martes, 17 de septiembre de 2013

Betis 3 - 1 Valencia: Somos un desastre



Domingo 15 de septiembre, después de dos semanas de parón liguero, rojadirecta en mi navegador y yo buscando como loco un enlace en el que descubrir lo que había evolucionado el juego del Valencia después de los compromisos internacionales de muchos de los jugadores ches. Y es que parece mentira pero esos chavales que se arrastraban por el campo del Benito Villamarín son en su mayoría futbolistas que defienden los colores de selecciones de la talla de Argentina, Portugal o Francia entre otras.

No es de estañar si confieso que desde la intimidad del sofá de mi casa, fui capaz incluso de sentir vergüenza ajena del baile que los verdiblancos nos estaban dando. Del partido, poco que contar, poco bueno, porque errores y desatinos todos los que quieran mencionar. Por salvar algo positivo, las paradas del portero Diego Alves que nos salvó de una goleada mucho mayor, dejando el resultado final en un simple mal partido y escondiendo la realidad de una actuación como las peores que se le recuerdan a este Valencia.

Después de la última derrota contra el FC. Barcelona no dudé en defender al equipo debido sobretodo a la altura del rival y a la reacción que se vio en el césped en el que cuanto menos hubo una disputa por intentar la hazaña de conseguir una victoria épica. Sin embargo lo mostrado por esos mismos jugadores en Sevilla no es excusable de ninguna manera y después de 4 jornadas disputadas de competición liguera, la afición nos preguntamos cuáles son las causas del mal funcionamiento del equipo que solo ha conseguido 3 puntos de 12 posibles y que realmente no ha merecido ninguno más.

Teorías al respecto se barajan varias y voy a intentar opinar sobre algunas de ellas.

La teoría de hacerle la cama al entrenador

Esta ha sido una de las explicaciones que he escuchado más como rumor cíclico que surge en las malas rachas de resultados que porque realmente hayan pruebas al respecto.
Como causa es posible, nadie está enterado al 100% de lo que pasa por la cabeza de los futbolistas valencianistas ni de lo que se cuece en el vestuario. De hecho, han habido demasiados momentos en el que ésta ha sido la teoría que más fuerza ha cobrado para explicar antiguos descalabros y crisis de resultados. Crisis que acabaron como es común en cambio de entrenador y que no siempre, por no decir, casi nunca acaba siendo un revulsivo satisfactorio.
A favor de esta teoría podemos achacar la aparente dura disciplina que pueda ejercer Djukic a una plantilla que lleva demasiado tiempo acomodada y no quiere aceptar la exigencia que demanda un club grande a sus figuras. Si es así, choca radicalmente contra lo que afirman en rueda de prensa los jugadores incluyendo los capitanes quienes siendo preguntados al respecto no dudan en hacer autocrítica y asegurar que están con el técnico.
No tendría mucho sentido tampoco teniendo en cuenta que estos jugadores no pueden o no deberían estar acomodados por sus dilatados palmarés deportivos ya que estos brillan por su ausencia. Digamos para ser claros, que la triste imagen ofrecida en Cornellá y más visiblemente negativa en Sevilla, nada favorece a sus intereses si lo que pretenden es aumentar su cotización de mercado. 
El único motivo lógico que apoyara tal dejadez sería la intención de cargarse al técnico por preferir una figura más moldeable y con menor carácter que pudieran dominar a su antojo. Esto se solucionaría con un apoyo incondicional por parte del presidente a Djukic que dotara de mayor confianza si cabe al técnico y avisando de paso al personal de que si se cambiara de entrenador no se haría por nadie que no fuese al menos igual de duro o más que el actual entrenador.

La teoría de la culpa es del entrenador (que le viene grande el Valencia)

Como es lógico y habitual cuando los resultados no acompañan y no se ve evolución ni dirección clara en el equipo, se empieza a mirar al banquillo y más concretamente al entrenador, si éste es nuevo, con más motivo aún. Aunque de momento no hay un revuelo considerable de gente pidiendo la cabeza de Djukic, algunos, los más impacientes, empiezan a dudar de la capacidad del serbio para llevar a cabo el nuevo proyecto. 
Personalmente, no me parece que Djukic esté falto de carácter para llevar al grupo, considerando su manera de expresarse en prensa y los valores que supuestamente aplica al equipo.

Todos, hasta los más optimistas tenemos dudas, es normal. Sin embargo, no hay motivo para pensar que por culpa de Djukic profesionales del balompié realicen tal despropósito futbolístico en el césped. ¿O sí? 
Según comentan los periodistas, aquellos que siguen los entrenamientos y la actualidad diaria del equipo, no parece que sea culpa de los métodos de entrenamiento como tal. El mal podría estar en el sistema empleado, algo así como que los jugadores no se adaptan a él y no funciona con esta plantilla, lo que nos lleva a la tercera y última teoría.

La teoría de la falta de calidad y otros culpables

Si hablamos de que el sistema no es entendido por la plantilla, o de que no tenemos jugadores para jugar a lo que quiere Djukic, obviamente tenemos que hablar de calidad de jugadores, de técnica, de planificación de plantilla y esto donde nos lleva...inevitablemente es a pronunciar el nombre de Braulio, el máximo responsable de la dirección deportiva del club y que por tanto debería ser el encargado de elegir tanto los fichajes como la identidad gloval que ha de presentar el equipo, eso que demandamos desde hace tiempo de que el equipo tenga una personalidad nítida, que sepamos a que juega nuestro Valencia.

Si por mi fuera este personaje estaría fuera del club hace tiempo, pero es una de esas herencias que nos ha dejado Lolo y su séquito. No pretendo tampoco cargar toda la culpa ni mucho menos a Braulio, de hecho no creo que se pueda decir que no hay calidad para jugar al toque, por ejemplo. Una cosa es que no puedas igualar en calidad a un Barsa o un Madrid pero creo sinceramente que calidad hay de sobra para desempeñar muchos estilos de juego.

Lo que no me acaba de convencer es la planificación de la plantilla y aquí se repartirían las culpas entre Djukic y Braulio, dependiendo de la cuota de poder que tenga cada uno en la elección final de los fichajes o ventas.
Es de dominio público el rumor de que Braulio pinta muy poco en el actual proyecto de Amadeo Salvo y que Djukic tiene más poder de decisión. Sinceramente, no lo se, de momento corto aquí, no pretendo divagar más y espero que en el debut europeo se vayan arreglando las cosas y descartemos teorías de por medio.
foto extraída de https://www.facebook.com/ValenciaCF/photos_stream

1 comentario:

  1. Mi teoría ya la conoces, creo que Djukic es un entrenador capacitado y así lo ha demostrado en Serbia y Valladolid, no creo que tengamos tan mala plantilla; y aunque así fuera, eso no jusitifica el no meter la pierna, el cometer esos errores de benjamines.

    Quiero pensar que los ideales de Djukic no se han complementado todavía con los jugadores, pero me resulta bastante complicado la verdad...

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