimamente aunque sigue abusando en la conducción lo que provocó de nuevo algunas pérdidas inoportunas. Javi Fuego que se consagró como líder del centro del campo, siendo imprescindible en la destrucción del juego rival y sería injusto no alabar el debut liguero del chaval de la casa Paco Alcacer que lamentablemente no gozó de oportunidades claras de marcar pero rindió a un buen nivel digno de merecer más oportunidades como esta.

Quizás la nota negativa pueda estar en la banda izquierda donde no termina de convencerme Pabón y donde Guardado tuvo serios problemas para defender su banda. El colombiano se le ve demasiado anclado a su posición sin apenas desborde y sin la posibilidad de explotar su velocidad, en mi opinión rendiría mejor en punta. Djukic tendrá que pulir el once decidiendo que hombres son los ideales para ese lateral y extremo zurdos del equipo. Así que a la espera de ver como va creciendo el equipo y deseando que siga la mejoría me despido hasta la vuelta del parón liguero. Llega la hora de la selección pero yo ya tengo ganas de descubrir si por fin podremos disfrutar de un equipo aguerrido y con personalidad que nos sacie las ganas acumuladas de ver buen fútbol.

Fotos extraídas del Facebook oficial del Valencia CF

viernes, 4 de octubre de 2013

Esos partidos rusos de Uefa


Si por algo me disgusta esta competición no es por que la considere una copa menor, en mi opinión disputar cualquier torneo y más europeo es sinónimo de alegría, y cuando digo disputar me refiero a jugar con posibilidades reales de llevarte el trofeo o al menos de disputarlo dignamente. Lo que realmente me disgusta es el largo, tortuoso y poco agradecido camino que trae consigo el llegar a las fases importantes del campeonato. Ese camino implica inexorablemente jugar partidos como el de hoy, llamémosles rusos, muy típicos de Uefa, ahora llamada Europa League. Porque no nos engañemos, en días como hoy es donde se reconoce a un valencianista de verdad, se lo descubre intentando sintonizar un enlace válido en su ordenador, si antes no se ha vuelto loco intentando averiguar la hora del partido, o recorriendo miles de quilómetros para ver a su equipo, dejando así estampas de auténtico fervor por unos colores (véase la foto inferior). Y no nos engañemos tampoco, estos partidos feos han existido siempre, incluso en tiempos de dobletes y de Benítez. Si ganas no pasa nada, todo OK pero sin halagos, si pierdes es el apocalipsis.


Siguiendo mi costumbre evitaré hacer una crónica al uso del partido del Valencia en tierras rusas, de todas formas, bastante castigo es tragarse 90 minutos de un juego insulso y meramente eficaz de nuestro Valencia como para además intentar desgranarlo técnicamente y aborrecer más si cabe a los pobres incautos lectores. Comentaré lo que para mi más relevante ha sido empezando cómo no por el resultado y los 3 puntos conseguidos para seguir con las aspiraciones de pasar de ronda.

El 0-2 final a favor de los ches deja otras conclusiones positivas que esconden las carencias del juego del equipo. Por una parte tenemos los goles, marcados por Paco Alcacer y por Feghouli, dos chicos que necesitaban el premio del gol para coger confianza en ellos mismos. Del que más me alegro es por el torrentino, un chaval que no ha gozado de oportunidades en minutos oficiales y que después de empezar como suplente ha conseguido perforar la portería rival en la primera ocasión que se le ha puesto por delante. Cierto es que fue un regalo del meta Benelov pero no por ello menos importante para el canterano. El segundo gol anotado por el argelino de falta directa con ayuda también del hoy amigo portero ruso puede servir y ojalá para ver de nuevo la cara buena de Feghouli.
Piatti que sorprendentemente fue titular estuvo regular como casi siempre. Sería bueno recuperarlo para la causa pero creo sinceramente que pocas opciones le quedan si no demuestra pronto que es capaz de algo más.

Más allá de los goles destacar el valor de dejar la puerta a 0 por tercera vez consecutiva. Hoy el encargado de guardar la portería fue otro torrentí. Vicente Guaita cumplió con el poco trabajo que tuvo sin fallo alguno y además tendrá el premio de demostrar que es tan válido o más que Alves como titular los próximos partidos, debido a la lesión del brasileño.  Puede que la casualidad haga algo pero el síntoma de mejoría en defensa es palpable con un sistema más ordenado atrás o más concentrado en su papel o como lo quieran explicar los expertos en fútbol. Lo que es un hecho es que se ha superado el primer escollo en la temporada, la primera crisis, y aunque no estemos curados, tenemos las medicinas necesarias. Solo debemos pues, adivinar la dosis correcta y administrarlas bien.

Ahora todos nos preguntamos si seguiremos viendo el juego gris pero eficaz que nos ha llevado a ganar los últimos partidos o si a raíz de la confianza adquirida llegará el buen juego. El Athletic será la próxima prueba de nivel a la que se enfrentará este Valencia. Quién sabe si veremos un partido entretenido que refleje un cambio real en el equipo más allá del resultado o presenciaremos otro partido frío y soporífero como el de hoy. Un partido de esos rusos.

Fotos extraídas del Facebook oficial del Valencia CF

miércoles, 2 de octubre de 2013

Recuperando la autoestima



Después de la mala racha de juego y de actitud mostrada por el Valencia hasta el día del Sevilla, tocaba refrendar el cambio que se observó en la forma de encarar ese partido vital para los intereses del equipo y que supuso la victoria frente al equipo hispalense.

En una liga tan absurdamente organizada que nos dejó la pasada semana once días seguidos sin pausa, el Valencia pudo sacar beneficio y registró dos nuevas victorias por la mínima ante Granada y Rayo Vallecano, algo que ha servido para lavar la cara de indolencia que habían estado mostrando hasta ahora y empezar a dirigirse por el buen camino que lleva a cualquier éxito deportivo. 9 puntos conseguidos de 9 posibles, no sin sufrimiento ni dificultades de por medio pero que alejan momentáneamente viejos y nuevos fantasmas del horizonte valencianista y afianzan los cimientos del proyecto de Djukic.

Ante dos equipos a priori inferiores se optó por disponer un juego poco vistoso pero más seguro y menos temerario que en anteriores ocasiones. Se prefirió poner hincapié en la robustez defensiva y la presión y desplegar un juego más directo y rápido aún con el riesgo de perder posesión y calidad en el manejo del balón. Digamos que el entrenador y los jugadores han decidido empezar la casa desde los cimientos (defensa, mantener la puerta a 0), aprendiendo a ir al choque, a no dejar enormes espacios entre líneas, no arriesgando en la salida de balón y mostrar una entrega, concentración y actitud que se echaba muy en falta en el conjunto blanquinegro. Un conjunto de ideas que son la base de lo que significa unión en el grupo. Algo que si se consolida puede dotar de una mayor confianza para alcanzar el segundo nivel deseado, el buen juego.

Por supuesto que se echa de menos el toque de un equipo que debe exponer más argumentos que los mostrados en estos 3 últimos compromisos. Tiempo habrá de debatir sobre el sistema o los hombres que deben jugar en el equipo pero este cambio de actitud y la racha de resultados puede hacer posible que se enfrenten las cosas con un optimismo nuevo. Esperemos que sea así y no se abandone esa base de unión y compromiso, venciendo de una vez por todas oscuras teorías de camas hechas y dejando en la cuneta  a esas ovejas negras que solo restan como es el caso de Adil Ramí y su polémico comportamiento.

Dejémonos guiar por el espíritu de unión y de piña que representan las fotos de Joao Pereira y sumemos el mayor número posible de efectivos a la causa y pronto podremos hablar y debatir únicamente de aspectos futbolísticos. Consigamos parar los intentos de desestabilizar el club, no le hagamos caso a esos periolistos que desde su posición privilegiada hacen poco favor al equipo, buscan hacer daño aprovechando cualquier excusa hurgando en la herida si es necesario. Unámonos por la causa y seamos conscientes de lo duro que es para los nuevos representantes del club luchar por que todo siga adelante dadas las circunstancias adversas. Seamos críticos pero con argumentos realistas. Vivimos en un entorno en el que antiguos dirigentes urden desde la sombra estratagemas para volver al poder y eso son escollos para el porvenir del club. Ahora la Curva Nord, componente esencial en la fuerza de la grada de Mestalla se debilita internamente. Ojalá supere sus problemas y siga animando con sus cánticos incansables a un equipo histórico como el nuestro.

Mañana tendremos otro partido importantísimo para avanzar en Europa League. el rival será el ruso Kuban Krasnodar y del resultado conseguido dependerán las opciones de seguir vivos en la competición. El equipo contará con nuevas caras que suplan las últimas lesiones y las rotaciones que establece el mister. Por mi parte solo pienso en que el equipo mantenga esa actitud de lucha en común y que se consiga la cuarta victoria consecutiva.

Fotos extraídas de la web de Superdeporte y del Facebook oficial del Valencia CF

Entradas populares