Querer y no poder y viceversa

Si, señores. La liga se está haciendo muy larga para algunos, para mí desde luego. Me cansa ver una y otra vez los mismos errores defensivos, me cansa ver como se pierde atrás todo lo ganado adelante. Me agobia ver las ruedas de prensa de Unai, explicando una y otra vez el gran mérito de ser terceros y lo bien que lo hacen sus jugadores en el campo. Aunque supongo que él mismo será consciente de que a veces le toman por el pito del sereno.

Imagen extraída de http://www.superdeporte.es

Y sigo viendo los partidos, últimamente sacrificando mis ojos, porqué los dos últimos los seguí desde internet, con una imagen en retraso y llena de píxeles y parones. Pero los veo porque me gusta saber que hace mi equipo, el que tantas alegrías me ha dado y del que siempre espero que me recompense con un partidazo, o con buenos goles, o con buenas jugadas.

Sobre lo último, puedo estar más o menos satisfecho, pues ayer contemplé de nuevo jugadas bien trenzadas en ataque, con un magistral Mata y un sensacional Soldado, los dos goleadores de ayer. Juaquín aparece de vez en cuando, como siempre, elabora sus dos, tres jugadas personales, de las cuales pocas acaban en gol. Pero ya sabemos cómo se las gasta “la finta y el sprint”. Es todo un mago del balón, pero Dios le compensó con algo de torpeza a la hora de elegir cuando o donde soltar el balón.

Lástima también que en defensa nos pongamos la túnica de monja y desperdiciemos los goles marcados por la delantera. Ver lanzar patadas al aire a Dealbert y a Navarro en el primer gol perico, es todo un homenaje a lo que viene realizando la zaga valencianista toda esta campaña.

Y por último, vimos como en la segunda parte, caímos otra vez en la tentación de los minutos de la empanada, de esos veinte minutos donde cae la presión, se cede terreno al rival, no se ataja el peligro del contrario y dotamos al otro equipo de una confianza en sus posibilidades terminando por encajar casi siempre el gol del empate. Luego volvemos a reaccionar, volvemos a querer atacar y a ir a por la victoria. Pero a veces cuando quieres no puedes. Y eso pasó ayer.

Acaba el partido, con un empate a dos, que no deja contento a nadie, que no te sirve para certificar la tercera plaza, aunque esté más cerca que nunca pero que como es costumbre deja las mismas dudas de siempre en la afición. Las dudas en la valía del entrenador, en la actitud del equipo y en si el año que viene veremos más de lo mismo. Lo que está claro es que los cambios fueron defensivos, dando muestras de un conservadurismo que calificaría de extremo, viendo el poco riesgo que corre el tercer puesto. Una excesiva cautela que priva al espectador de un partido más abierto en cuanto a goles y que a buen seguro hubiera permitido sacar algo más de Cornellá.

En definitiva, un partido que sin ser malo, tampoco se puede alabar, dejando el supuesto objetivo en el aire hasta la disputa del próximo derbi contra el vecino granota. ¿Lo harán para que siga habiendo emoción y cosas en juego?

PD: Mi más sentido pésame a las víctimas del terremoto de Lorca (Murcia), algo que siempre está por encima del deporte. Ánimo a todos los murcianos y en especial a los afectados por el seísmo.