domingo, 3 de noviembre de 2013

Getafe 0 - 1 Valencia: La importancia del oficio



Los valencianistas estábamos nerviosos ante otro partido más que la #LigaDeMierda comandada por los derechos de televisión se empeñan en hacednos tragar. Aún con los ojos legañosos hacía fuerza mental para levantarme del confortable sueño de una noche de sábado y contemplar si el dios del streaming lo permitía una nueva aventura de nuestro Valencia CF. Con mi somnolencia pasé los primeros 5 minutos sin saber si había visto bien la alineación, jugaban un trivote con Parejo y Banega junto con Fuego y arriba Alcacer en punta asistido por bandas con Pabón por la derecha y Piatti a su izquierda. Estas eran las novedades impuestas por Djukic para intentar atajar la mala racha de resultados que había puesto al técnico en la cuerda floja.

Esta vez la suerte acompañó al equipo que consiguió una victoria balsámica, aunque no exenta de contratiempos que convirtieron el partido en un clásico bronco y copero, con lesiones, polémicas y mucho sufrimiento para amarrar los 3 puntos más que necesarios. Hasta 3 valencianistas cayeron lesionados en el choque. Diego Alves volvió a resentirse y Guaita tuvo que sustituirle de nuevo, esta vez manteniendo la puerta a 0 no sin problemas, ya que para ello necesitó sacar su mejor arma, las salidas de puños para evitar lo que pudo haber sido algún susto en los minutos finales del encuentro. Un final trepidante donde Mathieu con una cojera que apenas le permitía arrastrarse por el campo fue el fiel representante de la diferencia entre esta victoria casi pírrica y la derrota contra el Almería y esa diferencia que ya apuntábamos el otro día es sin duda el oficio. El Valencia esta vez no estaba dispuesto a dejar escapar el triunfo que tanto necesitaba para espantar viejos fantasmas y primó el esfuerzo físico a la filigrana futbolística, se vació en el terreno de juego exprimiendo su fondo físico para sumar ayudas a cada compañero que perdía un balón, mostró más intensidad en la disputa de los balones divididos y como último recurso sacó la mala leche representada en la reacción algo desmedida de Guaita en una disputa con Alexis donde se refleja sin duda el miedo a perder que tiene este equipo. Algo que si bien es negativo porque implica inseguridad, también tiene su nota positiva ya que si algo parece estar demostrándose es que este grupo de jugadores no están dispuestos a tirar la toalla, van todos a una y cuando están con el agua al cuello saben reaccionar.

En el apartado individual podemos destacar a Barragán que suplió a Joao Pereira más que aceptablemente confirmando su mejor nivel desde que viste la zamarra blanquinegra, el buen papel de Paco Alcácer que en mi opinión es el delantero que más en forma tiene este Valencia. Hoy no marca gol, el larguero se ocupó de evitarlo, incluso el egoísmo de Fede en los minutos finales, pero sus movimientos en ataque son mucho más interesantes que lo visto por los demás puntas hasta ahora. También resurgió Pabón con un auténtico golazo desde fuera del área que ojalá sirva para empezar a disfrutar de sus mejores atributos a partir de ahora y vimos a un Piatti cumplidor cuanto menos que no dudó en presionar incluso con una evidente cojera hasta que fue sustituido por quizás el más mejorable en el día de hoy, un Sergio Canales que debe dar algo más para convertirse en referente de este equipo. Para finalizar destaco la labor de Parejo que junto a Banega sacó su mejor versión, la que debe tener continuidad a mi modo de ver.

Veremos si tengo razón y con una pizca de suerte se encadenan de nuevo una serie de buenos resultados que reafirmen el juego del equipo. Veremos si el 4-3-3, sistema para mí ideal para minimizar las carencias de la plantilla y maximizar las virtudes de nuestros atacantes ha llegado para quedarse, estaremos atentos a la gestión del vestuario llevada a cabo por Djukic después de su último respaldo recibido por Amadeo Salvo. Tiene una oportunidad de oro que no debe dejar escapar para como ya aconsejé en mi último post, llegar hasta el dinal fiel a su estilo, a sus ideales. Puede que para ello debamos ser algo permisivos y tener más paciencia que el Santo Job, permitiendo al menos el beneficio de la duda para ver si los errores o carencias del sistema van desapareciendo junto con las pruebas fallidas vistas hasta ahora. Otros probaron hasta el final, hasta 4 años de probaturas, Djuka lleva 12 partidos en los que con algo más de suerte hubiera conseguido más, no ha estado del todo bien ni del todo mal. Lo que está claro es que si queremos ser un club serio no podemos alzar el grito en el cielo cada vez que un equipo en construcción encadene dos malos partidos ni creer que todo se arregla cambiando a la mínima de entrenador.

Una nota curiosa para aquellos que aprovechan cualquier oportunidad para proponer sustitutos, los mismos nombres que sonaban en un artículo leído el otro día -lleno de incongruencias por cierto- sonaban en Sevilla en la derrota sufrida por el equipo de Unai en la noche de ayer. Al menos que tengan un poquito más de imaginación.

Foto extraída del facebook oficial del Valencia CF

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