martes, 26 de octubre de 2010

Reflexiones ante un Valencia que se diluye


Una semana como la pasada le quitan a uno las ganas de escribir sobre fútbol. Éramos líderes en España, en Champions no lo estábamos haciendo nada mal y todos empezábamos a creer un poquito más en que con este equipo y este entrenador se podía conseguir algo con forma de copa al final de la temporada.
¿Y que pasó? Todo se desmoronó en la segunda parte del Camp Nou. A partir de ese momento ya solo pudimos ver la cara mala de un Valencia que volvía a repetir las peores actuaciones de la temporada pasada. 


Primera derrota contra un rival inferior

Volvimos a perder en Champions, viendo por primera vez como el Valencia caía ante un No grande, en esta ocasión el verdugo fue el Glasgow Rangers. No estuvimos acertados, el equipo no dio la talla y empezábamos a pensar que el frío no solo espeso el juego de los futbolistas, sino que dejó helado también los atisbos de talento que mostró Unai en las primeras jornadas de liga. Al final un 1-1 que pudo ser mucho peor si no hubiera sido por el gran Cesar, un portero que contando con nada menos que 39 primaveras está en un momento de forma extraordinario y pocos guardametas le pueden hacer sombra.


Segunda derrota contra otro rival inferior
De vuelta a la competición regular, el destino nos daba la oportunidad de demostrar que lo de Glasgow era tan solo un tropiezo, un mal día; y que en Mestalla contra el Mallorca, volveríamos a reivindicar un puesto en lo más alto de la tabla. Pero el sábado con la televisión pública retransmitiendo el espectáculo, fuimos testigos de otro desastroso partido de los hombres de Unai. 


Alucinamos otra vez con la alineación inicial, nos cabreamos con la actitud o con el estado físico de algunos protagonistas del encuentro. Los cambios no dieron resultado y además la mayoría se produjeron demasiado tarde. Al final el equipo balear se llevó el partido por 1-2, sin hacer un excelente partido y con un pelín de ayuda extra del árbitro y de nosotros mismos.

En este y en el anterior, en ambos partidos, observé como lo que menos funcionaba del sistema era el centro del campo. Sin embargo este permaneció tan intocable como inoperante y solo se movieron piezas cuando no hubo tiempo para reaccionar.
Las críticas entre la afición empiezan a ser muy audibles ya entre las tertulias valencianistas. Y van dirigidas sobre todo al entrenador. Al finalizar el partido contra el Mallorca pudimos escuchar como Emery reconocía haberse equivocado en el planteamiento. Algo que al menos deja la esperanza de que pueda corregir los errores y coger de nuevo las riendas de un equipo fuerte y con las ideas claras, que es lo que desprendía el equipo en los primeros partidos.

Hay tiempo para recuperar el terreno perdido

De momento los malos resultados obtenidos  en estos siete días negros no son un problema que no pueda solucionarse. Viendo la clasificación liguera estamos a una distancia muy asequible de los de delante, y en Europa dependemos de ganar en Mestalla a los dos rivales más flojos del grupo para clasificarnos sin muchos problemas.

Pero si no se hace reflexión en el vestuario y si no se toma como advertencia, la cosa puede seguir por la misma senda que la temporada anterior. Es decir, ninguna opción de títulos, poca degustación de buen fútbol y sufriendo con todos los equipos que planteen un partido con algo de seriedad al Valencia.

Toca por tanto reflexionar. Yo le aconsejo a Unai que haga lo que crea que debe hacer. Si cree en un sistema, que lo ponga en práctica. Si cree en unos jugadores que los ponga a jugar. Pero que no cambie tanto de sistema ni haga tantas rotaciones de un partido a otro. Y si lo hace que no haga las dos cosas a la vez porque es cuando los jugadores se marean y nosotros también. Por este camino no vamos a ninguna parte.

2 comentarios:

  1. Lo peor es que ahora en Liga tenemos tres salidad muy dificiles (Sánchez Pizjuán, El Madrigal, Bernabéu) y vieno los antecentes de Unay en los campos "grandes"...

    Pero en fin seamos optimistas, estamos solo a cuatro puntos del líder, y en Champions dependemos de nosotros mismos. Saludos.

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  2. A mi más que preocuparme el rival me preocupa como salgamos nosotros, aunque es cierto que no solemos ganar contra los grandes, pero Sevilla y Villareal no tienen porque ser tan imposibles de ganar. Y aún hay margen para no descolgarse de arriba. Eso es lo positivo.

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