lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz Navidad che!

Para todos aquellos sufridores valencianistas que a lo largo del año han venido padeciendo las innumerables tragedias deportivas que ha protagonizado el Valencia de Lolo. Para todos los twitteros que pierden su tiempo y su paciencia con debates valencianistas, hablan de las mil y una alineaciones imposibles que hemos ido viendo, de los horrores defensivos del equipo, de las ventas de nuestros mejores cracks y de muchos otros asuntos del día a día del club.

En especial para los que de vez en cuando sacan tiempo de sus apretadas agendas en medio de esta maldita crisis y se pasan por mi rinconcito Che, para aquellos que comentan y los que no, incluso para aquellos que han entrado por error y se han encontrado con discursos infumables sobre 11 tíos dándole  a un balón.

No me olvido de los seguidores amigos bloggers, fans de otros equipos, que haciendo gala de la mejor de las deportividades visitan el blog y practican con respeto la sana costumbre futbolera sin malos rollos de por medio.

Para todos ellos les dedico esta cancioncita navideña de los Jackson five y espero que pasen la mejor de las navidades posibles y que disfruten unos días de paz  rodeados de sus seres queridos.

Feliz Navidad 


lunes, 17 de diciembre de 2012

Una depresión continua

Llevamos tan solo dos semanas con nuevo entrenador, un tipo llamado Valverde que recogió el equipo después de dos goleadas encajadas consecutivamente. El nuevo técnico del Valencia ha tenido muy poco tiempo para conseguir un cambio de aires en el equipo que tanto necesita.
Por ahora, después del insufrible partido y derrota contra el todo poderoso Rayo Vallecano, se vuelve a instaurar un periodo de probaturas y de dudoso caminar como ya predecía en el anterior post. Y es que es lógico que después de la marcha de Pellegrino, cuando aún no se tenían asimilados ni los nuevos conceptos del argentino, el desconcierto vuelva a escena por mucha actitud que los futbolistas le pongan al asunto.

De hecho qué nos puede hacer dudar más si no es esa caída a los abismos tan súbita que protagonizó el equipo después de una buena racha de resultados y de juego que propició la destitución llamada calentón de Mauricio Pellegrino. Y eso es lo malo señores, es que ya dudamos de todo. Yo al menos. No se si los jugadores son todos unos zoquetes que no son capaces ni de dar la talla en 2ª división o es que no hacen caso a los entrenadores o es que no corren lo suficiente.

Lo malo de todo esto, es que personalmente y sospecho que no soy el único, empiezo a ver los partidos del Valencia por inercia. es algo arraigado a mi vida, así que me instalo en mi calendario cerebral cuando es el próximo compromiso Che y me dispongo por lo general a buscar un enlace que me desespere lo menos posible mientras contemplo poco a poco el retroceso cualitativo a marchas forzadas de toda una entidad.

Y lo más malo aún sino lo peor es que después de pasarte tus dos horitas visualizando tal bochornoso espectáculo de un club que un día te hizo llorar de alegría, acabas viendo una nueva derrota de ese equipo y te das cuenta de que ya te deja hasta de afectar. Acabas de escuchar alguna tertulia radiofónica, de discutir los últimos detalles por twitter, aguantas hasta que decides que ya no tiene sentido seguir perdiendo el tiempo con el fútbol ese día y cambias de actividad. Así sin más.

Lo que vengo a decir es que si esto sigue durante mucho tiempo, este periodo de anti fútbol continuo, la afición poco a poco asimilaremos que somos un equipo menor, que podemos perder contra cualquiera y lamentablemente ahora mismo lo somos.

Para el final, porque no voy a perder mucho más tiempo del que no tengo, me dejo el tema Llorente. Al presidente se le cantó nuevamente incitándole a marcharse del club. Yo estoy totalmente de acuerdo con la necesidad de su marcha, aún sin haber alternativas claras, ya que cualquiera puede hacer lo que hace él y quizás sin llevarse tantos miles de euros al año.

Si de algo sirve protagonizar tantos ridículos deportivos es que queda patente la mediocre planificación de plantilla realizada. Cierto es que gran parte de la culpa la puede tener Braulio, un tío gris y antipático, al menos es lo que me da a entender en las ruedas de prensa. Puede que ambos sean unas bellísimas personas en su casa, con sus amigos, en privado. Pero para el Valencia no están siendo más que una lacra que debe acabar cuanto antes.

viernes, 7 de diciembre de 2012

El caos de un equipo llamado Valencia CF

En mi último post describía mis sentimientos sobre el primer ridículo protagonizado por el equipo de Pellegrino y analizaba por qué esta clase de actuaciones no podría soportarlas más. También comentaba a modo de vaticinio que tardó poco en cumplirse, que al Flaco no le permitirían 4 años para buscar soluciones, como al bueno de Unai.

Sin embargo lo que nunca podía prever es que tan solo una semana después viviríamos un nuevo despropósito del Valencia CF, esta vez en su propio fortín de Mestalla y este sería más ridículo aún que el acontecido en Málaga. La actuación valencianista volvió a ser pobrísima, vergonzosa e indigna de un equipo de su nivel.


El resultado final de 2-5 contra un rival de media tabla, fue el detonante que propició todos los acontecimientos que en tiempo record han tenido lugar en el seno de la entidad. La grada, no sin razón, clamó contra los jugadores, acusándoles de mercenarios y de no ser dignos de vestir los colores valencianistas. La nota curiosa no fue esa, lo realmente destacable es que por primera vez desde que Llorente dirige el club, se escucharon claramente cánticos a favor de su dimisión.

A partir de ahí, con el valencianismo pendiente de lo que pudiera ocurrir, se desató la locura que terminó con la destitución prematura de Mauricio Pellegrino, Se produjo un cruce de declaraciones entre el ya ex entrenador y el presidente y los desesperados intentos del mismo Llorente y de Braulio por justificar el despido y esconder sus propias vergüenzas.

En el momento de escribir esto puedo defender sin miedo el calificativo de prematuro a raíz de la noticia aparecida en el diario Marca que sacaba a la luz el arrepentimiento del propio Llorente de la decisión tomada. Aunque la realidad es que con o sin llamada la decisión es cuanto menos drástica y precipitada y suma un nuevo fracaso en la teórica “buena gestión” de Manolo Llorente.

Es un fracaso claro si tenemos en cuenta que Pellegrino fue una apuesta personal de Llorente quien lo fichó ofreciéndole dos años de contrato. Por tanto, gasto extra para la entidad que tendrá que abonar el finiquito integro que podría ascender a 3 millones de euros a un técnico que ha estado al frente del equipo tan solo durante 6 meses.

Cuestiones monetarias aparte, lo preocupante es la sensación patente que le queda al aficionado de que esta valencia viaja sin rumbo, sin un plan definido y sólido que trabaje por un objetivo común que implique éxitos deportivos. El único propósito parece estar en seguir pagando religiosamente intereses a una entidad nacionalizada que es dueña y señora del devenir valencianista.
Lo que más me jode de todo esto, y lo expreso así de rotundo, es la sensación de haber estado perdiendo el tiempo durante lo que llevamos de temporada, intentando dilucidar si este Valencia de Pellegrino, ofrecía alternativas al que manejaba Unai. Semana a semana tanto yo como muchos otros valencianistas que pierden su tiempo analizando el día a día del equipo debatíamos en nuestros blogs y en improvisadas tertulias de twitter sobre los cambios que observábamos en el juego o en la actitud de los jugadores.

Dicha actividad finalizó junto con el periodo Pellegrino después de una de las semanas más negras que el Valencianismo recuerda con las dos goleadas consecutivas encajadas que frenaban lo que para mi era una lenta pero clara progresión del equipo que tuvo su techo en la muestra de coraje ante el Bayer y toco suelo en casa contra la Real, donde se vio un equipo involucionar hacia el fútbol más primitivo y deprimente que se pueda imaginar.


Ahora se supone que inmediatamente debemos hacer borrón y cuenta nueva y confiar en Valverde para que pueda reconducir al equipo hacia posiciones Champions. Pero esos interrogantes que preocupaban a Pellegrino se subrogan a modo de hipoteca a la afición. Nos quedan las preguntas de cual es el verdadero nivel de esta plantilla, cuyos componentes que destacan son ofrecidos al mercado y vendidos a la primera oferta sin interponer demasiados obstáculos en la transacción. Vemos como estas ventas sirven para fortalecer rivales directos y como esos jugadores que se forjan como Cracks en el yunque del Turia triunfan en grandes clubs y levantan copas ansiadas por los resignados valencianistas. Seguidores impotentes que actualmente solo pueden añorar tiempos mejores y esperar un milagro en forma de persona adinerada capaz de reformar y sanear el Valencia de una vez por todas.

No se si la llegada de Valverde traerá consigo el fútbol necesario para que las gradas de Mestalla se repueblen de nuevo, para que sepamos a qué jugamos, para gozar de una cierta seguridad a la hora de afrontar el visionado de un nuevo partido sin temer un nuevo ridículo. Sinceramente lo dudo, creo que sufriremos una nueva época de probaturas y de dudoso caminar. Y como decía siempre un pesimista oyente del programa de Julio Insa “ojalá me equivoque”, pero no espero gran cosa de esta temporada, por si acaso yo ya no me hago ilusiones, ni siquiera de estar en Europa la próxima temporada.

Me contentaré con que este equipo me de alguna alegría en la liga de campeones, soñaré con ver alguna eliminatoria importante y jugarla de tu a tu como antaño, deseo con ansia poder celebrar tan solo un éxito contra los intocables de la liga, una victoria que se resiste ya demasiado tiempo.
Para acabar, me propongo no pasar de 1000 palabras según Word y como ya le dije por Twitter al controvertido pero genio y figura del valencianismo Julio Insa, le vuelvo a sugerir desde este humilde blog que vuelva  a dejarse crecer ese mítico bigote que se llevó con su afeitado la esencia de un Valencia que aunque ahora sea inimaginable fue en su día campeón y provocaba el miedo entre sus rivales europeos.


 fotos extraídas de http://www.facebook.com/ValenciaCF/photos_stream

lunes, 26 de noviembre de 2012

Málaga 4-0 Valencia: Mucho más que una derrota


Fue abrir la plantilla de mi última crónica, la del partido contra el Bayer, leer el título que puse y venirme como anillo al dedo para titular el desastroso partido presenciado el sábado que enfrentó a nuestros “¿futbolistas de 1ª?” contra los malagueños. Sí el martes pasado comentaba que el empate conseguido valía mucho más que eso, por la manera de producirse y la entidad del rival, hoy he de decir que el 4-0 sufrido en la Rosaleda significa mucho más que cuatro goles encajados y tres puntos perdidos, es por supuesto un nuevo ridículo para el Valencia CF muy común en las últimas campañas y el primero en la era Pellegrino.


El esperpento vivido en Málaga es mucho más que una derrota contra un rival que teniendo un nivel similar en calidad te puede ganar perfectamente, pero no de la forma en la que lo hizo. Es un parón en seco al buen camino llevado por el equipo en cuanto a la actitud mostrada en los últimos encuentros. Es un golpe muy duro a los que empezábamos a creer en estos jugadores, que empezábamos a atisbar un cambio de mentalidad y de exigencia en la plantilla, más allá del juego desplegado.

Del partido no se puede salvar ni un hecho destacado positivamente, salvo que por suerte no nos metieron más de cuatro. Es prácticamente increíble como los mismos hombres que cuajan una excelente actuación 5 días atrás en Mestalla pueden arrastrarse por un campo de primera división de la manera que lo hicieron. El juego del Valencia no fue tal, no se puede definir como fútbol, no hubo equipo, tampoco individualidades. Y la actitud no fue ética, ni profesional ni digna de representar unos colores.

Hoy no hay muchos nombres que destacar, todos y cada uno de los que actuó fracasó, jugó mal o corrió menos de lo que debió. Nos pasaron por encima, además para ahondar más en la llaga, con exvalencianistas en las filas enemigas, quedando patente otra vez los errores cometidos en sus traspasos o la poca capacidad para valorar nuestros jugadores más jóvenes.

Todo esto hay que decirlo porque es la verdad y ya ha pasado demasiadas veces, no se puede aguantar más, yo al menos no puedo. Soy incapaz de seguir a un equipo que juega cuando quiere, que nunca sabes si será el día bueno o el malo. Me gusta el Valencia desde que me picó la vena futbolera y no puedo seguir a otro equipo. No podría sentir como propios los éxitos de un Barsa o un Madrid, ni mucho menos los de un equipo extranjero. Puedo ver más fútbol para divertirme, pero no con la misma pasión o los mismos nervios irracionales.

Lo peor de todo esto es pensar en los niños, en los aficionados más pequeñitos, que se inician en el valencianismo con la ilusión de sus padres que los llevan a los entrenamientos antes de que sepan articular palabra alguna. Estos niños son el futuro valencianista y el sábado sus mismos ídolos a los que admiran hicieron derramar lágrimas en los ojos de muchos de ellos.

Me acuerdo cuando no hace mucho lloraba en cada eliminación de mi Valencia en Europa o en las finales de Champions. Por suerte o por desgracia he perdido esa capacidad de emocionarme, o la he calmado un poco. En los últimos años de mediocridad he aprendido a ver las cosas fríamente y con los últimos ridículos sufridos me he fabricado mi propia coraza. Hasta soy capaz de escribirlas como buenamente puedo en un humilde blog. 

Sin embargo, como digo, los niños no tienen esta coraza aún y el día que vean a sus ídolos mostrando esa indolencia por el césped, no sé que pensarán. Algunos llorarán por ver a su equipo perder, otros más mayorcitos se darán cuenta poco a poco de que animan a unos sin vergüenza, que solo actúan egoístamente y dejarán de corear sus nombres, dejarán de apuntarse a Curvas Nord. Todo esto es lo que llegará si se siguen repitiendo ridículos cada cierto tiempo.

Desde este blog intento ser lo más justo posible con mis sentimientos. Denuncio lo que creo que se hace mal en el Valencia y alabo lo que creo que es bueno para el equipo o para el club de mi ciudad.  Espero pues no tener que escribir más hechos lamentables, porque este 4-0 lo fue y espero que Pellegrino descubra sus interrogantes porque al argentino no le permitirán 4 años para buscarlos.


Foto extraída de http://multimedia.levante-emv.com/fotos/deportes/malaga-valencia-4-0-1191_1.shtml

martes, 20 de noviembre de 2012

VCF 1-1 Bayern: Mucho más que un empate


Toda la transcendencia que preveíamos que tendría el resultado del Valencia-Bayern se vino abajo después de la inesperada derrota del BATE Borisov frente al Lille que dejaba a ambos equipos clasificados para octavos antes de comenzar su duelo particular.


Empezó el partido y parecía que ambos conjuntos sabían de la tranquilidad que les ofrecía la derrota del Bate, porque se tenían más respeto a la hora de atacar. Las defensas no daban tregua y la nuestra fue de las más contundentes que se recuerdan últimamente. El tridente dispuesto en el centro del campo por Pellegrino formado con Parejo-Tino-Banega no servía para dominar la posesión pero sin embargo daba cohesión a la hora de defender y atacar sin dejar descubierta la zaga blanquinegra.

Ribery lo intentaba y Barragán se esforzó por pararlo hasta que vió la 1ª amarilla y poco después se produjo la jugada que provocó su expulsión al propinar una dura patada sin balón donde el colegiado no dudó en sacarle la roja directa y mandarlo al vestuario provocando el temor en la grada. A partir de ahí la reacción.

Sorprendentemente para una afición acostumbrada al conformismo, el equipo lejos de amedrentarse se creció y el técnico argentino no renunció a todas sus cartas que pudieran dar una épica victoria y en vez de realizar un cambio defensivo, reordenó al equipo sin tocar ninguna pieza del equipo.

Los futbolistas acabaron la primera parte jugando mejor y teniendo más ocasiones con inferioridad numérica que cuando se encontraban en igualdad de condiciones. La segunda parte fue muy larga y el Bayern intentaba de todas maneras penetrar la portería defendida por Guaita sin éxito. Los nuestros se hacían fuertes atrás y Salían con rapidez de ideas a la contra creando incluso más peligro que el equipo teutón para delirio de una grada que por fin se sentía verdaderamente orgullosa de defender sus colores.

El final pudo haber sido más feliz si el gol de pura raza de Feghouli no hubiera sido contrarrestado por el de Muller que ponía el empate 5 minutos después. Aun así nadie podrá objetar nada a un grupo de 11 y después de 10 jugadores que por una vez en mucho tiempo han demostrado lo que es jugar en equipo y formar un solo bloque superior al que forman sus jugadores individualmente.


Escribo esto poco después del final del partido y sin mucho tiempo para construir una prosa más exacta y definida de lo que transcurrió durante el encuentro. La necesidad de contar las sensaciones vividas durante unos vibrantes 90 minutos de balompié me obligan a contarlo pronto, antes de que se pierdan en el olvido.

El olvido precisamente es lo que habitaba en nuestras mentes futbolísticas que no recordaban lo que significaba ver a un entrenador planteando un partido a 90 minutos. Algo que más allá del sistema u once elegidos significa administrar las fuerzas, no mostrar caras opuestas durante un mismo partido, intentar mantener la concentración hasta el pitido final y mejorar en la entrega y motivación de cada futbolista.

Esta noche se vio algo digno de calificar como equipo de fútbol y merecedor de ser apoyado. Se empató pero se jugó aprovechando las posibilidades de vencer. Esto es lo que pedía la afición y manteniendo esta imagen su apoyo se mantendrá fiel sin reproches ni objeciones. Más detalles en próximas entradas. Amunt Valencia! #CheQueBo!

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lunes, 19 de noviembre de 2012

VCF 2-1 Español: Victoria con esperpento y sufrimiento


El valencianismo contempló el sábado una nueva victoria de su equipo conseguida in extremis gracias a un penalti transformado por Roberto Soldado que puso el tranquilizador 2-1 en el electrónico para calmar de alguna manera el sufrimiento vivido por el público.


¿Fue un partido malo? –SI, mucho– ¿Se mereció la victoria? –Quizás hubiera sido más justo un empate–. Visto lo visto y habiendo sido favorecido por el árbitro para variar, el resultado puede no ser todo lo justo que debería. Sin embargo citando palabras de Soldado diré lo que suele pasar: “unas veces te dan y otras te quitan”. Y a nosotros saben quitarnos mucho.

No me extenderé sobretodo viendo el inminente partidazo que nos espera en la Champions y la importancia del choque para el futuro del club. Pero querría dedicarle unas palabras para comentar la preocupación que observo en la parroquia valencianista. Algo que parece molestar mucho al aficionado –No digo que a mi no me fastidie– es el hecho de la actitud pasota, indolente y cualquier atributo similar aplicable al equipo en partidos como los del sábado.

Sin querer justificar la falta de motivación mostrada en determinados encuentros, he de decir que llevo viendo los mismos comportamientos prácticamente desde mis primeros recuerdos futbolísticos, salvando si queremos alguna de las plantillas míticas que tuvimos de la que es un ejemplo la de la época de Benítez. Incluso en esos maravillosos años se hablaba de tirar copas del rey a la basura con partidos realmente infumables.

Lo dicho, no hay escusas para no darlo todo en cada partido, pero pocas son las veces en las que se ven los mismos ánimos jugando contra un Barsa que contra un Español, con todos los respetos hacia el equipo pequeño. Algo que por el contrario me preocupa más es la poca efectividad del centro del campo cuando faltan piezas clave, o el escaso nivel ofrecido por hombres como Barragán o Víctor Ruiz que esconden quizás un limitado fondo de armario de la plantilla.

SI falta Gago o Banega no funcionamos. Sin querer hacer sangre con el tema Albelda, es cierto que la pareja con Tino no consigue hacer circular el balón entre líneas, creando un vacío de poder en la zona central del campo, aprovechada entonces por el rival de turno. Escribiendo esto me estaba preguntando por qué Parejo no tuvo su oportunidad viendo estas carencias en la creación. Estas cuestiones me preocupan más y me quedo con la duda de si en los dos últimos partidos tuvo algo que ver la ausencia de Pellegrino en el banquillo para la tardía reacción al realizar los cambios. Lo desconozco, aunque supongo que el hecho de la no participación de Parejo es una decisión únicamente del primer entrenador.

Hubo más aspectos del juego que no me convencieron –en un partido tan malo, como para no haberlos– como por ejemplo Guardado ejerciendo del sancionado Cissokho. Entre que el balón no pasaba por el centro y que el “principito”, por inercia supongo, se situaba algo adelantado, en ocasiones hacía que el Valencia fuera una réplica del equipo de Unai. La verdad es que había muchas bajas e improvisaciones como para tomarse demasiado esfuerzo en comentar todos los defectos, pero espero que Pellegrino tome nota para el duelo de mañana ya que los teutones no serán tan dóciles como los periquitos.

Dejemos paso pues a la Champions esperando que las gradas tengan algo de más color valencianista que alemán, visto los errores en la política de precios que ha confesado haber cometido la entidad. Confiamos en la fuerza de las gargantas de la Curva Nord y esperemos que el equipo muestre su mejor versión para luchar por una competición llena de ilusión.
La victoria de mañana supondría el golpe sobre la mesa tan esperado de un equipo que tiene que confirmar de una vez que quiere optar a objetivos más ambiciosos que los mostrados en la pasada era.
  
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martes, 13 de noviembre de 2012

Valladolid 1-1 Valencia: Falto algo de fútbol y sobró mucho arbitraje para ganar


El valencianismo esperaba con incertidumbre cuál sería el resultado que traería su equipo de vuelta a casa después de su paso por Pucela. Después de la buena racha del equipo tanto en la imagen mostrada como en los resultados obtenidos, la afición tenía la esperanza de que por fin el Valencia rompiera la maldición del horario de las 12:00 y acabara con las malas estadísticas cosechadas fuera de Mestalla.


El partido acabó en un empate a uno final que no satisfizo las expectativas de los ches, quienes viendo como los de arriba cogen carrerilla se ven con el agua al cuello con el deber de empezar a sumar de tres en tres cuanto antes. Se sumó un puntito que impide al Valencia escalar a posiciones de acceso a Champions.

Pellegrino, que no pudo sentarse en el banquillo en cumplimiento de la sanción impuesta por el comité de arbitraje, después de la descacharrante actuación de Teixeira Vitienes, dispuso a un once con variaciones respecto a los últimos encuentros. Las rotaciones, sin embargo no afectaron a la actitud del equipo y al buen hacer de los jugadores durante la primera parte. Se llegó al descanso con un 0-1 a favor y con un Valencia que había salido una vez más a ganar el partido y no a esconderse como en pasadas ocasiones.

jueves, 8 de noviembre de 2012

VCF 4-2 BATE: Encarrilando el pase a octavos


El Valencia no defraudó en su compromiso de Champions y ganó de nuevo al Bate Borisov. Esta vez en su terreno, en un Mestalla que esta temporada se está convirtiendo en un fortín inexpugnable. El partido acabó con un resultado de 4-2 que deja al equipo de Mauricio Pellegrino, con muchas opciones de clasificarse para octavos de final de la máxima competición europea.



Que bien suena señores, escribir siguiendo el guión de la normalidad, constatando que las cosas salen como esperaba o deseaba la afición y no se han de contar fracasos prematuros o ridículos vergonzosos. Hoy podemos contar como el Valencia después de vencer en un partido vital para mantener las opciones en la competición doméstica, es capaz de hacer lo propio en Champions League, sin dejar que la confianza frene la evolución de este nuevo Valencia.

Es pronto para levantar los brazos y regalar alabanzas incautas. Queda mucho camino y todavía no se ha hecho nada, pero jugando con este criterio y seriedad, las posibilidades de disfrutar de nuevo del fútbol del Valencia aumentan y se hacen realidad.

La primera parte sirvió para encarrilar el partido, los blanquinegros salieron con la contundencia necesaria y sin contemplaciones sometieron al Bate a un acoso de menos a más, sin volverse locos pero sin cejar en el empeño, sin prisa pero sin pausa. Con la posesión y la presión a la hora de recuperar el balón el Valencia mandaba y así llegaron los goles. El primero en una jugada de Jonas que logra posicionarse en el área para batir al guardameta, el segundo lo marcó Soldado tan solo dos minutos después, al transformar el penalti provocado por Guardado. Con el dominio del equipo che se llegó al descanso.

La sentencia llegaría rápido, a los 5 minutos de la segunda mitad, Feghuli con un potente tiro cruzado hizo el tercero para su equipo finalizando la jugada iniciada con la recuperación y asistencia de Fernando Gago. El Bate tuvo que verse con el agua al cuello para reaccionar y consiguieron reducir distancias gracias a una falta sacada por Bressan cuya trayectoria del balón engaña totalmente a Guaita que falla en la salida.


Con el 3-1 el Bate ganó en confianza, espabiló y se dispuso a quemar todas las naves. La salida de Banega al campo dió refresco al equipo y un mayor control de la posesión, sin embargo aún quedarían unos minutos de sufrimiento, cuando Gago perdió un balón en el área valencianista y los bielorusos pusieron el 3-2 en el marcador. Fue una jugada puntual y un fallo individual de un Gago que había cuajado no obstante una actuación muy completa.
El miedo en el cuerpo duró poco y Feghouli hacía su doblete personal 3 minutos después, instalando el definitivo 4-2 en el electrónico del santuario.


Partido por lo general muy cómodo y bien disputado, en frente de unas gradas despobladas de seguidores, una pobre entrada solo enmascarada por el enorme apoyo que muestra con sus cánticos la Curva Nord. Esta victoria empieza a despertar las conciencias de muchos aficionados que se preguntan si es posible ilusionarse de verdad o aún hay que esperar un poco más para asegurarse.

La actitud está cambiando y mejorando y siguiendo así los jugadores tendrán disponible el apoyo de sus fieles seguidores. Faltan cosas por mejorar. El juego no es perfecto, pero se intuyen esas mejoras tácticas que de hecho ya están dando sus frutos. La confirmación del cambio pasa por lo que seamos capaces de sacar del próximo partido de liga contra el Valladolid.

Es necesario seguir sumando para acercarse más a la cabeza de la liga y para ello no se pueden bajar los brazos en los partidos menos vistosos y motivantes como los de las 12:00 del domingo.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Valencia 2-0 Atlético . Mucho más que fútbol


La semana anterior después de la derrota ante el Betis en Sevilla, comentaba como el equipo parecía ofrecer una especie de resistencia que impedía curar esos males endémicos que viene sufriendo durante los últimos tiempos. Esa indolencia que padecen los jugadores de vez en cuando y que no permite a la afición engancharse del todo con su equipo. La constante falta de concentración que causa la pérdida irreparable de puntos imprescindibles para avanzar en liga.  Lo que hace que el juego de conjunto quede relegado a alguna genialidad del jugador inspirado del día, más fruto del azar que del empeño deportivo.



Pero hoy amigos no es día para escribir de las penurias del Valencia Cf de las que estamos todos tan hastiados. Hoy toca hablar de la cara alegre del fútbol, la que sale a relucir con las victorias de nuestro equipo, la que provoca la euforia de una grada entregada a su equipo. Esa alegría la pudimos sentir el sábado con el gran partidazo que enfrentaba al Valencia con el Atlético de Madrid.

martes, 30 de octubre de 2012

El enfermo se resiste a curarse


El equipo venía de ofrecer una cara más alegre y renovada ante el Bate en Champions y la afición empezaba a esperanzarse pero ya sabemos que con cautela. Y hacía bien, porque como predije yo y más perros viejos del fútbol, no sería un camino de rosas lo que nos esperaba ver de este Valencia de aquí a final de temporada. Así que sin ir más lejos en el siguiente partido, nos encontramos con una nueva derrota fuera de casa, que puede volver a sacar a relucir los viejos fantasmas.


El encuentro ante el Betis fue un triste tropiezo ya que devuelve la presión al equipo y al técnico en cuanto a la necesidad de sumar puntos cuanto antes. Sin embargo no debemos alarmarnos tan pronto, pues el equipo se puede decir que está en construcción todavía y hay que valorar más los intentos del equipo y las reacciones del técnico que el resultado final, que por otra parte es el tercer 1-0 que cosecha el conjunto che fuera de su estadio. Algo que nos ha de servir para pensar que no está todo perdido, no son derrotas abultadas, lo que puede servir para mantener la esperanza y confianza en el equipo.

En cuanto al partido en sí, no se puede negar que fue bastante horrible en general, aunque podemos separarlo en las dos mitades del mismo. La primera mucho peor, con un juego desordenado y un “trivote” central que protagonizado por los mismos hombres de Minsk no interpretó el guión correcto ni de lejos. Y la segunda un intento de remontar que no fue suficiente.

Aquí he de hacer mención especial a un jugador, pese a quien pese y su nombre es Albelda, conocido por seudónimos como “el etern capità” “el patriota” pero también con otros motes como “el muaquis” o “el cono”. He de decir que al no haber visto el partido en directo, me dispuse a visionarlo en diferido con la ventaja de saber de antemano cual había sido el resultado y el juego. Esto me sirvió para analizar más fríamente que de costumbre el sistema y su funcionamiento haciendo especial seguimiento a algunos jugadores y fijándome mucho en la salida de balón.

Confieso que soy poco experimentado en estrategia y me cuesta descifrar patrones de juego, pero aun así hay signos claros que a uno no se le pueden escapar cuando ha visto bastante fútbol. Seguí de cerca los movimientos del señor Albelda, y ciertamente fueron patosos. Observándole creía que estaba ante un chaval que no ha jugado nunca un partido de fútbol y hace lo que puede, se coloca entre sus compañeros e intenta tocar la bola cuando esta le viene al cuerpo. Sinceramente, no es nada personal, solo hay que verlo de nuevo y darse cuenta. Ni defiende ni ataca, está en una posición donde no cubre a ningún rival, solo hace bulto. Y a esto añadimos el agravante de que las pocas recuperaciones que hace vienen acompañadas de faltas casi siempre, cuando no de tarjetas. Albelda se limitó a sugerir a su compañero más cercano donde tenía que realizar el pase, como si él mismo no jugara en el equipo y no tuviera que pasar el balón por sus pies. La consecuencia fue de una inexistente fluidez en el centro ya que todo el espacio que ocupaba este señor en la creación era una zona prohibida, donde el balón solo cruzaba por medio de los jugadores verdiblancos.

Pellegrino debió darse cuenta de la inoperancia de esta figura central, pues salió en la reanudación con Tino ocupando este puesto y Banega con Gago por delante de él. De esta forma se mantenía el sistema, pero se mejoró en la elaboración. Sin ser perfecto el cambio de imagen, el equipo consiguió que llegara el balón a las inmediaciones del área contraria. La clave estuvo en la entrada de Banega y el retraso de la posición del Tino Costa. Estos dos hombres, junto con Gago se situaban ahora más juntos y movían la pelota con mucho más criterio intercambiando sus posiciones sin variar su función global.
Lamentablemente el cambio no fue suficiente y aunque el técnico realizó dos sustituciones más con el objetivo de sumar efectivos en ataque, las pocas ocasiones que se crearon no se convirtieron en el gol del empate. Soldado se tropezó con un buen portero y el Betis se llevó los tres puntos con justicia.

Más allá de la derrota lo que me preocupa particularmente es si el técnico ha encontrado un sistema que consolidar y si la confianza en el señor Albelda es influida por alguien o realmente cree en él. Esto se me antoja vital, ya que de no aclarar pronto las ideas puede seguir emulando los defectos de Unai Emery más allá de lo permitido.

El equipo necesita con urgencia afianzar una idea de fútbol, basada en un sistema principal de juego y en un once titular que pueda llevar a buen puerto sobre el césped la estrategia dibujada en la pizarra. La otra emergencia para Pellegrino es dotar de la exigencia necesaria al grupo en cada partido, ya que a pesar de los defectos observados el sábado la cosa hubiera cambiado mucho si se hubiera ofrecido la misma concentración que se alcanzó contra el BATE.

Finalizo el análisis un vez más sin tiempo para asimilar mucho los acontecimientos, ya que esta misma noche nos espera el modesto Llagostera de segunda división B, lo hará en su casa, en un campo bastante pequeño y donde no tendrá nada que perder. La copa entra en escena con los equipos de primera. Estos enfrentamientos son engañosos siempre, pues la exigencia del favorito hace que un equipo como el Valencia tenga la obligación de ganar y donde una derrota es muy escandalosa. Pongamos la atención necesaria y no fallemos.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Volviendo a disfrutar del Valencia CF

Se me había olvidado lo que era disfrutar viendo un partido del Valencia. Si hace apenas dos días centraba mis esfuerzos en seguir los rastros del optimismo, hoy puedo decir que los he encontrado y que solo espero que estos no sean pistas falsas y que por fin nos hayemos en el buen camino.

foto extraída de www.Valenciacf.com

La remontada anterior daba un soplo de aire fresco al equipo que el técnico y los jugadores han sabido aprovechar perfectamente para conseguir otra importante y contundente victoria esta vez en Champions. Además del resultado llamativo de 0-3, el partido nos deja muchos más datos positivos. Se termina con la mala racha del equipo fuera de Mestalla, Soldado vuelve a ponerse el traje de delantero y además por la puerta grande, consiguiendo un nuevo Hat trick con el que ganar confianza de cara a futuros compromisos y la portería valencianista quedó imbatida gracias a la buena actuación de Diego Alves, que tuvo a la vez un apoyo en la mejoría que experimentó la zaga con la entrada en el once del portugués Ricardo Costa que sustituía al desafortunado Victor Ruiz.

No fueron todo maravillas en el partido, ya que los bielorusos gozaron de alguna oportunidad peligrosa bien atajada por Alves quien relevaba a Guaita que padeciá gastroenteritis.  Pero sin embargo esta vez la valoración general de la actuación che es más que positiva teniendo en cuenta la importancia del compromiso. El equipo, al contrario de lo que venía sucediendo en las últimas citas clave, no defraudó. Y es que más allá de la estrategia usada, el sistema elegido por Pellegrino y de las individualidades, hubo algo notorio que fue lo que a la postre posibilitó ese cambio de imagen y no es más que la solidez que demostró el conjunto valencianista.

Esa solidez se basó en mantener la concentración durante los 90 minutos, sin empanadas de por medio, además de conseguir algo muy importante, matar el partido a la primera que se puso a tiro. Una vez conseguido el segundo gol, fue como si de pronto el equipo se relajara y perdiera el miedo, haciendo que los pases fluyeran perfectos y eligieran la opción correcta instantáneamente, evitando la previsibilidad en el ataque y aprovechando el shock que produjo el segundo gol en las filas del BATE Borisov.

Lo que en la primera parte fue constancia y dedicación para intentar romper la maraña defensiva del rival, en la segunda parte se tornó en alegría y desparpajo en el ataque valencianista que no desperdició los espacios que dejaba el equipo contrario. Todo ello fue posible gracias a la coordinación defensiva, donde existió más solidaridad entre compañeros al recuperar el balón desde atrás y las ayudas en el marcaje de los delanteros contrarios. Sumémosle el acierto en la salida de balón con muy buenos contragolpes que encontraban los controles de un Soldado en estado de gracia que tuvo durante unos minutos un ayudante de lujo con el Tino Costa ejerciendo por primera vez un papel a mi juicio más acorde para él.

En definitiva, vimos los primeros pasos del Valencia que deseábamos con el cambio de entrenador y que ojalá se vayan consolidando con el paso de las jornadas. No será un camino de rosas, habrá tropiezos seguro, pero lo importante es que el equipo se afiance en el proyecto de Pellegrino, se adapte y sea fiel a un estilo, más allá de uno o dos resultados y que tengan el convencimiento en una idea de juego que les dote al fin de una personalidad propia. Algo tan añorado últimamente por la afición.

Hoy el aficionado se levanta satisfecho, recompensado por su fidelidad a unos colores, con ganas de ver una nueva actuación de su equipo y ansioso por comprobar que progresa un nuevo Valencia. La noche europea sirvió para abrir el tapón de esa famosa botella que nos vendieron. Ese recipiente que debía estar lleno de ilusión y que se vació por completo incluso antes de terminar la temporada anterior. Me despido por hoy esperando que todo lo que observé e intuí como positivo no sea otro espejismo más y la apertura de ese tapón permita que se vuelva a llenar la famosa botella de la ilusión.

lunes, 22 de octubre de 2012

Encontrando el optimismo con cautela


Hace poco menos de una semana andaba yo como loco buscando una chispa que encendiera de nuevo esa pasión olvidada por ver cada partido de liga. Un rastro de optimismo que intentaba seguir con el objetivo de hacer más llevadero el seguimiento de nuestro Valencia CF durante la temporada que nos espera. Seguir el día a día de nuestro club y en especial el apartado deportivo en cada partido no me suponía gran esfuerzo hace unos años, sin embargo las últimas campañas se han hecho inesperadamente largas para muchos aficionados ches entre los que me incluyo.

Buscando el optimismo, me dispuse a encontrarlo viendo el partido del sábado con especial interés. Era el momento de que el equipo consiguiera ese resultado positivo que muchas veces solo esconde los defectos, pero que a su vez, es siempre necesario para empezar a enmendarlos definitivamente. Por suerte se consiguió, el equipo ganó tres puntos de oro para ir alejándose de posiciones comprometidas y además con una remontada final como hacía tiempo que no vivía el valencianismo, de esas que llamamos épicas.

Una vez calmada la sobredosis de moral inicial, pude captar como más allá de las lógicas reacciones eufóricas, la remontada había sido sabiamente asumida por muchos bloggers amigos con precaución, evitando dejarse llevar por falsas alegrías y animando al lector a tomarse con paciencia y cautela los posibles signos de recuperación del equipo.

Por una parte estoy de acuerdo en ser cautos, en no alzar los brazos tan rápido por un simple partido. Hay que ser conscientes de los errores que se cometieron, sobre todo en la zaga valencianista y más concretamente de la empanada de los centrales. Los goles fueron consecuencia de la falta de coordinación y la contundencia defensiva y fueron encajados en las pocas llegadas que tuvieron los bilbaínos en la primera parte. Los problemas defensivos son un lastre que arrastramos durante mucho tiempo y será misión especial para Pellegrino el poder dar con la solución. Ésta podría demandar incluso algún fichaje de urgencia en el mercado de invierno o seguir probando con canteranos como Carlos Delgado que tuvo un buen debut nada menos que en Champions en la victoria que consiguió el equipo ante el Lille.

No hay que olvidarse de otros problemas en el apartado de la creación que hacen referencia al centro del campo, donde se evidencia una falta de control del tempo del partido, una mayor seguridad en las transiciones ataque-defensa y en la dificultad de asegurar la posesión evitando pérdidas que puedan desembocar en los temidos contragolpes. Algo que podría resolver en parte la vuelta de los lesionados.

Sin embargo no me quiero centrar únicamente en lo negativo ya que como decía al principio mi misión es buscar los puntos fuertes a los que agarrarse y recuperar la fe en el equipo. Por tanto y exponiendo las conclusiones positivas me quedo con un puñado de ellas que espero sirvan para dotar de más confianza a Pellegrino y a los futbolistas para continuar en su crecimiento como grupo.

Entre ellas destaco la capacidad de reacción exhibida para remontar dos veces un resultado adverso, las actitudes de pelea y entrega que superaron ampliamente a las más indolentes, así como la búsqueda insistente de la victoria que fue facilitada sin duda por la superioridad numérica de la segunda mitad del encuentro, pero que también tuvo su causa en los hombres elegidos por el mister para dotar refresco al once inicial. Así vimos un alegre reencuentro de Banega con su público que pudo disfrutar de nuevo de la calidad de este futbolista durante los minutos finales y también vimos el efectismo de un Valdez que con un tremendo cabezazo batía la portería defendida por Iraizoz permitiendo al Valencia sumar los tres puntos ya en el tiempo añadido.

Tampoco me quiero olvidar del buen papel que tuvo el chaval Bernat que al igual que otros hombres aportan su candidatura para competir por un mismo puesto en la alineación inicial. De momento se ha conseguido algo y es que la afición vuelva a hablar de fútbol y de debates sobre la titularidad de algunos futbolistas, algo que es mucho más sano que tener que hablar de las lastimosas operaciones y declaraciones de la directiva.

El análisis lo cierro ya, esperando que los signos positivos que deja el fin de semana se afiancen en Champions, donde la victoria se ha convertido también en algo vital para las aspiraciones de clasificación del Valencia que ve como la liguilla pasa de ser cosa de dos a estar peleando con un nuevo aspirante, el próximo rival a batir, el Bate Borisov.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Buscando el optimismo

Hace mucho que no escribo en el blog, motivos tengo muchos, pero aquí solo quiero exponer los deportivos, aquellos que se relacionan directamente con el fútbol y nuestro Valencia CF.



Así pues, el principal motivo es el desánimo, la desmotivación que provoca el equipo y que va creciendo desde hace ya algunos años hasta el día de hoy. Entre los argumentos se encuentran la falta de competitividad adquirida por el equipo, la poca implicación mostrada por los futbolistas que cada día parecen más actuar como un simple mercenario que como un jugador de fútbol y como no, la situación financiera e institucional que sufre hoy en día la S.A.D.

Después de la marcha de Unai Emery hacia tierras rusas,  la única huella de esperanza que nos queda por seguir al valencianismo es confiar en el nuevo técnico, en el que fuera uno de los estandartes de la última época dorada del club, cuando tantas alegrías pudimos disfrutar. Hoy no queda nada de ese grupo de ganadores, bueno mentira, queda un nombre y todos sabemos que al veterano patriota no le queda espíritu ganador, no al menos el ganador de partidos, aunque el ganador de pelas supongo que si.

En fin, mucho podríamos hablar acerca de los motivos pesimistas, y tan solo escuchar cualquier declaración de un miembro de la directiva provoca un hastío y desconsuelo que hace temblar los cimientos de cualquier futbolero valencianista que se precie. Así que no queda otra que buscar ese rayo de esperanza que nos haga ser algo más optimistas de cara al futuro de nuestro club.

Vaya por delante que ese halo de esperanza tiene más que ver con la fe que con la realidad, pero es que en el fútbol como en cualquier otra religión la fe es imprescindible.
Es por ello que en estos momentos ando desesperado, partido tras partido intentando observar cualquier detalle novedoso en el juego del Valencia, esperando esa chispa de calidad en las combinaciones con la pelota en juego, deseando ser testigo de un cambio en la actitud de los jugadores hacia un mayor compromiso y entrega. Es decir, ver ese plus de motivación a la hora de buscar una victoria.

Eso que hemos escuchado muchas veces de: “atacan más con el corazón que con la cabeza”. Bueno pues algo es algo, y si al menos veo que le ponen corazón, podré creer entonces que cuando llegue si es que llega el buen juego, estos jugadores serán capaces de ganar algo. De momento y siendo sinceros, me falta ese plus, ni digo que no suden la camiseta ni digo que se muestren totalmente indolentes, pero si que se les echa en falta algo más de compromiso y creencia en sus posibilidades.

Lo que más me preocupa además es que realmente tengan la confianza necesaria en Pellegrino, para que los intentos del entrenador de reconducir al equipo surjan efecto. Los resultados no están acompañando y esto se traduce siempre en dudas tanto en los futbolistas como en la afición. No tengo la intención de agobiar con estadísticas pero son por supuesto negativas. Lo único que pretendo comunicar es que más allá de los malos números que presenta el Valencia en este inicio de temporada, hay que debatir sobre el posible margen de mejora, las posibilidades de crecimiento en el juego de equipo y la actitud de los jugadores que son los que en última instancia han de revertir la situación y empezar a ganar puntos.

Particularmente tengo varias dudas respecto al futuro deportivo del Valencia.
Por un lado tenemos la incógnita de cuales son las capacidades, habilidades y aptitudes de este entrenador. O dicho de otra manera: ¿Será capaz este entrenador de mejorar los resultados de Emery o al menos conseguir esos objetivos marcados por Llorente?
La respuesta no es fácil, ya que se suman muchos factores. El primero es la nula experiencia del entrenador como primer entrenador de un equipo, el segundo es la patente pérdida de calidad individual en el grupo (al menos si lo comparamos con los primeros años de Emery donde se contaba con muchos hombres que acabarían siendo campeones del mundo / Europa) y el tercero y último sería el margen de error que le concedan a Pellegrino para empezar a dar frutos.

Del primer factor necesitamos además de las teóricas aptitudes técnicas y estratégicas que ha de trasmitir al equipo, la capacidad de llevar a un grupo de jóvenes futbolistas que en los últimos años ha demostrado ser poco disciplinado y aplicado.

Del segundo factor, la calidad individual, poco podemos achacar al entrenador y tendríamos que pasar al debate económico donde necesitaríamos muchas líneas para explicar detalladamente la gestión de Llorente y Braulio. Mejor no entremos por ahora.

Del último factor sin embargo si que hay más donde debatir, ya que la afición adopta un papel influyente en el asunto. Además de los planes de Lolo en cuanto a la confianza que esté dispuesto a ofrecer a su técnico se suma la dosis de paciencia que se tome la afición valencianista, sobre todo la que intenta cada día con más complicación llenar las gradas de Mestalla.

Por último y para acabar daré mi humilde consejo: Sed pacientes en la medida que podáis, hemos aguantado mucho con Emery y lo justo sería dar un buen margen de confianza también a Pellegrino.

martes, 3 de julio de 2012

Tricampeones históricos

La pasada noche los que nos sentimos futboleros en este país, incluso muchos de los que no suelen disfrutar del deporte rey en sus vidas pudieron contemplar como nuestra selección hizo historia al conseguir ganar consecutivamente 2 Eurocopas y un Mundial entre ellas.




El día de ayer quedará en la retina de todos los que como yo han sufrido decepciones viendo como las ilusiones depositadas en el combinado nacional se iban al traste cada dos años. Aquellos que lloraron tantos cuartos malditos, que tenían que conformarse con ver a otro país alzando la deseada copa. Todos los que han soñado durante toda su vida en ver a España en lo más alto. Cada  uno de esos soñadores tuvieron ayer la recompensa de cantar cuatro goles en toda una final de la Eurocopa.

La racha de equipo perdedor se acabó hace cuatro años, cuando imponiendo por fin un sistema de juego único hasta entonces conseguimos superar a todos los rivales que se cruzaron en nuestro camino. El hombre responsable de tal cambio de identidad fue Luis Aragonés, un entrenador que fue capaz de crear una piña de jugadores que empezó a creer en sus posibilidades y que unido a la calidad de cada futbolista conquistaba Europa de nuevo después de 4 décadas de sequía.


Ese sistema fue evolucionando y con la llegada de Vicente del Bosque se consolidó, se reforzó y permitió que tuviéramos una nueva imagen ganadora de nuestra selección. Como premio al esfuerzo llegó nuestro primer mundial, coronando de nuevo a los futbolistas españoles como campeones esta vez del mundo y todos disfrutamos y celebramos esa maravillosa copa dorada tan deseada durante tanto tiempo.

El sueño de tener un equipo campeón se hizo realidad y todo un país lo celebró olvidando por unos días esta maldita crisis. Con estos dos primeros retos superados, solo quedaba mantenerse en lo más alto, algo que personalmente es lo que considero más difícil. Sin embargo ahí estaba el nuevo reto, demostrar al mundo entero que tantos años de intentos frustrados no fueron en vano y que podíamos situarnos de nuevo en el olimpo futbolístico.

Llegó la cita de Ucrania, esta vez siendo favoritos para revalidar el título, algo que podía pesar en las piernas de los jugadores españoles. Pero ojo, que estos locos bajitos son mucho más grandes de lo que parecen y con un nuevo esfuerzo y más concentración que nunca han logrado lo que nadie hasta la fecha ha podido, haciendo vibrar de nuevo al más incrédulo con un juego que se ha convertido en referente para otras muchas selecciones que fueron campeonas antes que nosotros.

No ha sido un camino de rosas volver a levantar la Euro, pero estos hombres estaban empeñados en batir cualquier record y lo han hecho. En estos momentos esos jóvenes que pasean su merecida copa en el autobús por las principales vías de Madrid son ya héroes de muchas batallas futbolísticas, triunfadores de épicos partidos, protagonistas del mayor éxito logrado por una selección en la historia, un triplete que tiene como colofón una gran victoria contra la siempre temida Italia, que pese a su mutación en el juego y sus mejores intenciones, nada pudo hacer contra este combinado de grandes futbolistas.

El partido de ayer será difícil igualarlo, 90 minutos para la videoteca del fútbol. El vídeo debería guardarse como un ejemplo de partido perfecto, porqué sin ánimo de exagerar así lo creo. Nunca en mi vida he visto tocar el balón con tal precisión, ante la presión rival, desde la defensa hasta el gol, pasando por un centro del campo impenetrable y de fábula. Es un equipo de dibujos animados, no cabe otra definición.

El encuentro no se preveía fácil, pero terminó siendo una cómoda victoria liderada por un once para el recuerdo y una convocatoria de jugadores que pese a las críticas iniciales, las cuales suscribía y sigo haciéndolo, ha demostrado que estaba plenamente capacitada para doblegar a cualquiera.  Se merecen el reconocimiento al éxito alcanzado, ya no solo por el buen juego, ni por los resultados, que son magníficos por ellos mismos, sino también por los valores que transmiten. Unos chavales que el que más y el que menos ha ganado casi todo lo que se puede ganar en el mundo del fútbol y que tienen aún mucho tiempo por delante para seguir aumentando el palmarés en sus clubes y en La Roja.

Chapó también para la escuadra "azzurra" de la que nunca fuí fan, pero que viendo sus partidos a lo largo del campeonato me ha convencido porque esta vez si practicó un juego para respetar y fue todo un digno rival y menos fácil de lo que reflejó el marcador final.

Lamentablemente muchos valencianistas vivimos con un pelín de tristeza todos los acontecimientos. La razón la sabemos todos, esa fuga de cracks que sufre nuestro club y que nos ha impedido seguir disfrutando en nuestra ciudad de muchos de los protagonistas que han hecho posible el triplete histórico. El último Jordi Alba, que aún siendo catalán de nacimiento, todos habíamos adoptado como valencianista. No quiero desviar la atención del tema central, ya que sería entrar en polémica. Lo único que diré hoy es que como ya se reconoce unánimemente, el chaval que recorría la banda izquierda de nuestro equipo hasta hace nada, ha sido la revelación de la Eurocopa, certificando su galardón con un golazo ontológico en una final insuperable.

Hasta 3 exvalencianistas lograron traspasar la línea defendida por el guardameta Buffón quien como el resto de italianos vio impotente como España les pasaba por encima sin poder hacer nada para remediarlo. Esto nos apena, porque sabemos que son otros los que disfrutan ahora de su fútbol, pero como valencianista debemos estar orgullosos de haber ayudado con nuestras gargantas y nuestro apoyo a que estos jugadores se convirtieran en lo que son ahora mismo y hayan sido piezas clave en la transformación de la selección española.

Como fiel seguidor blanquinegro no estoy pasando por mi mejor nivel de motivación, por el tema de las ventas entre otros. También es necesario hacer mención a la otra desgracia que hizo sombra al partido e impidió que muchos valencianos pudieran disfrutar de esta final al 100%. Los trágicos incendios que han asolado gran parte del monte de la comunidad afectando a numerosos municipios han empañado lo que debía haber sido una fiesta nacional sin tachones. Desde este humilde blog deseo todo el ánimo posible a los afectados por los incendios y les dedico esta crónica deportiva a ellos y a los que desgraciadamente nos han abandonado en los últimos tiempos y que han jugado un papel importantísimo en el fútbol español y en su evolución como son Antonio Puerta, Dani Jarque, Miki Roqué y Manolo Preciado.

Acabo dedicando este post muy especial para mi, a otro gran hombre que hubiera disfrutado el triplete y no pudo. Abuelo, va por ti!

sábado, 16 de junio de 2012

Breves reflexiones en medio de la Euro


Hace una semana me prometí a mi mismo seguir contando cosas del Valencia o de la selección aprovechando la escusa de la Eurocopa. Algo que me vino muy bien en aquel verano de hace dos años, cuando España ganó su primer mundial y yo pude narrar cada partido en mi recién estrenado blog por aquel entonces.

Durante este tiempo, España se ha confirmado como la selección favorita en cada encuentro que disputa y obviamente lo es también en la presente competición. Nuestra selección empezó el pasado domingo a medio gas, empatando contra la siempre peligrosa Italia, en parte también por el buen juego que mostraron ellos, que no dejaron desplegar todas las armas de las que disponemos.

Después de los nervios del debut, tocaba cumplir ante los irlandeses y así fue, un 4-0 esclarecedor que deja patente nuestra candidatura al título por segunda vez consecutiva. El partido fue dominado de principio a fin por los locos bajitos que consiguieron adelantarse pronto en el marcador con un acertado Torres que esta vez no desaprovechó todas sus oportunidades y encarriló la victoria española.

Ya antes del partido y después de mi pequeño gran rebote ante la no convocatoria de nuestro 9 valencianista, me había propuesto disfrutar del gran juego de la Roja y no agobiarme demasiado por lo que no tenía solución. Gracias a mis intenciones y a la superioridad del equipo de Del Bosque pude ver el partido bastante tranquilo y disfrutar de los 2 goles de Torres, del gol hipnotizante del mago Silva y del cañonazo de Cesc para rematar el partido.

Y así que casi sin querer ya llevamos 2 encuentros disputados, vamos líderes del grupo y necesitamos tan solo un empate para asegurar el pase a cuartos de final. Pero ojo! no es que vaya a ser tan fácil como lo pintan. Hay que ser conscientes de que Italia irá a por la victoria contra una Irlanda ya eliminada matemáticamente y que si la lógica se impone ganará, con lo que los croatas necesitarían también superarnos para tener opción de clasificarse. No hay que jugar con fuego y si ir a por todas contra Croacia para centrarnos en la fase seria del campeonato.

De España no quiero contar mucho más, porque espero poder explayarme narrando partidos más épicos y tampoco pretendo amargar al personal ni a mi mismo soltando todos los improperios que se me ocurren para calificar el bochorno que me produce la gestión del actual Valencia. Así que siguiendo con esta peculiar y nueva habilidad que he conseguido de hacer posts cortitos lo dejaré aquí a la espera de que la próxima semana siga con ganas de hablar más.

Lo malo es que además de hablar más tendré más tiempo y eso implicará a buen seguro que tenga que sacar mis críticas guardadas a relucir. Si alguien se está preguntado sobre que versarán mis críticas, el adelanto y la pista están en la imagen de cabecera del post. Hasta entonces solo digo una cosa, tenemos que tener fe en Pellegrino para el año que viene. A mi es la única esperanza que me queda.


sábado, 9 de junio de 2012

Euro 2012, popurrí y vuelta a las andadas


Ya ni me acuerdo del último día que actualicé este rinconcito valencianista. El poco tiempo disponible, unido a las pocas noticias positivas que esperaba comentar han hecho que no escriba de fútbol durante demasiado tiempo. Además, la llegada de la Euro ha solapado el tiempo que pretendía dedicar para analizar la temporada valencianista y asimilar la llegada del nuevo técnico al banquillo Che.

No obstante, durante mi letargo futbolista, he intentado seguir, los principales novedades valencianistas, gracias sobre todo a la inmediatez de twitter y la pandilla blanquinegra que solemos andar por esas redes. He podido saber de la mini-gira del equipo por EE. UU. y enterarme de los resultados por algunos fieles bloggeros que no cesan nunca en su entrega escritora, hasta he sido testigo via online de la ridícula y deprimente presentación de la nueva primera equipación de la plantilla para la próxima campaña, incluyendo los Batman más lentos que he visto nunca jamás.

Y no solo eso, sino que también pude sufrir la noticia de la decepcionante e inexplicable lista definitiva de la selección para la Euro. Esto último unido a los constantes rumores sobre salidas de jugadores a precio de rastro dominical, noticias sobre fichajes poco ilusionantes y sobre la inminente venta de los últimos cracks del equipo, hacen cada día más difícil mantener la ilusión valencianista.

Aún con todo y dejando para otro día el tema Bankia y sus posibles consecuencias, al más puro estilo escapista  de político actual, desempolvaré este blog a partir del aluvión de noticias frescas que arrastre la llegada de la Eurocopa y seguramente entre tanto seguiremos atentos a lo que acontezca en el devenir diario del Valencia CF.

Por tanto, reanudo la actividad deseando poder contar cosas positivas tanto del equipo como de la Roja, porque al fin y al cabo, aunque como a tantos otros me ha jodido mucho que Soldado no sea el goleador elegido y se le haya visto muy descaradamente el plumero del marqués y su predilección a ciertos nombres y colores por encima de números, estadísticas y méritos futbolísticos, no quiero más que poder disfrutar de unos ratitos de buen fútbol de las botas de esos locos bajitos que un día fueron valencianistas.

Y finalmente con esta especie de popurrí y estando satisfecho de haber podido resumir en pocas líneas lo que quería transmitir, me despido hasta el próximo post, en el que espero poder volver a narrar una crónica más deportiva que otra cosa, si es que el juego de España me despierta esa inspiración. Pero no quisiera terminar sin antes acordarme de la terrible pérdida que ha sufrido el mundo del fútbol hace apenas unos días cuando nos abandonó el gran Manolo Preciado, un personaje que se había ganado el respeto y la admiración de mucha gente por su humildad, sencillez y afán de superación. Estés donde estés, descansa en paz.

Manolo preciado celebrando su ascenso con el Levante

miércoles, 25 de abril de 2012

¿Qué escribiremos el viernes?

Después del partido de ida de las semifinales de la Europa League contra el Atlético de Madrid, la mayoría de la afición dejamos de creer en este equipo, en este entrenador y en su manera de vender humo en cada compromiso importante que se acerca. El partido del Calderón fue tan bochornoso, tan malo, tan lastimoso que nos dejó muy dolidos y apáticos, como si ya no quedase nada a que apelar para seguir teniendo ilusión por ver al Valencia de la actualidad.

imagen extraída de www.superdeporte.es
Mil calificativos negativos podríamos aplicar al 4-2 de la ida, cuyo resultado fue aunque no lo parezca lo único positivo que sacó el Valencia de un partido para olvidar. El tardío gol de R.Costa dejó vivas las posibilidades de remontada para la vuelta en Mestalla. Sin embargo la falta de creencia en que se pueda pasar a la gran final no radica en lo difícil del resultado necesario para remontar, sino en que la misión de esa gesta recae en un grupo de jugadores que en estos últimos años han demostrado que no son capaces de competir en los momentos clave y que cuando llega la hora de dar la cara, se esconden, les flaquean las piernas y sacan su peor versión dando una imagen de equipo pequeño y cobarde que no veíamos en el Valencia desde hace muchos años.

Por las razones citadas y por los últimos y numerosos ridículos acontecidos esta temporada que evidencian la endeblez del equipo, sería difícil que la afición llenara el campo el Jueves con cánticos y banderas. Pero por suerte para el Valencia y para Unai, el destino le ha dado una ortunidad más para que la afición se reenganche y saque los últimos posos de fe que le quedan a la botella de la ilusión. Esa oportunidad nace de las buenas sensaciones que dejó el partido contra el Betis, donde sin hacer ni mucho menos un partidazo si que se vieron mejorías que otorgan al más optimista una razón para alargar la creencia en que es posible si el equipo se pone por fin la careta de profesional en el terreno de juego.

No quisiera parecer iluso y hacer un alegato ingenuo animando a los lectores a que crean en algo que no hemos visto durante 4 años, de hecho si apelamos a las estadísticas y a las últimas decepciones vividas, la cabeza nos diría que no nos hiciéramos ilusiones, que la cosa es poco más que una utopía. Sin embargo yo, particularmente, si me decanto por apartar por dos días esa parte lógica que tiene el fútbol y centrarme en esa otra parte que invita a la locura, a la remontada loca, a los partidos vibrantes con final feliz, de esos que todos alguna vez hemos vivido, disfrutado y que han ayudado a que seamos un poco más futboleros.

Yo mañana seré ese valencianista abnegado que cree hasta el pitido final en la victoria de su equipo, apelaré al espíritu de los goles de Piojo y de Mendieta, a la mirada hacia el cielo que en el último suspiro se rinde a los designios de la Mare de Deu. Seré creyente por un día, pero mi religión será el valencia CF, porqué casi lo único que tengo para aferrarme es la fe, igual que dijo Unai hace una semana.

Iba a escribir también sobre el once que sacaría al campo, pero ya no creo ni que sea lo más determinante. Solo espero que por una vez el técnico consiga sacar esa motivación extra a su equipo, ese plus que tanto se necesita en los grandes escenarios y en las fechas señaladas y del que tanto carecemos.

De una cosa estoy convencido, la afición tendrá su motivación, mañana cada valencianista habrá buscado en lo más profundo de su ser, esa pizca de ilusión que tenía guardada en la reserva y la habrá encontrado. Las gradas cantarán, animarán, ondearán sus banderas y ayudarán al equipo. Los seguidores por tanto nada más podemos dar ni hacer. La pelota está en el tejado de los futbolistas y mi última duda es ¿qué escribiremos el viernes?


jueves, 12 de abril de 2012

Recuperando la sonrisa

Dos semanas atrás me hallaba yo indignado con mi Valencia y hastiado de los síntomas repetitivos de torpeza que venía mostrando el técnico y los jugadores partido tras partido. Nos habíamos complicado la vida en Europa y nos la estábamos jugando en Liga, siendo cuestión de tiempo que perdiéramos el tercer puesto.
foto extraída de www.superdeorte.es

Sin embargo algo ha cambiado en el equipo. No se exactamente como explicar la reacción que ha experimentado en los últimos 3 encuentros. En mi último post, renunciando ya a toda esperanza de disfrutar del fútbol esta temporada, solo pedía una cosa a Unai, que aplicara la cordura en sus planteamientos, sistemas y alineaciones. Aunque solo fuera para librarnos de más ridículos.

No se si habrá leído mi blog o qué. (obviamente no creo) pero la verdad es que algo ha tenido que hacer porque en tres partidos, el equipo ha marcado 8 goles, solo ha encajado uno, ha remontado en Europa, clasificándose de manera solvente para las semifinales de la Europa League. Y no se queda ahí la cosa, sino que el partido que más temía el aficionado fue todo un espectáculo pero al contrario de lo esperado, muy positivo para la imagen Che en España. El conjunto de Emery plantó cara y de que manera al líder de la liga y me hizo volver a disfrutar de la emoción de un partido contra un grande.

Hacía tiempo que no sentía ese cosquilleo en el estómago viendo jugar a mi equipo. esa inquietud que provocan los ataques del contrario y esa chispa de ilusión cuando ves a tu equipo atacar la portería rival. Eso es lo que sentí el domingo viendo a Guaita atrapando los disparos de los jugadores de Mou y a Tino Costa estampando el esférico en los palos defendidos por el portero de la roja.
No se ganó el partido, no fue ni más ni menos lo que se espera de un Valencia que en ocasiones como esta demuestra que no son desmedidas nuestras exigencias.

Tres partidos que han devuelto la cordura a este grupo de futbolistas y que han ofrecido ni más ni menos que lo que la afición pedimos a cambio de nuestro apoyo. Actitud, ganas, entrega, motivación y espíritu ganador.

Después del buen sabor de boca que dejó el Valencia en el Bernabeu nos quedaban las dudas de si era un espejismo más de los que estamos acostumbrados los sufridos valencianistas. Pero por el momento parece que la ilusión óptica continua y esta vez se pudo comprobar en casa, en un Mestalla que hacía tiempo que no veía a su equipo ganar holgadamente.

La reacción positiva del equipo viene acompañada también de una cierta revolución en los onces y las convocatorias, viendo como algunos fijos desaparecen y como otros casi olvidados vuelven al equipo. Hoy además tuvimos el placer de volver a contar con Sergio Canales que reaparece después de su dura lesión y de Maduro que parece que contará para ayudar en los últimos esfuerzos que le quedan al equipo para terminar lo mejor posible la temporada y devolver de paso la sonrisa a la grada del santuario del Viejo Mestalla. ¿Continuará la racha positiva? Ojalá que sí.

De momento y aunque queda mucho por hacer y por remendar, por una noche toca hablar bien del equipo y no criticar. Porque no siempre se pueden sacar a la luz únicamente los defectos. Me gusta ser justo y todo lo imparcial que me deja mi valencianismo para valorar las actuaciones conforme son, para exigir cuando lo veo necesario y para alabar cuando lo creo conveniente.

Sigamos así y despidiéndome pediría nuevamente a Unai que si realmente ha decidido morir con sus ideas y afrontar su fin de ciclo con valentía, que acabe lo que buenamente ha empezado y quizás pronto, muy pronto algunos bloggeros como yo nos acordemos de hablar solo de fútbol y debatir nuestras impresiones en intentos de crónicas puramente deportivas. 

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