Buen estreno, buen debut

Hoy se estrenaba el Valencia en tierras austriacas, lo hacía en el primer amistoso de la pretemporada contra el mítico PSV Eindhoven, un equipo holandés bastante digno para medir las fuerzas del conjunto ché.
 

imagen extraída de www.superdeporte.es

Era una buena excusa este amistoso, para descubrir alguna cara nueva del vestuario valencianista, ya fueran los nuevos fichajes o los canteranos elegidos por Emery. Así que tenía una cierta curiosidad en ver como se desenvolvía el renovado Valencia y el partido me ha sevido de paso para tener un aliciente con el que retomar el sano ejercicio de la escritura.

Una vez terminado el encuentro, y a pesar de que se trataba de un partido aislado en el que además se ha dispuesto un once distinto en cada mitad, el juego desplegado por el equipo ha dejado sensaciones positivas, detalles de calidad de unos, sacrificio de otros y una actitud general del equipo más seria que de costumbre.

No se pueden extraer conclusiones objetivas en tan solo 90 minutos, Sin embargo se puede intuir la calidad del recien incorporado Pablo Piatti, que debutaba de la mejor manera posible definiendo magistrálmente un balón peinado por Aduriz, finalizando así una jugada que me trajo a la mente las combinaciones de aquella pareja letal que formaron en el Racing los señores Zigic y Munitis.

Otros detalles para remarcar son las buenas actuaciones de los canteranos Pardo y Bernat. El ya clásico buen papel de Topal en el centro, dejando claro una vez más quien debe ser el titular en su puesto. Un buen Feghouli que mostró una buena actitud, buenas maneras sobre el césped y ciertas dotes de buen regateador, asistiendo con un vistoso centro a Aduriz para que este marcara el segundo gol con un certero remate de cabeza.

El resto de jugadores no estuvieron mal pero no dispusieron del tiempo suficiente para valoraciones más significativas. Así que doy una puntuación de aprobado a todos los participantes, salvo a uno. Y es que lamentándolo mucho, tengo que poner la nota negativa en Miguel Brito, un hombre que ni está ni se le espera.

Una pena el caso del portugués, porque más allá de la buena o mala gestión que está haciendo la directiva, una cosa está clara, se está haciendo una limpieza más profunda que otros años y mi opinión es que deberían hacer incapié para eliminar los pocos rastros de negatividad que quedan en la plantilla y que podrían contagiar a la gente que venga con ilusión y motivación por un nuevo proyecto.

Dejando atrás las cuestiones delicadas, considero el primer amistoso del verano como satisfactorio y me mantengo a la espera de que se vayan solucionando esos últimos flecos pendientes, que permitan construir una nueva plantilla libre de cargas pasadas y que sea capaz de generar la ilusión esperada en la afición valencianista.