Tres goles para deshacer a la Real

El partido de ayer disputado por el Valencia en Mestalla, un feudo medio vacío, fruto de la desilusión que invade los corazones valencianistas, terminó con una cómoda victoria por tres goles a cero, que no sirve sin embargo, para limpiar la mala imagen mostrada en anteriores jornadas, ni para conseguir el perdón de una afición, que ve como su equipo juega cuando quiere y gana casi siempre que quiere.

Imágen extraída de http://www.superdeporte.es

Lo más destacable del partido fueron sin duda alguna los tres golazos marcados por nuestros delanteros. Mención especial para Soldado que repitió doblete y suma ya 16 dianas en la competición regular, dato que le acerca a la disputa por el Zarra y que de seguir con su racha, acabará por conseguir el premio de la selección.

Las curiosidades a comentar del once, son la inclusión de Dealbert en lugar de Stankevicius, sin motivo aparente, quizás como rotación. Y la segunda, la continuidad de Albelda que jugó su segundo partido consecutivo de titular y esta vez cuajando una decente actuación, motivo insuficiente para que un servidor vuelva a confiar en su renovación.

Por lo demás, jugaron los mismos atrás y adelante y como es costumbre se vieron errores defensivos reflejados en los tipicos episodios de empanada y grandes aciertos en ataque, donde pudimos ver tres auténticos golazos, tanto en su elaboración como en su definición. Jonas sumó otro gol y otra buena actuación para confirmar que es un gran fichaje y un tipo implicado, de los que se echan tanto en falta en la plantilla, y Mata y Juaquín desbordaron a la manera que se les puede exigir debido a su enorme calidad futbolística.

La segunda parte fue de trámite, desperdiciando una magnífica oportunidad para cosechar una goleada mucho más abultada. Se oyeron tímidos silbidos en la grada que expresaban la insatisfacción de algunos que no se conforman fácilmente. Estas quejas contrastan con la animosidad que mostraron las peñas Gol Gran y Yomus que se llegaron a unir en cantos de ánimo hacia el equipo y aprovecharon para demandar la esperada “grada jove” para el estadio. Chapó por ellos.

No seré yo quien reproche la actitud de la afición valencianista, que como se dice, es soberana, y con su asiento bien pagado, tiene derecho a expresarse de la manera que crea conveniente. Pero no estoy de acuerdo con los continuos silbidos hacia los jugadores, porque estos se producen en momentos absurdos y no llevan ni mucho menos a buen puerto.

En mi opinión las críticas han de ser más inteligentes. No se puede tampoco creerse la mejor afición del mundo y luego estar medio partido soplando en contra del equipo al que esperas que gane. Yo estas cosas no las he visto en los partidos en Old Trafford, ni en el estadio del Twente, ni en el del Schalke, por poner ejemplos de los últimos partidos europeos que he visto y me han dado envidia del ambiente que se vivía en ellos.

Puede que me gane ostias por estas críticas. Soy consciente también de que los futbolistas son culpables y han demostrado muchas veces una cara dura muy alejada de lo que ha de mostrar un profesional en el campo, pero al Santuario aún le quedan cosas por aprender.

D.E.P Severiano Ballesteros, Estas pocas líneas escritas van para la memoria de un gran golfista.