lunes, 28 de febrero de 2011

La constancia y la fe domaron a los leones


Ayer el Valencia dio el esperado golpe en la mesa para alejarse un mundo de las posiciones Uefa y para ir sacando ventaja con el rival más directo por ahora, nuestro vecino norteño el Villareal, equipo que no pasó del empate contra el Racing y se queda en la cuarta posición a 4 puntos de distancia.

La afición estaba alerta ante el aluvión de noticias desestabilizadoras surgidas a lo largo de la semana. El caso Miguel, el desplante del Chori, excursiones y fiestas y demás salsa rosa que nunca debería trascender en los medios deportivos.
foto extraída de http://www.superdeporte.es/

A los chascarrillos acontecidos se sumaba la difícil tarea de triunfar en San Mames, un estadio en el que la afición local se entrega a su equipo y en el que los jugadores no dan un partido por perdido. El Bilbao además venía de una buena racha de resultados sumada a un buen juego mostrado que a punto había estado de costar caro al Barça.


Unai dispuso el clásico 4-4-2, cuyas características principales eran la inclusión de Mata como mediapunta y de Banega como organizador  junto a la araña Topal formando el centro del campo. El árbitro hizo sonar el silbato que anunciaba el comienzo y desde el primer minuto los leones de la Catedral salieron a intentar morder a nuestros jugadores.
La cuantiosa lluvia que se apreciaba desde la televisión acrecentó la frialdad con la que el Valencia saltó al césped y el Athleti se aprovechó de ello para llevar un constante peligro conducido la mayoría de veces por la banda de un desaparecido en defensa Mathieu. De esta manera lo que se venía avisando llegó y Llorente marcó el gol con picardía y aprovechando una gran jugada de Toquero. 

foto extraída de http://www.superdeporte.es/
Y en la misma jugada se pudo ver la ineficacia defensiva de los nuestros cuya máxima expresión la encontramos en las botas de David Navarro que se marcó un partido como para no jugar más en este equipo o al menos si me lo permiten para dejar la capitanía  en brazos de otro jugador más noble y con mejores cualidades. Sin embargo tan cierto es que Navarro tuvo que ser expulsado como que Muñiz Fernández tuvo una pésima actuación donde entre otros fallos no sañaló un penalti claro al Valencia y otro no tan claro.

Dejando a un lado las polémicas, que sin duda se encargarán de airearlas mil veces desde la meseta y los puntos antivalencianistas del país, me centraré en todo lo positivo del partido de ayer.

Si hasta ahora hemos sacado a relucir la palabra suerte en muchas de las victorias del Valencia, a partir de ayer ya se viene hablando de otros calificativos. En primer lugar la suerte se busca, el equipo mantiene una actitud digamos positiva durante los noventa minutos que a mi particularmente me permite creer que en cualquier momento puede revertir la situación y remontar el encuentro. Y así sucedió una vez más y en otro campo complicado. En esta ocasión además de la diosa fortuna, única compañera en el día del Calderón, hubo más atributos que permitieron la feliz conquista de los tres puntos.

Una de las personas que más contribuyeron al éxito y muchos estaréis de acuerdo fue el otrora criticado Unai Emery. El técnico valencianista estuvo acertadísimo tanto en la convocatoria como en los cambios durante el partido, haciendo gala de una lectura en el transcurso del juego a la que no nos tiene acostumbrados. Y gran parte del acierto son también las decisiones previas tomadas contra integrantes rebeldes de la plantilla como fue el apartar indefinidamente del equipo al portugués Miguel.

Dejando para otros momentos menos cargados de partidos las esbozadas polémicas, tengo que dejar la última parte del artículo para alabar la labor de algunos de los protagonistas de la última victoria. El primer nombre propio de la noche no puede ser otro que el nuevo fichaje venido desde Brasil, el apodado “O detonador”, quien se encargó de anotar el tanto ganador, debutando así como goleador valencianista para alegría de todos los seguidores. Pero ese gol no hubiera sido posible de no ser por el señor Tino Costa. El argentino se ha encargado de hacerse indiscutible en este grupo. Ayer sale, se pega cuatro carreras, está en todas las jugadas y en dos segundos que le permiten pensar se saca dos cañonazos más, permitiendo que en el segundo el rechace de Iraizoz sea aprovechado por Jonas Gonçalves para machacar el partido.
También tengo que destacar la actuación del turco Topal que se ha ganado el puesto de 6 titular por delante de otros aspirantes. Y no me olvido del resurgir de Mata que volvió marcar ayudado de un magnífico centro del “Pisha Juaquín”. El andaluz está cuajando en mi opinión la mejor campaña desde que viste la elástica blanquinegra y el equipo lo agradece. Me dejaré nombres en el tintero pero uno que quiero destacar es el de “Marius Stankevicius”. El lituano se ha consagrado como titular en el eje de la defensa y al contrario que su acompañante en el día de ayer, lo vi completar un partidazo en la Catedral y sin hacer una mala entrada. Ojo con el rubio.

Concluyendo y cortando por lo sano con el tocho que me está saliendo. Este equipo tiene algo más que suerte, tiene calidad que por desgracia solo muestra en cuentagotas, tiene fortaleza mental y constancia para sacar partidos adelante y tiene un espíritu luchador que le permite afrontar adversidades. Ese espíritu que siempre he visto en el Valencia y que ahora lo empiezo a ver de nuevo.

Seguiremos hablando de lo bueno y lo malo pronto, ya que este mismo miércoles nos enfrentaremos con los deberes hechos al mejor equipo del planeta. Disfrutemos del momento y salgamos a plantar cara de nuevo.

1 comentario:

  1. Stankevicius no me gustó el domingo, pero es hoy día el mejor central del VCF. La suerte este año nos está sonriendo, pero hay que destacar que el equipo lucha los partidos hasta el final. Sino no se explica que se ganen tantos puntos en ese tramo. Saludos.

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