Cuando lo humano supera a lo futbolístico

No voy a escribir una crónica del partido ni lo intentaré. Otros compromisos, hoy por hoy prioritarios con respecto al fútbol me impidieron disfrutar de los goles de Roberto Soldado y de una magistral actuación de nuestro último gran crack, Juan Mata.

foto extraída de http://www.20minutos.es

 Y la verdad es que si hubiera presenciado el partido en su totalidad, tampoco tendría mucha gana en comentar la importantísima victoria del Valencia en tierras madrileñas. El motivo como no, es de fuerza mayor, el sabor amargo que nos dejó la noticia de la muerte repentina del padre de Vicente Guaita. El joven portero y revelación de la temporada en el equipo, estaba viviendo sus mejores momentos como profesional y teniendo un destacadísimo papel protagonista en el cuadro de Unai, jornada a jornada. Sin embargo el destino ha querido que justo en su mejor momento como futbolista sufra esta gran perdida.

Tanto los compañeros de banquillo, la directiva y los diferentes medios y equipos de la ciudad se han sumado a mostrar las condolencias al joven Guaita y yo desde mi humilde blog me uno a esas muestras de apoyo, deseando que se recupere anímicamente cuanto antes y pueda seguir regalando a la afición sus mejores paradas en las porterías de los grandes escenarios internacionales.

Cuando vi las imágenes del entierro que tuvo lugar en su antiguo colegio “Nuestra Sra del Monte-Sión” de Torrent, no pude evitar el sentimiento de tristeza que me invadió y es que aunque personalmente no tengo relación con la familia, los hechos han provocado que recuerde que yo mismo perdí a un amigo cuando tan solo era un adolescente, precisamente en el mismo colegio en el que se formó Vicente y en el que he pasado yo toda mi infancia.

En Getafe, un Soldado goleador dedicó la victoria a Guaita, yo personalmente dedico estas breves líneas tanto a Guaita como a mi eterno compañero, aquel que también perdí prematuramente y al que nunca jamás podré olvidar.