La semana
anterior después de la derrota ante el Betis en Sevilla, comentaba como el
equipo parecía ofrecer una especie de resistencia que impedía curar esos males
endémicos que viene sufriendo durante los últimos tiempos. Esa indolencia que
padecen los jugadores de vez en cuando y que no permite a la afición
engancharse del todo con su equipo. La constante falta de concentración que
causa la pérdida irreparable de puntos imprescindibles para avanzar en liga. Lo que hace que el juego de conjunto quede relegado a alguna genialidad del jugador inspirado del día, más fruto del azar que del
empeño deportivo.
Pero hoy amigos
no es día para escribir de las penurias del Valencia Cf de las que estamos
todos tan hastiados. Hoy toca hablar de la cara alegre del fútbol, la que sale
a relucir con las victorias de nuestro equipo, la que provoca la euforia de una
grada entregada a su equipo. Esa alegría la pudimos sentir el sábado con el
gran partidazo que enfrentaba al Valencia con el Atlético de Madrid.
Existía una
gran expectación entre el aficionado de saber de qué era capaz el nuevo
Valencia ante un equipo de nivel similar y que además venía como co-líder en un
gran momento de forma y con un inicio de liga demoledor. La intriga aumentaba
además con la rueda de prensa previa al partido, donde Mauricio Pellegrino, no dudó
en destacar la importancia del grupo frente a los problemas individuales con palabras
textuales que sentenciaban “Dejemos de
lado el egoísmo y pensemos en el Valencia”.
Con una de
las mejores entradas de la temporada, Mestalla recibió a su equipo con un emotivo
tapiz en el que aparecían las Torres de Serranos. El balón empezó a rodar
mientras las gargantas de la Curva Nord se desgañitaban contagiando al resto de
la grada. el testigo pasó a los jugadores para que hicieran el resto, esto es,
ganar los puntos en juego y disminuir la larga distancia que nos separaba de
los colchoneros.
La actuación
esta vez no defraudó a la parroquia valencianista que se había olvidado ya de
lo que era contemplar un equipo sólido capaz de ganar a base de garra, entrega
y capacidad de sacrificio. De hecho podríamos calificar el juego con muchos
adjetivos; carácter, compromiso, solidaridad con los compañeros, etc, pero lo
más importante es que todos ellos son claves para dominar la técnica llamada “el
otro fútbol”. Algo que no entiende de sistemas ni de alineaciones, ni de las
filigranas futbolísticas sobre el césped. Algo que este Valencia ha olvidado y que ahora espero esté aprendiendo de nuevo.
No es mi
misión contar al pie de la letra cada jugada y cada tramo del partido, pues la
mayoría habrá visto el partido o habrá leído ya una crónica del mismo. Puedo alabar el golazo de volea de Soldado, o del gol de la sentencia de un eficaz Valdez que no falla en cada oportunidad que le dan. También puedo hablar de la mejora en el sistema defensivo y en la seguridad de la zaga, en especial la mayor contundencia de nuestros centrales, qué decir de los carrerones de Joao Pereira cuajando su mejor actuación hasta la fecha o del incombustible Feghouli. O podía hablar del absurdo arbitraje que desempeñó el "ilustre" en el oficio de alborotar graderíos, Teixeira Vitienes.
Sin
embargo yo hablo de sensaciones, eso que queda en la conciencia cuando se termina
el partido, o el sentimiento de seguridad que le llega a uno cuando ve
que cada miembro del equipo se esfuerza por disputar la pelota, que está atento
a los desmarques contrarios, que no se esconde, que presiona la salida de
balón, que está atento para despejar cuanto antes el peligro fuera de su área.
Infinidad de aspectos que se pueden resumir en uno, profesionalidad.
El sábado el
público de Mestalla recibió lo único que siempre le pide al equipo a cambio de
su fidelidad, que no es nada más que dar lo máximo en el terreno de juego. Luego ya se verá
si se acierta más o menos. Si la pelota entra o impacta en el larguero, si
Soldado tiene su día, o si el árbitro se ha levantado con mal pie. Pero el
orgullo de ser valencianista solo se tiene cuando el equipo responde como
profesional que es.
Se vislumbra
un cambio de actitud en el equipo, cambios también en el juego que van cuajando
poco a poco, es pronto para asegurar si tendrán continuidad o no. No queremos
lanzar las campanas al vuelo porque estamos muy desengañados ya de otras
ocasiones, pero de momento las señales son positivas y merecen al menos el
beneficio e la duda.
Fotos extraídas de http://www.facebook.com/ValenciaCF/photos_stream
Enhorabuena por esa victoria ante un equipo que cada año es más rocoso y más compacto.
ResponderEliminarEspero que este sea el revulsivo que este equipo nesecitaba.
PD: Cambia el resultado del título porque parece que habéis perdido. (0-2)
Saludos.
Con Banega y Canales y la solidez defensiva del otro día, hay licencia para soñar. El partido en cuanto a actitud, derroche físico y garra fue de 10. Saludos.
ResponderEliminar@Noé: Me gusta como suena eso de licencia para soñar. A ver si es verdad.
ResponderEliminar@Antonio: Gracias por lo del título. Nunca me aclaro al poner los resultados para que queden entendibles, por eso no los suelo poner,jeje. A ver si me hago con la fórmula correcta.