Getafe 3 – 1 Valencia: La crisis se confirma

Apenado por ver en lo que se está convirtiendo el Valencia, vuelvo a escribir mientras escucho otra vez las mismas palabras tristes, sin credibilidad y de trámite que emite Unai  Emery en rueda de prensa. Hoy su equipo ha cosechado una derrota más, esta vez ante un Getafe que quitando los primeros minutos tuvo el control de la situación en todo el partido, sin necesidad de tener la posesión.

imagen extraída de www.superdeporte.es

Esta vez no hay excusa, esta vez no hubo penalti injusto, no hay nada que objetar, salvo la propia inoperancia y pasividad de los jugadores valencianistas. Porqué si la última vez cargué mis críticas hacia los errores del entrenador, mil veces expuestos y de sobra conocidos, hoy toca hablar de la actitud pasota e indolente de muchos de los jugadores de nuestro equipo.



Habiéndose agotado el crédito de Unai desde hace tiempo y cuando estamos viviendo jornada a jornada como se cava él solito la tumba desde el banquillo Che, toca apuntar el dedo acusador hacia esa indolencia de la que hablaba en mi anterior post. Esa que durante muchas jornadas, incluso temporadas venía siendo perfecta, permitiendo que se consiguiera un objetivo falto de ilusión pero válido para seguir defendiendo ventas y manteniendo hombres poco validos en el club.


Ahora, después de un arranque de año pésimo en cuanto a resultados, acompañado de un juego cada día más insulso, más falto de ideas y con menos personalidad, los ridículos vienen sucediéndose cada vez con más frecuencia. Casi diría que aumentan exponencialmente hasta provocar en una afición que se encontraba dormida un despertar que amenaza con ser encolerizada de no parar en seco las actuaciones vergonzosas del Valencia Cf en los campos de primera.


Lo que veníamos temiendo, está llegando. La crisis está en el punto álgido. Los resultados negativos se encadenan, consecuencia de un juego que no ha evolucionado sino involucionado y de un equipo que no sabe a qué jugar ni a dónde mirar, pero que agacha la cabeza y disimula, haciendo la vista gorda ante el cabreo generalizado de la grada. Hoy 150 aficionados entonaron el “Unai vete ya” en el Coliseum y el equipo no se dignó ni a saludar a los valencianistas presentes en el estadio.


Ya no engañan a nadie, ya no se puede maquillar la indolencia. Los futbolistas que mantienen el tipo, y que se dejan la piel los 90 minutos. Aquellos que sienten vergüenza torera y disputan el balón en cada jugada, se desquician. El ejemplo claro son las tarjetas que al final delatan su desesperación. Véase hoy Soldado y Jordi Alba. Dos de los pocos hombres que se salvarían de la quema en esta plantilla. 


Los que están aquí para darse a conocer, para jugar de cara a la galería con la misión de conseguir un contrato millonario en otro club, hace tiempo que dejaron de meter el pie y concentrarse por el bien del equipo. Hoy la apatía de Ramí en el centro de Gavilán que sirve el primer gol del Getafe es para reflexionar. Un tío que al principio de temporada se hubiera comido al exvalencianista. ¿Alguien lo duda? Y que ahora pocos lo distinguirían de cualquier otro central considerado malo que hemos tenido estos últimos años.


Lo mismo sucede con Victor Ruíz, incluso con los de arriba, como en el caso de Jonas que muestra su calidad pero también su lentitud y falta de reflejos.
En este partido he visto jugadas de una falta de concentración alarmante, unas caras de “aquí no ha pasado nada” que dan vergüenza ajena y esto señores sea culpa de quien sea hay que solucionarlo cuanto antes. Aunque sea simplemente por la imagen que damos. No podemos seguir siendo tan débiles y regalar goles y puntos de una manera tan fácil.


El colchón de puntos que usábamos para tapar defectos desaparece y pronto podemos pasar a tener que luchar por entrar en Europa League. No quiero volver a los tiempos de la Intertoto, así que señores gestores del club, técnicos, jugadores y demás representantes del Valencia CF, saquen la dignidad, la profesionalidad y den un paso al frente para revertir la situación actual. Gracias.