viernes, 29 de octubre de 2010

La copa da un sorbo de aire fresco al equipo


El Valencia afrontaba el partido de ayer con la necesidad de ganar fácil y no complicarse mucho las cosas. Y así pasó.
El 0-3 final cosechado en Las Gaunas plasmó la superioridad vista en el campo y deja prácticamente sentenciada la eliminatoria.

Unai no podía permitirse un nuevo tropiezo y mucho menos contra un rival del nivel del Logroñés y decidió no arriesgar lo más mínimo. Se llevó a lo mejor de su casa, convocó solo a los jugadores de la primera plantilla incluidos los que habían salido de respectivas lesiones como Joaquín y Miguel y salió a disputar el encuentro sin contemplaciones ni probaturas.


Estando los mejores y cada uno en su puesto no tuvieron que hacer un sobre esfuerzo ni hacer méritos de más para llevarse la victoria. El Logroñés se tuvo que contentar con intentar frenar las internadas de los valencianistas y con tapar los espacios por los que se pudieran colar hombres como Aduriz o Chori Domínguez.
El orden defensivo les duró hasta el minuto 54, cuando Aritz abrió la lata gracias a una asistencia del reaparecido Mata. La jugada se repitió casi a la perfección en el segundo gol solo cinco minutos después del primero.
A partir de ahí, el Logroñés se vino abajo y con la tranquilidad del marcador se vio un final de partido muy de cara y fácil para los nuestros, que culminó con el tercer gol obra de Vicente, quién marcó con un remate colocado aprovechándose de un balón rechazado por el portero previo centro de Joaquín.

El partido no tuvo muchos más detalles deportivos relevantes para ser comentados a excepción de la vuelta de Dealbert a la titularidad. El castellonense cumplió sobradamente y más teniendo en cuenta que disputó los 90 minutos enteros aún sin haber vestido la elástica blanquinegra desde que empezara la temporada.

El holgado triunfo sirve al entrenador para afrontar con más tranquilidad el próximo choque liguero, para acallar críticas y como he leído en declaraciones de los protagonistas del encuentro de anoche, para quitarse el mal sabor de boca que se nos quedó después del pasado fin de semana.

Pero desgraciadamente no se puede extraer una lectura positiva más allá de la de haber encarrilado la primera eliminatoria de una Copa del Rey. El partido alivia la mini crisis de resultados y de juego ofrecida por nuestro equipo, pero por delante el míster tiene la labor de volver a la senda de la cordura y de conseguir que el equipo siga aspirando a todo, tanto por resultados como por imagen mostrada en el césped.
Los compromisos serán difíciles, pero no tengo duda de que hay suficiente plantilla para sacarlos adelante. Por tanto le deseo lo mejor a Emery para que acierte en sus decisiones y tenga valor de poner solo a los que estén mejor para jugar, aunque tenga que hacer de poli malo con algunos jugadores.
¡Ánimo y Amunt Valencia!

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