viernes, 11 de abril de 2014

Valencia 5 - 0 Basilea. Remontada histórica.


Y se hizo el éxtasis, se consiguió lo imposible, o mejor dicho, lo que muchos habíamos olvidado que era posible, porque en fútbol y especialmente en Valencia todos sabemos que sin fe este deporte no se entiende, que en muchas ocasiones el fútbol es anti matemático, que las malas rachas se rompen cuando menos te lo esperas y que cualquier noche puede ser gloriosa y convertirse en leyenda para una afición. La noche de ayer quedará grabada en la retina de todos los sufridores valencianistas que añorando tiempos mejores creyeron en la remontada imposible, la que permitiera soñar con una final en Turín, un sueño cada vez más real, el sueño de levantar una copa europea de nuevo. Después de tanto sinsabor, después de tantos años de apatía, indolencia, fracasos y ilusiones rotas, esperamos esa gesta que nos devuelva a un Valencia campeón. Ojalá esta magnífica remontada sea más que un oasis en la nada, ojalá se convierta en el punto de inflexión que despierte el orgullo de un equipo, el hambre de victorias y la fortaleza de un Valencia digno de admirar.

Siendo justos, he de decir que no creía del todo en la posibilidad de obrarse la gesta que se pudo contemplar ayer en Mestalla y eso que siempre me he considerado optimista hasta la médula con mi Valencia. Pero uno lleva ya muchos palos y además la trayectoria de este equipo venido a menos en cuanto a calidad y coraje no inspiraba demasiada confianza. La última entrada antes de esta hablaba de lo que significaba ganar al Barsa, fue un primer paso para volver a la grandeza, pero lamentablemente no tuvo la continuidad deseada y el equipo zozobró en liga poco a poco, haciendo que el precoz efecto Pizzi se diluyera como un azucarillo de ilusión en una taza de indolencia caliente. El colofón del pesimismo vino en el partido de ida de Basilea, donde vimos una primera mitad lastimosa indigna de un equipo que se juega la única posibilidad de luchar por algo en una temporada mediocre.

Sin embargo, lo que después del 0-3 de la ida eran todo lamentos, no tardaron en ir tornándose en pequeños motivos por el que creer en obrar el milagro, la afición se concienció y una vez más se dejó la pasta, sacó la última reserva de ilusión y fe y acudió en masa al santuario para animar con sus gargantas a los jugadores, expoleándolos ya desde su llegada al estadio y siguiendo en las gradas con una animación que rememoraba viejas noches de Champions de épocas doradas.


Con un público entregado el partido comenzó, el equipo se puso el mono de trabajo y yendo de menos a más fue rompiendo la férrea defensa que había planteado el rival, cuya única misión fue en todo momento aguantar el resultado. Fueron pasando los minutos y las ocasiones se resistían pero el dominio claro del Valencia esta vez tuvo sus frutos. Paco Alcácer, quién si no?, abrió la lata, y con ello dio el empujón necesario para que afición y equipo comulgaran en una misma idea, esta vez plasmada en un premonitorio y a la postre certero hashtag, #reAMUNTada. A partir de ahí, el equipo fue otro. Se quitó las ataduras, los miedos y empezaron a calcar el guión perfecto para una remontada histórica. Las embestidas de los blanquinegros eran cada vez más fuertes y con más convicción y así se llegó al descanso con el 2-0 en el marcador, gracias al segundo tanto marcado por un Vargas que rompía de la mejor manera posible su mala racha de cara a puerta, rematando de cabeza un corner y poniéndo al segundo palo un balón imposible para el guardameta Sommer.

El segundo tiempo fue de nuevo un monólogo valencianista que fue arrinconando al Basilea con una superioridad de escándalo, tanto en posesión, como en ocasiones y sobre todo en esfuerzo físico alentado por los cánticos de la grada. Esa entrega física tan esperada llegó y no cesó hasta el pitido final de la prórroga, porque el partido tuvo 120 minutos de un fútbol vibrante de nuestro Valencia. El tercer gol, obra de Alcácer dejaba en tablas la eliminatoria y pese a que el mismo Paquito tuvo en sus botas la oportunidad de evitar el tiempo extra, no fue hasta la segunda parte de la prórroga donde el balón quiso entrar y esta vez sí, el de Torrent aprovechó un buen centro de Pablo Piatti, para hacer gala de su especialidad, el remate al primer palo, el balón se coló en la portería, Paquito miraba al cielo dedicándole esa gran noche a su Padre y miles de gargantas estallaban al unísono de alegría celebrando que la remontada se había logrado.

Después del 4-0, aún quedaban unos minutos que aguantar, pero las expulsiones sufridas por el equipo suizo y el buen hacer del conjunto Ché no dieron tregua y se produjo el éxtasis en el quinto y último tanto anotado por Juan Bernat, otro canterano que bien merece tal premio después de la magnífica temporada que está cuajando. Con la manita acabó el partido y se consiguió el pase a semifinales donde esperará el Sevilla de Emery, último y duro obstáculo antes de la final soñada de Turín.


Termino la crónica haciendo mención especial a una piezas claves que ojalá sean la piedra angular del Valencia de este Rufete y Pizzi. Ayer por fin existió ese líder tan necesario en cada línea de un equipo. Atrás comandando un impresionante Mathieu, un tímido francés que a base de trabajo, dedicación y entrega se ha ganado con creces ejercer la capitanía blanquinegra. En la media, un evolucionado Parejo, muy distinto al que llegó, mucho más importante, emulando en ocasiones a ese ya mítico Ruben Baraja, que guía el juego del Valencia con una batuta cada vez más firme y ayudado por la necesaria experiencia que aporta Seidú Keita. El de Malí en cuatro días se ha hecho el jefe de la banda, apoyando la creación gracias a una perfecta colocación e inteligencia a la hora de tomar decisiones. Y me dejo para el final al canterano de lujo que ayer se consagró como delantero indiscutible del actual Valencia, un Paco Alcácer magistral, que ha sabido aprovechar sus oportunidades y sin regalarle nada es el referente claro en punta, demostrando además que en las grandes citas se puede confiar en él. Ojalá la humildad y su buen hacer se mantengan y comande junto a los demás citados y otros un nuevo Valencia campeón. Amunt Valencia!

Fotos extraídas del facebook oficial del Valencia CF.

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