miércoles, 29 de septiembre de 2010

Apuntes previos a un gran encuentro.

Mucho se está hablando y bien de este Valencia. Al equipo se le ve otra cara en el campo. Una cara más humilde y con menos figuras, pero que no se arruga ante los rivales, que mantiene la concentración durante los 90 minutos y que no se desmorona ante el mínimo contratiempo.

En el Molinón vimos un Valencia que resuelve rápido los partidos a domicilio, y en los 10 primeros minutos se puso con un 0-2 a favor. Cierto es que el resto del partido nos faltó tener más llegada y más acierto para acabar de matar el partido en alguna contra y que el equipo se echo bastante atrás en la segunda parte. Pero a diferencia de la temporada pasada, en esta campaña no tengo la agobiante sensación de que nos van a marcar en cada jugada.


El grupo está más compacto y da muestras de controlar mejor el tempo del partido, dándole pausa o acelerándolo conforme conviene en cada momento.

No me gustó demasiado el juego del equipo, ya que el resultado obtenido en los primeros minutos daba para haber aumentado la renta fácilmente. Pero como siempre hago, me gusta valorar todos los factores que influyen en los partidos.
Por una parte teníamos la acumulación de partidos jugados en pocos días y por otra el gran duelo de Champions que nos espera esta misma noche. Y todos sabemos que los equipos piensan siempre y se reservan fuerzas para jugar en la competición europea y más si vas a enfrentarte a todo un clásico como el Manchester United. Así que esto convertía el partido una vez encarrilado en puro trámite para conseguir tres puntos de oro y seguir en lo alto de la tabla.


Unos posts atrás, antes de comenzar la liga, contemplaba dos opciones para esta temporada; una pesimista y otra optimista.
Me alegra contar que está ganando la segunda. Seis partidos jugados y el equipo es líder tanto en la competición regular como en Europa. Pocos hubieran imaginado un comienzo mejor y como ya comenté, una de las claves es sin duda la labor del entrenador, Unai Emery.
Un hombre que en su tercer año dirigiendo al conjunto Che, parece que ha encontrado la fórmula mágica para sacar el máximo rendimiento a la plantilla. Muchos le han cuestionado, yo mismo he criticado decisiones para mi incomprensibles y aún queda mucho camino por delante esta temporada. Pero hay que ser justos y saber reconocer cuando algo se está haciendo bien. 

El juego desplegado por los hombres de Unai está lejos de la perfección pero son muchos los atributos positivos que podemos encontrar. Ha conseguido mantener enchufados a los 25 de la plantilla, nadie se siente titular indiscutible y la competencia está asegurada en cada puesto.

Se aprecia una mayor entrega en cada jugador. Otros se están sintiendo importantes y demostrando un mejor nivel como Maduro. Otros lo van intentando pero aún tienen que mejorar como el chori o Fernandes, un jugador en el que no tenía fe pero que en el último partido no estuvo nada mal y ojala me hiciera tragar mis propias palabras y acabara triunfando, ya que cualidades para ello le sobran.


En definitiva el equipo está en un buen momento, veo un espíritu ganador en los jugadores que es lo que más me gusta y una pizca más de agresividad que en anteriores años, cosa que ya tuvimos con el bueno de Benítez y que es necesaria si se quieren ganar muchos partidos.

Así que esta noche toca disfrutar por fin de un gran partido de fútbol, que se espera con ilusión, con el deseo de ver a nuestro equipo volver a jugar de tu a tu contra un grande de Europa y volver a sentirse importantes dentro del gran escaparate de la Champions.
Sea cual sea el resultado, mañana me sentiré orgulloso de ser valencianista, siempre y cuando demos la cara en el campo y hagamos un fútbol de verdad, sin miedos y jugando para ganar y como dice Unai.
¡“Queremos ganar y que la afición disfrute de su equipo”!

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