Vergonzoso ridículo y motivos por el que no repetirlo

El sábado el Valencia protagonizó uno de los peores ridículos de la historia actual de nuestro club. Los jugadores se pasearon por la Romadera sin alma ni espíritu ninguno y acabaron encajando la friolera de cuatro goles que sirvieron a los maños para darse un festín a costa de los valencianos. 

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La derrota fue demasiado abultada como para justificarla con el simple hecho de la depresión post-eliminación europea. En la mente de los aficionados más previsores podía rondar la idea de un partido de recuperación de los que no se suele sacar nada bueno, pero sinceramente no esperábamos semejante humillación.

El motivo de este artículo no es el de hacer la crónica del partido, del que se puede hablar únicamente del juego aragonés. La razón principal es la de citar algunos argumentos para que esta pandilla de jugadores no encuentren excusas para tirar por la borda una temporada a la mínima adversidad que se les presente.

Estoy leyendo y escuchando las explicaciones de compañeros sufridores valencianistas que argumentan que al no tener motivación o un objetivo ilusionante por el que luchar, el equipo no saldrá con las ganas necesarias en los 10 partidos que nos quedan. Esto es inadmisible. Un jugador profesional no se puede desplomar tan fácilmente, bajar los brazos y dejar que le venza el conformismo.

Dicen que quedar terceros no será suficiente objetivo para ver a los de Unai dejarse la piel en el campo. Yo particularmente creo que incluso sin ese objetivo deberían tener motivos de sobra para salir al cien por cien en los partidos que restan de competición. Yo en pocos días he seleccionado unos cuantos que gustosamente expongo para facilitarle el trabajo psicológico a Unai de cara a motivar a la plantilla.

El primer motivo y más importante no lo digo yo, sino que lo cito textualmente del blog de Valencia y che, que dice así: “No es lo mismo jugar la champions que jugar la previa de la misma, algo que condiciona por completo, desde la pretemporada a la misma configuración de la plantilla. No es lo mismo seducir a un jugador ofreciéndole un proyecto con champions que un proyecto con posibilidad de champions”.

El segundo motivo hace alusión a los propios futbolistas y tiene que ver con el puro egoísmo. Cada jugador necesita de buenos partidos para seguir su propio crecimiento como futbolista y aumentar de este modo su cotización y saliendo a perder 4-0 no lo conseguirán nunca.

El tercer motivo lo podemos encontrar en el entrenador. Unai Emery ha desperdiciado prácticamente las únicas opciones que le quedaban de renovar en tan solo una semana fatídica, y él más que nadie debería hacer lo posible para motivar a su plantilla y maquillar de algún modo una temporada con un final cuanto menos digno de un equipo de la entidad de nuestro Valencia CF.

Podéis apreciar claramente como enumero las razones desde un punto de vista del jugador y no como aficionado, ya que por último y a la postre el motivo que debería ser prioritario a tener en cuenta, es el de respetar a la afición que está apoyando en los momentos buenos y malos al equipo y que en noches como la del Sábado se siente cuanto menos ofendido y avergonzado del equipo que le representa.

Así pues, los futbolistas deben hacer el esfuerzo de compensar a la afición con buenas actuaciones y sudando en cada partido la camiseta de este gran club. El seguidor valencianista quiere terminar por delante del Villareal, quiere disfrutar de una victoria tras otra de su equipo, desea celebrar lo único que le queda esta temporada, que es ganar al Madrid y a los demás equipos fuertes a los que se va a enfrentar como será el Sevilla el próximo domingo.

Por si todo esto les parece poco importante también les puedo citar las polémicas pero certeras palabras de Pesic del otro día “No es productivo pensar en ser tercero” y acabar con la noticia de la que me he enterado esta mañana en Twitter y es la de que el Valencia cumplirá el próxima día 18 de marzo, nada menos que 92 años de historia, la cual exige que los componentes del club se preocupen un mínimo por la imagen que dan cada vez que saltan a un terreno de juego.

Si con estos datos no son capaces de motivarse, no serán dignos de mi respeto ni de consideración. Sin más que añadir, finalizo la semana negra y doy comienzo a la semana fallera.