martes, 14 de octubre de 2014

Volver a disfrutar del fútbol


Como siempre últimamente, me cuesta un mundo actualizar mi descuidada bitácora valencianista. Podría enumerar excusas vagas que seguramente aburrirían a cualquiera. Sin embargo, aquí de lo que se trata es de plasmar en palabras aquello que me ha despertado este querido equipo nuestro durante este fulgurante y prometedor inicio de Liga.

Vale, está claro, no había excusas para no haber hablado de cualquiera de los partidazos protagonizados por el nuevo Valencia de Nuno. Pero no me negaréis que acostumbrados a la espiral de mediocridad en la que la entidad se había sumido en los últimos años, no nos quedaba otro remedio que ser realistas y limitarse a criticar. De esta forma, se había atascado el botón de "negatividad" que todo futbolero lleva dentro, y por más que buscara algo positivo para contar, no era capaz sino de encontrar, si acaso, algo constructivo que criticar, o un halo de esperanza vislumbrado en el Valencia que parecía ir construyendo el bueno de Pizzi (vaya desde aquí mi agradecimiento), un tipo que desde la normalidad otorgó un mínimo de identidad a un equipo que vagaba sin freno por las sendas que llevan al inframundo futbolístico.

Así que, con semejantes antecedentes, este renovado Valencia se disfruta con mayor frenesí si cabe, con cautela por supuesto, pero con una ilusión que se desborda por momentos. Hoy en día, el valencianista que acude a Mestalla se topa ante un estadio rejuvenecido, contempla la nueva piel que luce el santuario coloreada por unos característicos colores con los que la afición se identifica. Acciones como el reformado estadio son vistas como superfluas por aquellos que postergaron la agonía de un Valencia decrépito, los mismos que se enrocan ante las múltiples embestidas de modernidad y saber hacer de los nuevos dirigentes. Y además lo hacen sin argumentos, metiendo mierda disfrazada de buenas pretensiones, amparándose en el bien del Valencia y sirviéndose de unos medios que desinforman o tergiversan cuanto menos.

En fin, no es misión dedicarle más tiempo a estos señores que critican lo que no supieron / no quisieron hacer cuando pudieron y que no saben decir adiós. Lamentablemente tendremos que seguir aguantando artículos nefastos y vomitivos en espera de que la interminable venta concluya y se afiancen de una vez las buenas sensaciones que nos transmite el equipo. Queda por tanto esa espinita en forma de firma que no llega y que nos impide disfrutar del placer de ver fútbol, exclusivamente y sin más preocupaciones que el ver si entra la pelotita.

Pero señores, esta historia pretende narrar los primeros pasos de una nueva aventura de éxitos, poner las bases para relatar las hazañas de un Valencia 2.0, del Valencia que hemos visto en estos siete partidos, del equipo de jóvenes promesas que ya ha demostrado más hambre, talento, profesionalidad y efectividad en este corto espacio de tiempo que otras supuestamente mucho más experimentadas. Al igual que su entrenador, cuya apuesta arriesgada y discutida por muchos, incluido yo, está demostrando que en el fútbol no hay reglas de oro.

Cuando ya ni imaginábamos que un entrenador sin apenas experiencia, un experimento más, pudiera liderar la plantilla de un proyecto para aspirar a todo a corto/ medio plazo, llega el menos pintado y nos da a todos una lección. Nos hace soñar de nuevo como lo hizo ese mito llamado Benítez. Llega para instaurar en cuatro días el #Nunismo. Solo así se explica como en apenas 3 meses ha conformado un equipo de caras nuevas como si se conocieran de toda la vida. Vemos conceptos de juego que antes o no existían o se aplicaban de pena, que junto a la notable mejora en la calidad individual han situado al equipo segundo en Liga, invicto y con unos guarismos impresionantes y tan solo por detrás del Barcelona de Luis Enrique.

Pero las bondades de este nuevo Valencia no acaban en la estadística. Este equipo funciona, hay un once definido y el jugador que sale es sustituido por alguien que lo hace igual o mejor. A este equipo se le intuye carácter ganador, tiene líderes en todas sus líneas. Es imposible no destacar en este inicio a Otamendi, Gayá, Javi Fuego, André Gomes, Alcácer y Rodrigo, pero es que es injusto no nombrar a todos y cada uno de los futbolistas de la plantilla. La cantera sale y lo borda. El campo se llena como ni se recordaba. Mestalla vuelve a ser un fortín en el que la primera víctima de peso ha sido el mismísimo Atleti del Cholo Simeone, haciendo patente la victoria del recién bautizado Nunismo frente a ese Cholismo que consiguió erigir a los suyos como campeones la pasada campaña.

Podríamos escribir un tocho infumable simplemente comparado el fútbol visto en estos 7 choques con los vistos temporadas anteriores, pero se haría muy largo y otros lo hacen mejor que yo. Tiempo habrá de poder ir confirmando esta notoria e ilusionante mejoría. Me quedo con los goles, con la seguridad defensiva, no solo individual sino colectiva, las basculaciones, los repliegos, la presión, la salida rápida a la contra, alternativas en el juego, eficacia anotadora, concentración, contundencia y un sinfín de apelativos a duras penas usados estos últimos tiempos. Que siga la fiesta del fútbol. Que no pare la ilusión, Que se firme ya, que no nos agobien más, que nos dejen disfrutar a los Ches!. #JuntsTornem!

Imagen extraida de www.Valenciacf.com

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